Capitulo 5: una gran idea

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El castaño se levantó fastidiado para tirar el quinto ramo de rosas por la basura.

Aparentemente los chicos que trataban de conquistarlo se lo estaban tomando en serio.

Si tan solo supieran que es un chico...

Suspiró y sacó un chocolate de uno de sus cajones, probablemente lo único bueno de todo eso es que podía obtener dulces gratis.

Pero eso no quitaba el hecho de que tener muchos pretendientes es muy estresante.

Al principio trataba de ser suave al rechazar a todos esos chicos, ahora lo único que funcionaba era mandarlos a la mierda.

Lamentablemente, el castaño no quería ser tan cortante con su jefe como lo era con los otros.

No era porque le tuviera preferencias, si no porque simplemente aprecia lo que es "seguir vivo y con empleo"

Odiaba a su jefe en este momento, si tan solo no se le hubiera ocurrido invitarlo a salir, nada de esto le estaría pasando.

Miró la hora, que indicaba que era su tiempo de descanso, dejó el trabajo de lado y se puso a pensar en alguna manera de solucionar todo esto.

Estaba realmente harto del acoso y los escándalos, si tan solo pudiera irse lejos...

Y como si fuera un milagro en medio del caos, al castaño se le ocurrió usar aquello que se llama cerebro.

"Porque no pedir unas largas vacaciones? Así podré irme lejos de todo este caos, lejos de los pretendientes, y por sobre todo, lejos de mi jefe..."

La sola idea de una posibilidad así lo hacía sentir entusiasmado, así que el resto de la tarde se decidió a reunir coraje para poder pedir esas vacaciones.

Luego de hacer muchos planes mentales, se acercó a paso firme hacia la oficina de su jefe y tocó la puerta, rogando internamente por que el otro no estuviera coqueteando con una de las tipas que siempre estaban ahí y tuviera tiempo de tomarse en serio algo dicho por el.

Entró y sorprendido un poco al pelinegro, el cual parecía más dispuesto a creer que Obama estaba entrando por esa puerta antes que Eren.

-vas a aceptar salir conmigo? O... -comenzo el, aunque fue cortado por el castaño.

-quiero tomarme unas vacaciones, unas largas vacaciones -lo cortó mientras se aguantaba las ganas de golpear su perfecto rostro.

El otro pareció procesar la información recién escuchada, hasta que una voz dentro de su cabeza dijo "Serena, sola, en un país extranjero, no te parece una mejor oportunidad para coincidir? Lejos de todos esos pretendientes molestos..."

Y finalmente, luego de unos minutos, el pelinegro habló.

-está bien, podría saberse a donde irás?

Eren sonrió lo más tranquilamente que pudo, tratando de apaciguar su enojo.

-no es de su incumbencia, sin más que decir, me retiro -dijo y volteó saliendo victorioso de aquel lugar, bastante seguro de que nada ni nadie podría arruinar sus planes.

Sus vacaciones comenzarían dentro de dos semanas, así que estuvo preparando todo para no sufrir ningún descuido.

Pero para su mala suerte, el lunes de la semana anterior a su partida, estaba tan ensimismado comprando boletos de avión y planeando sus destinos, que olvidó un pequeño detalle.

Había sido un día ocupado, así que no tuvo mucho tiempo para poner muchos detalles en su cuaderno, sin embargo, resaltaba un post-it que tenía escrito lo siguiente:

Primera semana: Santorini, Grecia
Segunda semana: Venecia, Italia
Tercera semana: París, Francia

Estaba tan emocionado que al irse aquel día olvidó llevarse aquel papel, que sería la clave de su destino.

Después de unos varios minutos, el pelinegro salió de su oficina, encontrándose con el papel que sería la pieza clave en la realización de sus propios planes.

"Vaya, parece que hoy es mi día de suerte" dijo para sus adentros y sonrió, guardando aquel papel llamativo y volviendo a entrar en su oficina, dispuesto a ejecutar su propio plan para conquistar a Serena Jaeger.

Al terminar la jornada se fue, sin darse cuenta de que el papel yacía aún sobre su escritorio.

Después de eso, el señor Ackerman se acercó y tomo el papel, creo que el también pensaba darse unas vacaciones.

Doble Vida [Riren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora