Capitulo 58: "Plática"

283 15 6
                                    


–ABBY–


Me estiré en la cama, desenredando mis piernas de aquel bulto de sábanas, mis ojos aún seguían cerrados y aunque las intenciones de abrirlos eran nulas, debía hacerlo. Como pude alcancé el celular de la mesa de noche y revisé la hora. Medio día, es es bueno, teniendo en cuenta que literalmente amanecí pegada a él. No se porqué Ethan me reclama sobre las veces que me levanto tarde, si él es el culpable de mis desvelos.

Me senté al borde de la cama y cuando mis ojos se acostumbraron a la poca luz de la habitación, gracias a las oscuras cortinas, bajé encontrándome con mi padre entrando a la sala, saludé y seguí directo a la cocina. Lo malo de despertarme tarde es que debo preparar mi desayuno, pero me importaba muy poco. Tomé un tazón y me serví cereal y leche. Mis ojos exigían volver a cerrarse pero ya no podía, mis manos se movían con pereza llevando las cucharadas a mi boca. Mi madre apareció por la cocina saludando.

—Ethan está aquí—avisó, pero fue como una presentación porque apenas dijo eso él entró con una deslumbrante sonrisa.

Bufé fastidiada al ver la enorme energía a estas horas, se supone que debe estar igual que yo, casi muriendo por un par de horas más de sueño. Pero no, el chico luce radiante y hasta los rayos de sol le favorecen a su alegre rostro. Lleva su cabello peinado hacia atrás, algo que le queda realmente bien, unos pantalones sueltos oscuros y una sudadera amarilla. Mi vista cayó a mi cuerpo que al contrario de él, llevaba puesto unos pantalones cortos y una blusa de tirantes, apuesto a que mi cabello estaba desarreglado y aún se notaba la falta de sueño.

No me sentí mal por mi aspecto, es decir, acabo de despertar y nadie me reclama acerca de eso.

—Hola, hermosa—si, no tengo motivos para sentirme mal.

Solo respondí con un pequeño asentimiento, Ethan tomó asiento a mi lado quitando los cabellos que caían por mi cara y dejándolos caer sobre mi espalda.

—¿Qué haces aquí tan temprano?—me apoyé en su hombro dejando de lado el tazón de cereales, escuché su risa.

—Es medio día, amor—sonreí por el apodo.

—Es temprano considerando que dormí hace unas cuantas horas. Además, ¿por qué tienes tanta energía? Es como si hubieras drenado la mía—acusé riendo. Negó divertido y se acercó a besarme pero desvié la cara recibiendo el beso en la mejilla, Ethan me miró con el ceño fruncido—Iré a arreglarme, ya que no me diste tiempo para eso.

—Pero te ves bien.

—Se que no es así. Ahora vuelvo—volví a la habitación dejando sobre la cama la ropa que me pareció cómoda para usar hoy. Y me vestí luego de lavar mi cara y dientes, aparte de arreglar mi cabello en una coleta.

Me apresuré en maquillarme y llevé el celular conmigo además de tomar dinero. Bajé con tranquilidad a la primera planta. La relajada imagen de la plática que mantenían mi padre y mi novio me hizo sonreír. Me senté junto a Ethan.

—Aún no se lo digo—susurré para él, sabía de lo que hablaba así que me miró sorprendido. Le brinde una sonrisa tranquila.

Si, hablaba sobre la mudanza. Ya se cumplirían dos semanas desde la graduación y el mismo tema, Ethan quiso decirle cuanto antes a mi padre, pero le pedí más tiempo y es que temía la reacción de mi padre y me preguntaba porqué. Ethan acepto, dijo que yo tomaría la decisión de decirle y cuando, agradecí eso. Quería tomarme un tiempo antes de hablar con mi padre.

Tomé su mano y acaricié la misma.

—Podemos hacerlo ahora—sugerí de la nada, recibiendo la misma expresión sorprendida de su parte. Me miró nerviosos, aunque no creo que tanto como yo.

La ApuestaWhere stories live. Discover now