─ᴍᴏᴛᴏs

21.6K 1.7K 701
                                    

El frente de mi casa estaba lleno de vecinos y coches, todos ayudando en la búsqueda de Bella. Charlie iba de un lado al otro por alrededor de la patrulla esperando alguna llamada. Billy y los muchachos estaban allí seguros de que iban a encontrarla, pero a mí me preocupaba que Sam Uley estuviera encargado de eso.

Suponía que todo se trataba de las malas impresiones que tenía de aquel muchacho. Notaba cómo miraba a Jacob esperando a que él se uniera a su estúpida banda, pero estaba segura que mi amigo era más inteligente que eso. Jacob no pertenecía a esa gente.

E incluso si lo hiciera, si Jacob terminaba con esa banda de idiotas, sabría que ya no sería mi Jacob: El chico bueno que me tenía enamorada.

—He buscado por todo el borde de la carretera, pero no aparece —le comenté a mi padre nerviosa mientras me acercaba a la patrulla.

Billy tocó el brazo de mi padre en señal de paciencia, pero para una situación así la paciencia no era suficiente.

—Cuando vuelva a casa voy a asesinarla —murmuré sarcásticamente para mis adentros, pero lo suficiente para que Jacob lo escuchara.

—Sam va a encontrarla, Millie.

—Lo sé, confío en la palabra de tu padre —terminé de responder, queriendo sonar tranquila.

Miré a mi padre que estaba junto a los vecinos. No soportaba la idea de que estuviera así de nervioso por Bella. Aquella estúpida iba a pagarlo.

Jacob pasó su mano cálida por mi espalda, dando suaves masajes. Su calor me reconfortó un poco, pero seguía nerviosa, con un nudo en mi garganta. No quería pensar en lo horrible que podía terminar esto, pero mi parte pesimista jugaba en mi contra.

—Volveré a llamar a los Cullen —dijo Charlie como última alternativa.

—Los Cullen se han ido —comentó Billy y como si un balde de agua helada cayera sobre mi cuerpo, me sobresalté.

¿Acaso Bella se había ido con ellos? Si existía esa posibilidad mi mente daba vueltas en la felicidad porque me dejaría en paz y en el odio por no haber avisado antes y nos ahorrábamos aquella película que estábamos montando frente a nuestra casa y todo el mal momento que mi padre estaba viviendo. Mi único deseo en ese momento era que Bella apareciera viva, en cualquier parte del mundo.

—A buena hora —murmuró Harry, el amigo de mi padre.

Por el tono de su voz supuse que los Cullen seguían sin ser queridos por la tribu Quileute y eso seguía incomodándome. Recordaba con lujo de detalles la historia que Jacob me había contado años atrás sobre los fríos, pero ya no era una niña para creer en esas tonterías. Sólo se guiaban por las apariencias. Los Cullen estaban demasiado lejos de ser vampiros, que tontería.

—¡Papá! Mira —grité.

El murmullo cesó. Un hombre fornido salía del bosque con un cuerpo en brazos. Tardé en darme cuenta que era Sam cargando a Bella. Corrí hacia la casa para abrir la puerta y dejar que acostaran a mi hermana en el sofá.

Estaba pálida y completamente mojada. Temblaba y sus labios murmuraban algo incomprensible.

—No creo que esté herida —dijo Sam a mi padre que observaba a Bella preocupado—, pero no cesa de repetir: "Se ha ido".

Mi pecho se encogió un poco. Edward había abandonado a Bella en el medio del bosque, estaba completamente segura de aquello y una rabia desconocida recorrió mi cuerpo.

El doctor llegó rápidamente para revisarla. No parecía lastimada, pero si no se secaba pronto contraería una gripe.

—Deberíamos dejarla descansar un poco —le dije a mi padre después de que el doctor se fuera y la secáramos—. Yo puedo quedarme con ella, de verdad.

𝐎𝐍𝐋𝐘 𝐘𝐎𝐔 | jacob blackWhere stories live. Discover now