『 O3 』

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— ¡La luna es tan hermosa!~ —

Se sentó en su cama y sonrió de manera infantil mientras volvía a guardar aquella roca en uno de sus cajones.

La puerta fue abierta dejando ver a él menor que se veía bastante antipático mientas dejaba su mochila de forma rápida en el suelo dándole poca importancia a lo que traía la misma dentro.

¿Por qué tengo tan bajas notas?”

Pensaba mientras se dirigía a uno de los muebles sacando así una de sus camisas de los cajones. Ahora que lo recordaba ya sabía la razón, después de todo siempre hacía todos los trabajos de Amane, exceptuando las áreas que le gustaban, por ello nunca hacia sus propios trabajos.

Desabrocho los botones de su saco negro al igual que su camisa y gorra del mismo color oscuro mientras los dejaba a un lado para así tomar la playera de magas largas de color vino que tenía a un lado.

Se sobresalto al ser abrazado por detrás y con sólo escuchar una pequeña risa basto para que supiera que era Amane.

— No me había dado cuenta que estabas aquí Amane —

— Oh, que raro, generalmente no ignoras mi existencia — hizo un puchero y se separo para caminar hasta estar frente a su hermano — Tsukasa, recuerda que hoy debo volver a marcar el pacto, la cicatriz ya no se nota tanto... —

Los ojos de él nombrado se dilataron y dio un paso hacia atrás mientras baja la mirada. Quería negar, pero nunca conseguía nada, Amane siempre ganaba en cada momento.

— A-Amane, ¿porqué es tan importante esa marca? —

Cuestiono, ya no recordaba muy bien la razón, después de todo él era algo olvidadizo.

— ¿Eh~? ¿Ya no lo recuerdas? — ladeó la cabeza y sonrió ligeramente dando un paso hacia el frente — Es porque eso sella el pacto que tenemos desde pequeños, lo que simboliza que no puedes decirle ni a papá, mamá, o alguien más lo que jugamos. Pero, si no quieres que te corte de nuevo, esta bien, más sabes que nunca volveré a hablarte, demonio Tsukasa —

Se cruzo de brazos, contaba de forma regresiva mentalmente desde el tres hasta el uno, exactamente cuando llegó al primer número su hermano ya estaba abrazándolo.

— N-No me odies. Esta bien, marca de nuevo el dibujo... —

Eres un completo idiota, Tsukasa”

Pensó de forma inmediata Amane observando a su hermano de reojo.

Él mayor sonrió nuevamente y beso la frente del contrario para después separarlo de él y caminar hasta uno de los cajones.

— Amane... ¿Podrías decirme cuál de todos es el demonio? —

Estaba sentado en la cama y veía su hombro con detenimiento, para él seguían siendo manchas, unas muy raras.

Él que aún portaba su uniformado se giró y se sentó al lado del otro. Colocó su dedo índice en su barbilla intentando recordar, sonrió al hacerlo y con facilidad señaló la figura más grande.

— Este tiene forma humana, pero no quita el hecho que sea un demonio horripilante, es más, podría decir que eres tú — río un poco y prosiguió — Los círculos con una parte larga son sus acompañantes —

¿ᴘᴏʀ ǫᴜᴇ ᴍᴇ ᴏᴅɪᴀs ᴀᴍᴀɴᴇ? [ɢᴇᴍᴇʟᴏs ʏᴜɢɪ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora