Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Guillermo Rossete solía vivir a tres horas de Obregón. Pero de pronto, sus más cercanos vecinos ya no lo habían visto más. Nadie sabía que había pasado con él. Unos decían que se había mudado a otro pueblo y otros.. que había vuelto a Obregón. Lo cual sería imposible de creer para muchos, pues en ese lugar había muerto su hermana.
- Mnh.. - le sonrió. Sacó una de sus más bonitas armas y la paseó por su cuello. - te gusta esta?
Hasta sus más grandes amigos afirmaban que se había vuelto loco, otros deciían que podía tener principios de esquizofrenia después del accidente de su hermana. Lo único que deseaban era ayudarlo de alguna manera.
- Ami sí. Está perfecta... - volvió a sonreír. Y la tiró al sillón que estaba a su lado. -pero yo quiero usar otra cosa contigo preciosa... - entonces abrió un pequeño maletín de cinco llaves.
'Navajas.'
Tres años después de aquella gran pérdida, todos le habían perdido el rastro. Y el caso de la muerte de su hermana terminó perdido entre los expedientes policiales. Nadie nunca volvió a darle importancia. Nadie nunca volvió a mover un dedo por él y por la muerte de Dania. Simplemente dejaron que esta muriera sin justicia alguna.
- Viste como terminó tu amiga?- la mandibula empezó a temblarle sin control - la viste? - le preguntó gritándole. Lú solo logró afirmar con la cabeza, mientras las lágrimas le brotaban por los ojos sin retención. - así vas a quedar tú también, si es que antes no me provoca matarte.
El tiempo continuó. Y él ya no vivía tranquilo. Sabía que su hermana no descansaría en paz hasta que él o alguien de su familia hicieran justicia por ella.
- Quién soy? - acercó su repugnante rostro hasta el de Lú. Esta intentó cerrar los ojos. - pregúntaselo a tu novio muñeca... -fuertemente arrancó la cinta adhesiva de la boca de Lú. Esta soltó un grito ahogado. Intentó respirar.
Y él sería quién cobraría venganza por aquel accidente que había provocado la muerte de su hermana. Sería él, pues era el único que sabía toda la verdad. El único que sabía ese gran secreto.
-El te sabrá explicar con exactitud lo que hizo.. - le susurró, tuvo la idea de acercarse a los labios de Lú. Ligeramente lastimados por la cinta adhesiva. Se los besó. Ella apretó los ojos, sintiéndose completamente sucia. Guillermo movió sus labios, moviendo los de ella. - te gustaria saberlo?....