『 12 』

263 24 19
                                    

Su andar era lento, más sus ojos se desplazaban; trataban de encontrar a alguien en particular, escuchaba como los estudiantes reían y pasaban corriendo a sus costados, sobre todo frente a él, traspasándolo de manera inmediata.

Sus ojos estaban en un profundo negro y su sonrisa estaba presente.

— Que mal~ No lo encuentro —

Suspiro y coloco su dedo índice en su mentón intentando pensar en un posible lugar en donde estaría aquel chico.

— Esperen... ¿Por que me acompañan en primer lugar? —

Vio a los lados notando como aquellas esferas le hablaron, logrando sorprenderlo un poco.

— ¡Oh! Vaya, así que de eso sirven, bien, uno de ustedes busque a Amane, necesito hablar con él... —

Uno de sus orbes se retiro y el siguió buscando mientras sacudía un poco la manga de su traje.

— Hum... Supongo que Hanako-San no hizo más que mentirme para que me alejara... — Coloco sus manos detrás de su nuca y siguió con su andar mientras cerraba sus ojos — Es una estúpida~ No sabe en el lío que se metió. —

Caminaba a gusto por todo el pasillo. Se sentía más libre, no volvería a ser pisoteado, esa chica solo le había dejado en claro que nadie le impediría estar con su hermano, si es que se encontraba aquí.

— ¡Amane! ¿Dónde te has metido~? —

× •-•-•-•⟮ ◆ ⟯•-•-•-• ×

Su mirada estaba baja y sus manos solo se mantenían en el lavabo. Había muerto y su hermano también, todo ante su egoísmo que a pesar de ya tener un poco de afecto hacia el mismo, no dejaba de sentir envidia hacia su persona.

Al menos... Lo había salvado de tomar el lugar de una espectro que solo jugo con su persona. Hanako-San parecía solo una farza, que con el tiempo se convirtió en la condena de los dos, algo que no sabía como podía tomar.

Suspiro.

Su mano se dirigió a su pecho, en donde sintió como su mano se hundió y tomó algo que había dentro de lo que parecía ser su espíritu; lo sacó viendo finalmente lo que era un arma, una que le hizo temblar.

— ¡E-Esto! —

Tiro el cuchillo de golpe y sus manos se dirigieron a su cabeza mientras su respirar sea agitado y sus ojos estaban dilatados ante la sorpresa y miedo que le había invadido de solo haber visualizado aquello que... Le traía la misma escena una y otra vez.

Se quedo callado unos momentos hasta que al final tomo el cuchillo con una mirada opaca. No sabía en donde estaba ahora su gemelo, pero... Suponía que estaba en un mejor lugar a donde se suponía que estaba su persona.

Salió del baño femenino y camino por los pasillos en dirección a la azotea. Quería relajarse un poco de todo lo que ahora estaba ocurriendo, suponía que la brisa le haría bien.

— ¿Es él? —

— Parece que sí —

— ¿Porque no es una mujer? —

— Eso no importa. —

Escuchaba esas voces a cada paso que daba, lo que le parecía muy raro al haber asimilado todo lo que pasaba en la academia, probablemente sean espectros menores o algo así, según sabía era la última maravilla de la academia Kamome, así que no debía porque sorprenderse de la presencia de demás entes.

Se detuvo en seco al notar como unos raros conejos se habían colocado a su frente, no dudo en agacharse y verlos unos momentos.

— ¿Eres lord 7?—

¿ᴘᴏʀ ǫᴜᴇ ᴍᴇ ᴏᴅɪᴀs ᴀᴍᴀɴᴇ? [ɢᴇᴍᴇʟᴏs ʏᴜɢɪ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora