Capítulo 22

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Cuando abrí mis ojos, tenía una bolsa de tela en la cabeza que me impedía ver dónde estaba.

Tenía mis manos atadas a la silla.

Diablos.

No sabía cuánto tiempo había pasado y estaba comenzando a hacer calor.

Con el poco aire que respiraba intentaba tranquilizarme, esto es desesperante.

¿Habría posibilidad de ser secuestrada dos veces?

¿Por qué nadie ha llegado aún?

Segundos después, escuché el sonido chirriante de una puerta abrirse.

Luego pasos lentos, parecían estar rodeando la silla, no podía ver, pero sentí la sensación de que me observaban.

Ya me harté de este jueguito.

- Fuller, ¿Vas a desatarme o qué? - le pregunté con algo de fastidio.

Aunque no sabía si en realidad era él.

Los pasos se detuvieron un momento y luego se escuchaban más cercanos, hasta que la persona me quitó la bolsa bruscamente.

La luz que emitió el foco en el techo me cegó haciendo que viera un poco borroso, pero cuando mi vista se aclaró reconocí a la chica fácilmente.

- Kate - la miré molesta.

Miré nuestro alrededor, estabamos en una habitación, había una ventana justo detrás de ella, no se veía más que árboles a lo lejos, además estaba oscureciendo.

- ¿Sorprendida Emily? - me preguntó seria.

Estaba confundida Ioan me había dicho que ella estaba amenazada por Fuller, pero la veo muy tranquila.

Debí imaginarlo de una psicópata como ella.

Ella comenzó a reír sarcásticamente.

- De verdad pensé que eras más inteligente - dijo quedándose frente a mi.

- ¿Fuller te ordenó a hacer esto? - levanté una ceja.

- Tarde o temprano terminarías así, tuviste muchas oportunidades para rendirte y no seguir buscando respuestas, pero no lo hiciste. Y aquí estás - se encogió de hombros.

- ¿Y dónde está Fuller? - pregunté volteando la cabeza para ver la puerta - Quiero hablar con él.

- Creo que eso no será posible -hizo una falsa expresión de tristeza -Hasta que él vuelva te quedarás aquí.

- No hablaras en serio - la miré.

Ella pasó por mi lado y comenzó a caminar hacia la puerta.

Aunque no podía voltear para verla, cuando abrió la puerta entré en pánico.

Sí, iba a dejarme aquí.

- Kate, no tienes que hacer esto, al menos desatame - le pedí - No soporto los espacios cerrados.

Ella fingió pensarlo.

- Que pena, no es mi problema - se encogió de hombros.

Salió sin prestarme atención.

Maldita perra.

- ¡Kate!, ¡Vuelve aquí ahora! - le grité repetidas veces.

Me moví intentando voltear la silla, pero caí con la silla al suelo, las ataduras de mis manos estaban demasiado apretadas que casi ni podía moverlas.

Vi que volvió a la puerta.

- Sé que estás bajo órdenes de Fuller, pero no eres así...- comencé a decirle.

Decisiones Peligrosas©Where stories live. Discover now