𝐎𝐍𝐋𝐘 𝐘𝐎𝐔 | jacob black

─ᴇʟ ᴛʀᴀᴛᴀᴅᴏ

☾

—Quizá ya sea demasiado tarde —dijo Alice—. Le vi acudir a los Vulturis y pedirles que le mataran. Todo depende de su decisión. Aún no he visto que adopten ninguna.

»Pero si optaran por negarse, y eso resulta bastante posible si tenemos en cuenta que Aro profesa un gran afecto a Carlisle, y no querría ofenderle, Edward tiene un plan B. Ellos mantienen una actitud muy protectora con su ciudad, y Edward piensa que los Vulturis actuarían para detenerle si él perturbara de algún modo la paz... Tiene razón, lo harían.

Miré toda la situación de piedra. No entendía nada de lo que estaba sucediendo.

—Llegaremos tarde si están de acuerdo en concederle su petición, y en caso de una negativa por parte de los Vulturis, también llegaremos tarde si él lleva a cabo un plan rápido para ofenderlos. Sólo podríamos aparecer a tiempo si se entregara a sus inclinaciones más histriónicas.

—¡Vamos! —gritó mi hermana.

—Atiende, Bella. Lleguemos o no a tiempo, vamos a estar en el corazón de la ciudad de los Vulturis. Me considerarán cómplice de Edward si tiene éxito y tú serás una humana que no sólo sabe demasiado, sino que huele demasiado bien. Las posibilidades de que acaben con todos nosotros son muy elevadas, sólo que en tu caso no será un castigo, sino un bocado a la hora del almuerzo.

—¿Es eso lo que nos retiene aquí? —preguntó Bella con incredulidad—. Iré sola si tienes miedo.

—Mi único temor es que acabes muerta.

Bufó disgustada.

—¡Como si estar a punto de matarme no fuera moneda corriente en mi vida! ¡Dime qué he de hacer!

—Escríbele una nota a Charlie. Yo telefonearé a las líneas aéreas.

—Charlie —repetió con voz entrecortada.

—Yo me ocuparé de él —murmuré llamando la atención de mi hermana.

Sus ojos me miraron aterrada. Supe lo que pensaba.

—No voy a dejar que le suceda nada malo a Charlie ni a Millie —intervino Jacob con voz bronca y enojada—. ¡Al carajo con el tratado!

Alcé los ojos para mirarle con disimulo. Puso cara de pocos amigos al ver el miedo escrito en mi rostro.

—Date prisa, Bella —interrumpió Alice de forma apremiante.

Bella corrió hasta mi lado, en la cocina.

Abrió de golpe los cajones y volcó el contenido en el suelo en busca de un bolígrafo. Jacob le tendió uno. Yo no parecía capaz de moverme.

—Gracias —farfulló Bella mientras quitaba el capuchón del boli con los dientes.

En silencio, Jacob le entregó el bloc de notas donde escribíamos los recados telefónicos. Bella arrancó la primera hoja y lo tiró a sus espaldas. Luego, escribió:

Papá:

Me voy con Alice. Edward está metido en un lío. Ya podrás castigarme a mi regreso. Sé que es un mal momento. Lo siento un montón. Te quiero mucho.

Bella

—No vayas —susurró Jacob.

Aparté mi mirada.

—Por favor, por favor, por favor, cuida de Charlie y de Millie —le dijo antes de salir disparada hacia el cuarto de estar.

Jacob se me quedó mirando unos segundos, podía sentir sus ojos sobre mi nuca. Quería decirme algo, pero no encontraba las palabras. Nada sonaría bien.