¿ᴘᴏʀ ǫᴜᴇ ᴍᴇ ᴏᴅɪᴀs ᴀᴍᴀɴᴇ? [ɢᴇᴍᴇʟᴏs ʏᴜɢɪ]

『 O2 』

Sus ojos ámbar se abrieron de a poco, tallo los mismos de manera lenta mientras soltaba uno que otro bostezo. Removió sus manos y al ver a quien tenía al frente no pudo evitarlo y cayó de la cama.

No le importo el dolor, simplemente el hecho de ver a su hermano a su lado le había sorprendido, pensó que todo había sido una de esas pesadillas, pero al parecer no era así.

— Amane... —

Se levanto y tomó ropa del armario para sin más retirarse a paso rápido, trataba de no hacer ruido para que así su gemelo no se despertará, no comprendía mucho lo que le pasaba.

Entró al baño y se deshizo de su traje para comenzar a colocarse una camisa beige de manga larga, unos shorts y un saco holgado de color marrón claro.

Camino un poco para así abrir el grifo y mojar sus manos, no lo pensó y también echo agua a su cara, trataba de recapacitar, pero simplemente esa era su realidad.

Se observo por unos momentos en el espejo notando como había arruinado su corte la noche anterior, se veía disparejo, quería intentar arreglarlo, pero un llamado desde el otro lado de la puerta hizo que se sobresaltara.

— ¿Tsukasa? ¿Eres tú? —

— Si, ¡ya salgo! —

Suspiro y tomo el traje para abrir así la puerta notando como su madre le veía sorprendida.

— ¿Pasa algo mamá? —

— Tsukasa... ¿Que te hiciste en el cabello? —

Él menor con rapidez cubrió con sus manos aquella parte y trato de huir, pero le fue imposible al ser tomado por la mujer, quien no se veía nada contenta.

— ¿Cuantas veces les he dicho que no se corten el cabello? —

La voz que antes era cariñosa se volvió algo grave asustando en el proceso a Tsukasa, él de ojos ámbar se quejo al ser tomado con más fuerza del brazo para así ser llevado a la sala donde se encontraba un hombre.

— ¡Oye! ¡Mira lo que hizo Amane! —

Él Yugi más joven se asusto al escuchar como su madre había culpado con facilidad a su hermano, ¿como sabía eso? Él no había dicho nada por el miedo.

— ¿¡Eh!? —

Él mayor llamó de manera molesta a su otro hijo, quien en unos minutos apareció preguntando que sucedía.

— ¿¡Porque le hiciste eso a tú hermano!? ¡Te he dicho que lo cuides! —

Antes de que Amane hablara sintió un fuerte dolor en su mejilla, su mirada se oscureció mientras sentía la sangre salir de la comisura de sus labios.

— ¡Amane! —

Tsukasa se acerco mientras veía como sus progenitores terminaban por retirarse a sus respectivos trabajos, después de todo ellos solo estaban en la madrugada -y rara vez en la noche-, así que pocas veces los veían.

— Nos vemos —

Dijeron ambos padres para así cerrar la puerta y dejar la casa en un profundo silencio, ni siquiera habían dejado que Tsukasa dijera lo que había pasado.