II

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Capítulo 2

Los rayos del sol se colaban en mi ventana,  al abrir los ojos, percibí la presencia de Ezra, al incorporarme de la cama, lo vi sentado en sillón en la esquina de la habitación.

De nuevo había vuelto a soñar con mis padres, una presión en el pecho se hacía presente cada que los recordaba, ese día si alguien me hubiera dicho que iba a ser el último en el que estuviera "viva", me hubiera quedado con ellos un poco más.

—¿Otra vez tuviste aquel sueño? Hacías ruidos muy raros, por lo que vine a tu habitación a ver si estabas bien.—  Me explicaba mientras se sentaba a lado de mi en la cama, dándome una mirada comprensiva. Ezra siempre era el que más se percataba de todos mis sentimientos, a él no podía mentirle, de los tres, el era el que mejor me conocía.

—Si, pero estoy bien, no te preocupes, solo ha sido un sueño.—mentí, hoy había algo diferente, los había sentido tan real, sus abrazos, sus besos, los extrañaba tanto.

—Venus... sabes que a mi no me puedes mentir, han pasado 32 años desde aquel día, pero se el impacto que aún tiene en ti.—una vez más, Ezra se había dado cuenta de mi mentira, mientras pegaba mi cabeza a su pecho, este acariciaba mi cabello llenándome de tranquilidad. —Pero nosotros estamos aquí contigo, somos tu familia Venus, no volverás a estar sola.

—Gracias Ezra, no me hace gracia pasar toda la eternidad pegada a 3 idiotas que no hacen más que causarme dolor de cabeza, pero no me queda de otra.—Dije con un tono divertido para cambiar de tema, al ver su ceño fruncido solté una pequeña carcajada, y me separe de el

—No puedes negar que sin nosotros tu vida sería muy aburrida hermanita.—Dijo con un tono de superioridad mientras se levantaba de la cama.

—O tal vez más tranquila.— Le reproche mientras caminaba hacia el baño para tomar una ducha.— Ahora sal de mi cuarto si no quieres que te desfigure tu feo rostro

—¿Y de que vamos a alimentarnos? Este precioso rostro es el que trae el alimento a esta casa, no puedes destruir algo así.—intente no soltar una carcajada al verlo preocupado tocando su rostro, pero termino cediendo y salió de mi habitación, no sin antes mostrarme la lengua.

El agua caía sobre mi piel, aun podía sentir esa pequeña presión en el pecho, y sin darme cuenta, lágrimas resbalaban de mi mejilla, no podía dejar de pensar en mis padres, en casa, daría lo que fuera por volver a verlos una vez más.

Al salir envuelta en una toalla, tomé unos jeans azules, una remera blanca, con unos tenis blancos, me mire al espejo y mi piel lucia más pálida que de costumbre, así que aplique un poco de rubor, rímel, y un labial hidratante.

Baje las escaleras y me encontré con Ashton y a Michael viendo un anime, que podría apostar, fue idea de Michael.

—Es que no me puedes decir que Sanji es mejor que Zoro ¿viste como se sacrifico por su capitán?.—Al parecer estaban discutiendo que personaje era mejor, típico en ellos.

—Sanji con una patada te regresa hasta el Kinder, no puedes ganar contra algo así.—Ashton parecía indignado, mientras señalaba el televisor.— Venus, ¿quién crees que es mejor, Zoro o Sanji? Escoge bien que se donde duermes.— Me dijo serio, ¿de verdad ellos eran mis hermanos mayores?

—Creo que es un tema que requiere una discusión muy seria, así que responderé cuando regrese a casa, es un tema importante.— Conteste lo más seria posible, intentando reprimir una sonrisa, mientras cogia mis llaves con mi bolso, iba a ser un día largo, por lo que revisé que tuviera mi cartera con mis tarjetas y el suficiente dinero para sobrevivir hasta regresar

—¿Ves? Que Zoro es mejor dice.— Le respondió Michael a Ash mientras le daba un pequeño golpe en la cabeza.— ¿vas a salir Venus? — preguntó dirigiéndome una mirada confusa al verme poner el abrigo y coger mi bolso.

—Si, volveré en la noche, no me esperen para cenar, díganle  a Ezra que no se preocupe, estaré bien.— Les conté mientras les daba un beso en la mejilla a cada uno.

—Con cuidado, si necesitas algo, llámanos, estaremos en 5 minutos.—  Contestó Ashton mientras ambos regresaban la mirada para seguir viendo el televisor, Michael solo asintió a lo que Ash dijo y levantó su pulgar dándome a entender que estaba de acuerdo.

Al salir de casa, espere a que pasara un taxi, afortunadamente no tardo en pasar uno y le hice la parada.

—Al aeropuerto por favor. — Le pedí al taxi, el cual solo asintió viéndome por el retrovisor con una sonrisa.

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Cuando llegue al aeropuerto, camine hacia el mostrador donde se encontraba una mujer rubia, de al rededor unos 40 años.

—Un boleto para San Diego, por favor.— Le pedí amablemente a la mujer, la cual al verme, sonrió y asintió tecleando en la computadora.

—Estas de suerte cariño, hay un vuelo que está por salir en 20 minutos ¿tienes equipaje para documentar? — me observó en busca de alguna maleta.

—No, solo un bolso de mano.— Le conteste con una sonrisa mostrándole el bolso negro.

—Oh, en ese caso, aquí tienes tu boleto, en un momento escucharas el llamado de abordaje, ten buen día cariño.— Con una sonrisa cálida me respondió, a lo que solo asentí como agradecimiento.

Media hora después, llamaron para abordar el vuelo que saldría a San Diego, y al subir al avión, me acomode con mis audífonos, para escuchar algo de música en lo que llegaba a mi destino, solo serían un par de horas por lo que no me preocupe por la hora, aunque una parte de mi se sentía culpable al no decirle a mis hermanos a donde me dirigía, aunque, tampoco es que hayan preguntado, entonces no sería mentir ¿o si?

𝔈𝔱𝔢𝔯𝔫𝔦𝔡𝔞𝔡 || lrh.Where stories live. Discover now