¿ᴘᴏʀ ǫᴜᴇ ᴍᴇ ᴏᴅɪᴀs ᴀᴍᴀɴᴇ? [ɢᴇᴍᴇʟᴏs ʏᴜɢɪ]

『 11 』

Sus ojos ámbar se desplazaban buscando un objeto en particular, al fin había logrado divisar el cuchillo en una de las mesas. Sin más lo tomó y salió del lugar a paso lento.

Su mente solo formulaba las miles de “mentiras” que le había dicho su hermano. Donde trataba de demostrarle que se preocupaba por el mientras en realidad no era así.

— ¿Por que me mientes? —

Quería intentar creerle a su gemelo, pero todo terminaba mal, ya no quería confiar en nadie, pues todos le daban la espalda cuando más los necesitaba.

Hasta Tsuchigomori le había fallado, no podía creer que a pesar de estar tanto tiempo con él lo confundía como si nada con Tsukasa.

Nadie lo comprendía, nadie lo amaba, todos lo veían como un chico insignificante, a comparación de su hermano que siempre era amado por todos.

— Espero y Hanako-San cumpla mi deseo... —

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Entró al salón con una sonrisa más quedo en su lugar al ver como unos chicos salían mientras reían.

Sus ojos ámbar se dirigieron a él suelo, donde estaba tirada la mochila de su gemelo.

— Sus cosas... —

Camino hasta allí y se agacho comenzando a guardar los libros y cuadernos, aunque no eran muchos. Más algo llamó su atención, fue aquel libro de color vino.

— Esto... —

Tomó el libro y lo abrió comenzando a leer el contenido, notando claramente que en las hojas estaban plasmados sus pensamientos.

Sus ojos se abrieron con totalidad, mientras apretaba sus dientes con enojo. No sabía como había conseguido el libro.

— Por eso no lo encontraba... —

— Tsukasa —

El nombrado sonrió un poco y elevó la mirada notando como su hermano estaba en el marcó de la puerta con sus manos detrás de sí.

Tsukasa dejó el libro en el suelo y comenzó a acercarse con sus ojos negruzcos.

— Hm, Al fin te encuentro, dime, ¿tu día ha sido radiante? —

Paro su andar al estar a unos pasos frente a al mayor.

— Te diré la verdad... Se colocará de esta manera cuando yo sea quien te elimine —

Llevo con rapidez el cuchillo hasta el pecho, más antes de llegar al corazón su muñeca fue tomada de manera veloz y fuerte.

— Oh, vaya, así que al fin llegó el día en el que me piensas matar, pero, ¿Que tal si jugamos un poco antes de que me asesines? — Su sonrisa persistió y empujó a él contrario logrando apartarse un poco. — Quisiera al menos sentir por última vez como me torturas~ —

Se quejo un poco al sentir un dolor de cabeza que le vino de repente, al instante sostuvo la misma tratando de dejar de sentirlo, más era inútil.

— No creas que pretendo volver a hacer cosas pequeñas, te quiero muerto lo antes posible —

Tsukasa vio a su mayor y bajo sus manos — Bien... Después de todo siempre he tenido en mente que quiero que tu me mates, eres mi única razón de vivir Amane —