Capítulo 21

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La mañana siguiente, los rugidos de mi estómago me despertaron, como el día anterior no probé bocado alguno, porque en solo recordar todo lo que sucedió mi apetito desapareció de inmediato, pero ahora necesitaba algo de comida.

Me levanté y caminé por la sala, todo estaba en silencio, al parecer los chicos aún no habían despertado, pasé por una de las habitaciones y escuché voces.

- ¿Qué tal si ellos se enteran? - escuché la voz de Adam molesto.

Eso despertó mi curiosidad, así que me detuve a escuchar.

- ¿Te importa más la opinión de otros que lo que de verdad sientes? - escuché una voz familiar de un chico pero no logré identificarla.

- ¿Lo que siento? ¿Qué te hizo pensar que siento lo mismo? - reclamó Adam en voz baja.

- Esa noche... - musitó el chico.

- ¡Esa noche no significó nada! - lo interrumpió Adam.

- Si no significó nada, entonces ¿por qué lo permitiste? - expresó su confusión el otro chico.

- Ahora sabes cómo me sentí el día que decidiste marcharte. - le reprochó Adam.

- Ya me disculpé por eso - dijo fastidiado

Hubo silencio por unos segundos.

- Estaba confundido, ¿ok?, No sabía cómo reaccionar a lo que sucedió... -dijo el contrario y escuché pasos dentro de la habitación - Adam, explicame que sucede y tal vez podamos...

- Vete, es muy difícil pensar si estamos en la misma habitación - le ordenó Adam.

Nunca lo había escuchado tan molesto.

- Bien, si eso es lo que quieres - se escucharon pasos hacia la puerta.

Me aparté rapidamente, entré en el baño para esconderme y coloqué el seguro de inmediato.

¿Con quién hablaba Adam y a qué se referían?

Aunque es mi amigo a veces no lo entiendo.

Después de unos minutos me dirigí a la cocina y antes de llegar a la entrada escuché pasos dentro, pensé que era Adam, pero cuándo me acerqué a la puerta, me sorprendió ver a Ray quien estaba abriendo el refrigerador.

- ¿Ray? - pregunté confundida al ver al chico de la fiesta de nuevo.

Él se sobresalto tanto que de la impresión golpeó su cabeza con la puerta de arriba del refrigerador y volteó de inmediato.

- Hey... - saludó avergonzado, frotando la zona del golpe.

- ¿Qué haces aquí? - entré a la cocina.

¿Él era con quién Adam estaba hablando?

- Los demás siguen dormidos, no quería molestar, pero tenía hambre. - se encogió de hombros y continúo sacando cosas del refrigerador.

- ¿Cuándo llegaste?

Espero que no escuchara lo de anoche.

- En realidad siempre estuve aquí - confesó.

¿Quiere decir que sabe todo?

- ¿Entonces lo sabes? - le pregunté.

- He vivido con ellos lo suficientemente como para saber muchas cosas - aclaró - Pero lo de anoche, wow, es una situación delicada.

- No creo que "delicado" sea el termino adecuado - le dije haciendo comillas con los dedos- Es una pésima situación, al parecer soy un imán para los problemas.

Decisiones Peligrosas©Where stories live. Discover now