Capítulo 14

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☆Previamente☆

Lizette vivió
por un año en
el hospital del
refugio, por su
condición. 🤕

Todo lo que había
pasado con su
familia,le hacía
sentir culpable. 😓

Hasta que un día
decidió empezar
a ayudar en el
hospital. 🙇‍♀️

Su última tarea,
estar al pendiente
de Daniel. 🧐

Ahora estará en
investigación y
entrenamiento,
¿qué pasará con ella?
😱😱😱

Ahora estará eninvestigación yentrenamiento,¿qué pasará con ella?😱😱😱

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Narra Lizette: Nuevas personas.

Desperté en este horrible cuarto y di gracias a Dios porque no era claustrofóbica. Por la manera tan estrecha en la que estaban ordenadas todas estas literas, me hacía querer tumbarlas para hacerlas caer en efecto dominó.

La verdad era que me sentía ansiosa desde que me movieron a este edificio, volví a estar rodeada de ese gas, y aún con ese traje especial, me hizo tener muchos recuerdos y esa horrible sensación de respirar veneno.

También pensé en cómo la tonta de Julieta no me dejó contar mi historia, como si se trataba de algo... ¡ugh! es mi historia, yo podía contarla a quien quiera y no me hacía sentir mal. Hace tiempo me sentía muy culpable por la muerte de mi hermana y mi mamá, pero debía entender que todo fue un accidente y debía avanzar.

Miré hacia la litera de al lado, ahí debía estar Daniel, pero supuse que se levantó temprano. La manera en la que me vio antes de dormir, me molestó, él pensó que no lo noté, pero vi muy bien cómo miró mis marcas, con pena. Pero yo no lo sentía así, eran mis marcas y punto.

Sentí un hormigueo, miré hacia el techo y efectivamente, mi sexto sentido no me mentía, en la cama de arriba, ese niñito estaba espiándome, y en cuanto lo descubrí, se escondió en su cama.

—Pero si ya nos conocemos, no tienes que espiarme, amiguito. —Esperé que me escuchara y se animara a decirme algo, pero nada pasó.

Sin meditarlo un poco me asomé a su cama y él de un brinco me hizo saber lo asustadizo que era, igual ya lo había notado, pero ahora no cabía duda.

—Yo no espiaba, lo juro —me afirmó y asentí para calmarlo un poco. Entonces escuché que alguien reía por lo bajo y me giré para ver a la chica con la que yo compartía litera y durmió un par de metros sobre mí.

—¿Sí? —Le reté con la mirada.

—Miente, y déjame bajar, estás ocupando todo el espacio entre las literas y yo muero de hambre. —Me quité, pero no dejé descansar mi mirada, nadie molestaba a mi nuevo amiguito.

Lista para matar.Where stories live. Discover now