『 O4 』

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Caminaba a paso lento, sus ojos se veían apagados, dio un suspiro, al parecer al fin había llegado al lugar. Su mirada se dirigió a los lados confirmando que no había nadie presente, sin más entró y cerró la puerta detrás de si.

— ¿Ah? ¡Amane-San! ¿Como has estado? —

Él azabache sintió como aquellos brazos algo cortos lo rodearon, mientras su mejilla era frotada con una contraria, siempre era la misma situación, se atrevió a reír un poco y tratar de apartar a la fémina.

— Hola Hanako-San, yo... Estoy como siempre —

Sonrió y la contraria se separo cruzada de brazos mientras soltaba un suspiro.

— “Estar como siempre” no significa estar bien —

La de cabello corto le dio un ligero golpe en la nariz al menor, quien había cerrado un poco los ojos ante el leve dolor.

— Y... Dime, ¿Tsukasa sigue actuando de forma rara? —

Él vivo asintió levemente y se sentó en el ventanal observando así el cielo que pronto se oscurecería.

— Se ve más desanimado de lo normal, apenas y me dirige la palabra, lo peor es que desde que nos mudamos él se mantiene encerrado en su habitación hasta que nuestros padres vuelven, a pesar de que yo habló con ellos sobre lo que pasa solo consigo que me reclamen y me golpeen sin razón aparente, siempre me culpan de las heridas que tiene Tsukasa, y la mayoría no son provocadas por mi, la verdad es que ya no se que pasa con él, pero, cuando lo llamo por su nombre él me dice: “¿No era un demonio para ti Amane?”, la verdad es que ya no recuerdo haberle dicho eso... Pero si lo hice, no me importa, se lo merece, después de todo él sigue siendo un idiota que no comprende que por su culpa yo no consigo nada más que golpes y heridas que después Tsuchigomori-sensei me cuestiona; no se porqué no se rinde... —

— Vaya que tú vida no es la mejor... —

La fémina suspiro y floto hasta donde se encontraba él de ojos ámbar para así volver a abrazarlo por las espaldas y colocar su mentón en el hombro del mismo.

— Bueno... Como ya se que no quieres hablar más de ese tema... ¿Que harás con el deseo que un no me pides? Ya ha pasado demasiado tiempo y se me complica más, sabes que no podré cuidarte toda la vida de los espectros que rondan en la escuela —

— No te preocupes, creo que ya comienzo a saber que quiero, sólo dame un poco más de tiempo, ¿de acuerdo? —

— Hmp, esta bien —

Hanako y Amane no creían tener alguna amistad, después de todo Amane aún desconfía de aquella aparición que la conoció sólo porqué quería saber si en verdad ese fantasma existía, mientras Hanako solo escuchaba las historias que decía él azabache, la verdad era que no le importaba lo que pasara con aquel chico, solo fingía tenerle cierto aprecio, ya que lo único que quería es que Yugi se decida de que deseo quiere, no planea esperar con paciencia a Amane, ya no lo haría más.

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Tsukasa parecía un fantasma, nadie lo notaba, a nadie le importaba, no era como su hermano que recibía la completa atención de su profesor Tsuchigomori, en cambio él, no tenía amigos, sus padres nunca lo escuchaban, les daba igual lo que quisiera decir, no tenía a nadie.

¡Un raro demonio! ¡Ellos son horribles y dan miedo por su apariencia! ¡Como tú!”

Aún recordaba a la perfección las palabras dichas por su hermano mayor, recalcando que él era un demonio al que todos temían y siempre lo harían.

¿ᴘᴏʀ ǫᴜᴇ ᴍᴇ ᴏᴅɪᴀs ᴀᴍᴀɴᴇ? [ɢᴇᴍᴇʟᴏs ʏᴜɢɪ] Where stories live. Discover now