Ésta Noche Te Llamaré

Capítulo 1: Cosa de una sola vez

Hope ya se arrepintió de haber venido aquí.

Había pasado una hora. Una hora de lidiar con adolescentes borrachos o drogados (o una mezcla sólida de ambas). Una hora de beber a sorbos de un solo vaso de cerveza barata. Una hora de estar al lado de un barril, intentando y fallando en mantener una conversación con Josie. Estaba en medio de su tercer y patético asentimiento hacia Josie cuando Hope finalmente suspiró e inclinó su cabeza hacia atrás, drenando la última de sus cervezas.

En algún lugar de la fiesta, Penélope Park seguramente estaba al acecho con una cerveza, una sonrisa maliciosa y todas las malas intenciones de meterse con Josie esa noche. No era que Hope odiara a Penélope, de hecho, le gustaba hablar con alguien que compartía su rápido ingenio y su compromiso con la magia. Pero Hope odiaba todo este asunto de ir y venir que Penélope había tenido con Josie durante los últimos meses. Josie era su mejor amiga y rara vez se veían ahora. Y cuando sí salían, Josie solía estar divagando furiosamente (con cariño) sobre Penélope.

Una Hope mucho más tonta de hace unas horas había pensado que si se forzaba a venir a esta fiesta con Josie, entonces tendrían la oportunidad de pasar algún tiempo juntas. Hope incluso hizo el esfuerzo de vestirse relativamente bien. Su cómoda sudadera negra fue cambiada por una falda ajustada y una blusa blanca con los botones de arriba desabrochados, su pelo bien peinado hasta pasar los hombros.

Se movió, sintiendo la fría brisa fluir por su falda y bailar sobre sus muslos otra vez. No ayudaba que se estuviera congelando y la música estaba a punto de hacer sangrar sus oídos. Hope echó un vistazo a Josie, que, como es obvio, estaba mucho mejor vestida que ella, y suspiró cuando vio a su mejor amiga buscando a Penélope en el abarrotado campo.

El fondo de su taza era visible excepto por un anillo sobrante de oro líquido y Hope pensó que debía arreglarlo.

—Voy a ir a buscar otro trago. ¿Quieres uno?

—Mhm, eso suena loco —Josie respondió distraídamente, haciendo obvio que no estaba prestando atención en absoluto. Hope puso los ojos en blanco antes de mojar la punta de sus dedos en la taza medio llena de Josie, tirándole la cerveza a la cara.

—Hope, ¿qué demonios?

Josie se sacudió, claramente no esperaba eso. Se tomó un momento para revisar su ropa, asegurándose de que no se había mojado en el proceso, y luego le hizo una mueca a Hope como si la acción no hubiera sido merecida.

—Apenas me has dicho una palabra en toda la fiesta —Hope dijo con un encogimiento de hombros. La vista de la cara arrugada de Josie hace unos segundos había sido divertida, pero trató de no demostrarlo en un esfuerzo por mantener a Josie cerca—. No me dijiste que estaríamos buscando a Penélope. Si me hubieras avisado, habría traído unos binoculares para sacarte del aturdimiento

—No estoy buscando a Penélope —Josie protesta pero incluso ella puede decir que es débil. Se desinfla en segundos—. Vale, bien. Esperaba que pudiéramos hablar esta noche pero... creo que desapareció con una rubia.

Las ex-novias y las emociones no son exactamente lo primero que le vino a la mente cuando Hope imaginó de lo que hablarían esta noche, pero como sea. Al menos finalmente están hablando. Hope se anima con la idea de ser la persona a la que Josie llegue con todo ésto. Los Mikaelsons no suelen ser los mejores amigos, pero Hope está dispuesta a intentarlo, especialmente por Josie.

Ahora que la atención de Josie está en ella, Hope se da cuenta de que espera algún tipo de consejo a cambio. Hope se revuelve, tratando de pensar en todas las técnicas que usó para superar lo de Landon el año pasado.

—Tal vez podrías encontrar una rubia por tu cuenta —Hope dice.

Cuando las cejas de Josie se arrugan y abre la boca, sin parecer convencida en absoluto, Hope explica más.