─ᴇʟ ᴘʀᴀᴅᴏ

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Bella estaba completamente enferma, por lo que el virus había circulado con gran velocidad. Yo, por mi parte, seguía sintiéndome bastante bien, sólo leves mareos de vez en cuando. Peleaba con mi hermana por el baño, el cual había sido apropiado por ella ya que no paraba de lanzar todo lo que tragaba.

A la noche, cuando mi padre llegó del trabajo, Mike había llamado diciendo que se encontraba mejor. Sin dudas era algo esperanzador. Quería que Bella se recompusiera lo más rápido posible porque el ambiente de enferma era asqueroso.

Telefoneé a Jacob en cuanto mis mareos se pasaron y fue él mismo el que me contestó, pero supe que aún no se había recobrado nada más oír su contestación.

─¿Diga? 

Tenía la voz rota.

─Ay, Jake ─murmuré─. ¡Qué mala voz...!

─Me encuentro fatal ─susurró.

─Enseguida te vas a poner bien ─le prometí─. Bella se sentía bien esta mañana, al despertar, y yo ya he dejado de estar con náuseas.

─¿Estaban enfermas? ─preguntó con voz débil.

─Sí, pero ahora nos encontramos bien, así que probablemente estarás mejor en cuestión de horas ─le animé.

Su respuesta apenas fue audible.

─Dudo que tenga lo mismo que ustedes.

─¿No tienes gripe estomacal? ─pregunté confusa.

─No, esto es algo más.

─¿Qué es lo que te duele?

─Todo ─susurró─, todo el cuerpo.

El dolor era casi tangible en su voz.

─¿Qué puedo hacer, Jake? ¿Qué te puedo llevar?

─Nada. No puedes venir ─se mostró abrupto─. Yo te llamaré en cuando me sea posible. Te avisaré cuando puedas volver, tú y Bella.

─Jacob...

─He de irme.

─Llámame cuando te encuentres mejor.

─De acuerdo ─aceptó con una voz que tenía un cierto deje de amargura.

Permaneció en silencio durante un momento. Esperé a que se despidiera, pero él también esperó.

─Te veré pronto ─dije al fin.

─Espera a que te llame ─repitió.

─Vale... Adiós, Jacob.

─Millie...

Susurró mi nombre y luego colgó el teléfono.

Pero Jacob no llamó. 

Billy respondió la primera vez que telefoneé y me dijo que Jacob seguía en cama. Supuestamente lo había llevado al médico, pero por algún motivo no le creí ya que no obtuve respuestas concretas. Tanto Bella como yo llamamos varias veces en los dos días siguientes.

El día de mi cumpleaños había llegado y Jacob ni siquiera aparecía.

─¡Feliz cumpleaños! ─exclamó mi padre al verme bajar por las escaleras en la hora del desayuno─. Preparé tu plato favorito.

─Gracias, papá.

En la mesa había un jugo de naranja, tostadas con mermelada, un té y mi postre favorito: Budín de frutos rojos.

𝐎𝐍𝐋𝐘 𝐘𝐎𝐔 | jacob blackWhere stories live. Discover now