Tirano Mimando "Esposa" a Diario.

Capítulo 77: Ambicioso

El bebé no podía entender lo que decían los dos adultos. Sus ojos redondos parpadearon cuando su pequeña mano agarró a su padre sin soltarlo. Chasqueando su pequeña boca, dejó escapar balbuceos suaves.

Song Song apretó ese folleto en su mano, sintiendo un sentimiento incontrolable de vergüenza cuando su cerebro subconscientemente reemplazó a las personas en las imágenes con Li Xiao y él mismo. Pero lo que dijo Li Xiao fue extremadamente correcto. Esta también era su obligación, aunque este tipo de cosas era vergonzosa, en realidad no lo encontraba desagradable.

Se quedó en silencio por un momento, Song Song de repente extendió la mano y levantó a su hijo, luego se dio la vuelta y salió. Cuando regresó, Li Xiao estaba sentado en la cama mirándolo. Song Song caminó hacia él, se sentó en la cama y luego guardó silencio.

—Yo...

No terminó de hablar cuando Li Xiao dijo —Zhen tampoco quiere dejar que vuelvas a quedar embarazado.

Song Song se sentó allí en silencio sin moverse, luciendo como si estuviera listo para ser desplumado. Al final, Li Xiao fue el primero que no pudo resistirse, se presionó para besar a Song Song, quien estaba tragando saliva incluso antes de ser tocado.

Se bajaron las cortinas de la cama, Li Xiao una vez más experimentó cuán raro y precioso era el comportamiento obediente de Song Song. Era una emperatriz bien calificada, un padre bien calificado e incluso un amante extremadamente bien calificado.

Su obediencia al tratar con Li Xiao básicamente no tuvo un resultado final.

El día siguiente fue de descanso. Li Xiao abrió los ojos, sintiendo su espíritu renovado mientras respiraba el olor de la persona acunada en sus brazos. Song Song todavía dormía profundamente. Su rostro dormido estaba tranquilo, respirando suavemente. En su cuerpo había un aroma familiar para Li Xiao, extremadamente fresco y limpio, también era extremadamente cautivador.

Song Song dormía tan profundamente que ni siquiera se molestó cuando el hombre lo olió y lo besó por todas partes. Cuando se despertó medio aturdido, Li Xiao ya regresaba de practicar su habilidad con la espada.

Al darse cuenta de que hoy era un día de descanso, Song Song bostezó, sintiéndose somnoliento de nuevo.

Li Xiao ni siquiera lo molestó.

Él personalmente ayudó a Song Song a lavarse la cara, le trajo agua para que hiciera buches, lo convenció para que comiera un poco y luego lo dejó volver a dormir.

Después de muchos días de hambre, una vez que su deseo fue calmado, la felicidad de Li Xiao se pudo ver claramente en sus palabras y acciones. Como estaba de buen humor, los sirvientes pudieron arreglárselas mucho mejor. Algunas personas inteligentes que entendieron las pistas agradecieron en secreto a Song Song por sacrificar su cuerpo para alimentar al tigre.

Hacer feliz a Li Xiao era parte del deber de Song Song, sin mencionar que los dos se amaban mutuamente, a Song Song no le disgustaba este tipo de cosas.

Una cosa es no rechazarlo, pero tener que hacerlo todos los días todavía era intolerable. Después de satisfacer a Li Xiao durante tres días seguidos, Song Song claramente sintió que su energía decaía. Esa noche inmediatamente, se envolvió en un capullo de seda y solo permitió que Li Xiao lo abrazara y no comiera.

Al ver que no estaba interesado, Li Xiao no clamó por más e incluso se volvió para llevar a su hijo para que jugara. Asomando la cabeza, Song Song vio al pequeño bebé que se portaba bien y se abrió camino entre las mantas. Li Xiao lo agarró de inmediato y lo besó. Song Song lo empujó con una mano y le dijo —No lo aplastes.