Capítulo 8

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Estos días de clases han sido una locura, dejaron muchos trabajos, estuve en clases todo el tiempo y llegaba muy cansada, dejé de leer el diario por un tiempo, solo describía algunas actividades y reproches de la persona que lo escribió, no sé porque presiento que eso no me llevará a nada, pero aún así no lo devolveré, no me encontré con ninguno de los Darko, porque debo reconocer que tener malas calificaciones no son lo suyo, pensé todo el tiempo en las palabra de Jake.

«Solo quiero protegerte».

No comprendía por qué me dijo eso.

Adam ha estado igual de ocupado, solo en clase hablamos con normalidad y luego se va sin decir nada, e intentado seguirlo pero siempre se me escapa, no le mencioné sobre el Dark Club.

En la cafetería

- ¿Cómo va el programa de rastreo?- le pregunté impaciente a Calum.

- Bueno, aún está en proceso, intento acelerarlo, pero es muy complicado, necesito más tiempo.

- Está bien, solo avísame cuando esté terminado...

En ese momento Kris y Christian llegaron a la mesa.

- Hey- saludó Kris.

- ¿Que tal chicos?, miren lo que traje - dijo Christian sentándose junto a Calum.

En sus manos tenía una caja mediana, la abrió y habían cuatro mini cajas con mini brownies dentro.

- Un chico los hizo y me dejó está caja para mí, pero son demasiados - dijo y la colocó en el centro y todos tomamos una.

- Gracias, yo la guardaré para más tarde - aún tenía clase de literatura, siempre tengo hambre al salir.

Luego comenzamos a hablar de las clases, terminamos nuestra comida y nos dirigimos a clase, a mi me tocaba literatura.

Todos estaban ahí menos Ioan.

Tomé asiento y saqué mi cuaderno, continúe escribiendo lo que estaba iluminado en la pizarra.

- Señorita Nicols - me llamó la profesora - ¿Sabe dónde está su compañero?

Me encogí de hombros, la profesora continuó con la explicación.

¿Por qué faltaría?

No sabía nada de él desde ayer.

- Estos son los Autores, que trabajarán este semestre - indicó señalando la imagen que salía del proyector - Tomen apuntes de las citas que se presentarán a continuación.

Comencé a escribir.

Pensé que Ioan no vendría, hasta que en ese momento se abrió la puerta, llegó medio dormido y con el cabello despeinado como siempre.

- Espero que tenga una buena excusa por haber llegado tarde - la profesora se cruzó de brazos.

- No volverá a pasar - dijo y se sentó junto a mí, desde mi posición podía oler su colonia, apesar de esa actitud soñolienta siempre está impecable y limpio.

No noté nada de diferencia en él, sin contacto visual y la misma expresión seria.

- Bien, tienen cuatro opciones a elegir para sus proyectos: Romance, Ciencia-ficción, Novela gótica o fantasía - nos indicó la profesora - les daré unos minutos.

Como era de esperarse la mayoría escogió romance mientras que Ioan y yo no llegábamos a un acuerdo.

- Tres opciones - me dijo - Sabes lo que pienso sobre las novelas románticas.

Decisiones Peligrosas©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora