Dia 25: Aliens

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Rocket piensa que toda arma, energía estelar, nave o tecnología que quiera, será suyo.

No importa el valor, no importa el costo: sea pagando, robando o engañando. No descansará hasta tenerlo.

Es por eso que ahora, por segunda vez, está negociando por tener aquel increíble brazo.
Negociando, porque no es un salvaje, primero es la diplomacia según Quill.

—Te servirán para cualquier planeta que vayas —explica con unas monedas en sus garras, sonriendo con suficiencia sin que le importe que el humano frente a él le miré con fastidio, Rocket no quiere caerle bien, el quiere su brazo de un metal raro.

—Voy a repetirlo por última vez —le dice el tipo—No estoy interesado.

Rocket se queda en silencio un momento, lo mira levantado el hocico. Y suspira.

—Mira, amigo del rubio que habla demasiado...

—Bucky —interumpe el humano—y él es Steve. Se conocen como cinco años.

—¡Claro que no! ¿Crees que pasaría todo mi tiempo en este planeta incivilizado? —responde Rocket como si fuera lo más obvio del universo— además soy un guardian de la galaxia, no solo se un planeta.

Hay un silencio, y cuando Rocket ve que su futuro proveedor está por cansarse de él, piensa en algo más que puede ofrecerle.

—¿Que tal esto? —habla mostrándome la pequeña batería amarilla que aún guardaba, había creído haberlas gastado todas con el lunático padre de Quill, pero quizá uno se había quedado escondido en la nave.

Entonces cuando el humano observa la batería con cierta curiosidad, Rockert sabe que esta ganando terreno.

Pero de repente un circo de voces  interrumpen el momento. Y la sala de esa base, que había estado casi vacía hasta ese momento, comienza a llenarse de gente, de mucha gente: Los humanos que se dicen a si mismo "vengadores" o lo que restan, una especie de brujos dimensionales, un rey y sus guardespaldas, y obviamente sus compañeros que habían vuelto, incluso la Gamora del otro tiempo.

Rocket empieza a fastidiarse, pero espera que todos se acomoden para la dichosa reunión de un día después que Thanos fue vencido.

—Bien —empieza Steve. Claro que sabe su nombre, solo que le es interesante fastidiar al Bucky— vamos a devolveremos las gemas a su tiempo y pienso que quizá sólo uno debe llevarlos.

—Seria lo más pronto posible —indica Bruce, el gigante verde— muchos de ellos puede alterar una nueva línea de tiempo que podía ser un peligro para el universo.

—No podemos permitirlo —opina el rey.

Y así es por varios minutos, opinan y hablan, y hablan y Rocket está fastidiado. Hasta que ya no tiene más paciencia.

—Bien, bien —se levanta sobre el sillón— ¿Es que todos son idiotas?

Y no hay ni uno en esa sala que no tenga los ojos sobre él.

—Es obvio lo que tienen que hacer —rocket se encoge de hombros. Cómo nadie habla o parece entenderlo. Suspira exasperado—¡las gemas! idiotas, usen las gemas —expone haciendo énfasis con sus brazos peludas— Usen las gemas para devolverlo a sus respectivos tiempo, e incluía antes de eso revivan a sus amigos y traigan devuelta a Gamora que Quill engordara más por depresión. Y así  la otra Gamora se regrese a su casa.

Todos se miran uno a los otros sin pronunciar palabra.

—¿Que? ¿Nadie lo pensó? —frunce el ceño mostrando su molestia— si esas gemas pudieron desaparecer medio universo ¿Que no puede hacer? —exclama— de una vez que termine esta absurda reunión porque empiezo a tener hambre

Fictober Stucky 2020Where stories live. Discover now