Capítulo 1: Las Entrañas Del Infierno

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Entre la oscuridad de las vacías calles de la ciudad de "Lakeside Village" , se escuchan unos leves sonidos de tacones, estos iban a un ritmo apresurado, como si estuviera arrancando de algo o alguien. Una mujer de unos treinta años corría sin observar a donde iba, tenía la ropa desordenada al igual que sus cabellos como si hubiera forcejeado con alguien. Se dirigió a un callejon, donde no había ningún rastro de vida. Cuando ya se vio atrapa entre la gran pared y su captor, prefirió dar un gran grito para alertar a los vecinos, pero una suave mano con un pedazo de tela cubrió su nariz y boca, ella no sintió nada solo un gran sueño.

Martes 13 de Agosto del 2019

Los policías arribaron el lugar, sirenas sonaron llamando la atención de todos los vecinos que vivían alrededor del lago. Habían llegado por una llamada de una anciana quien paseaba a su perro cerca del lago y este había encontrado un cadáver. Cuando llegaron al lugar el equipo, cerraron todo el lago con un cinta policíaca, y se encargaron de minuciosamente encontrar algún rastro de quien había hecho este atroz acto
El cadáver que yacía escondido entre las rocas del agua, estaba con los ojos reemplazados por botones de color celestes además de tener símbolos de recibir repetidamente a puñaladas en su pecho. Eso motivo a que los periodistas con ansia a una nueva e innovadora noticia salieran de sus respectivos canales. Ver a esos mosquitos que se aprovechan del miedo de las personas para crear "noticias", le provocaba un sentimiento de furia al Detective Naib Subedar, un hombre serio de baja estatura, ojos color celestes y cabellos castaños, sostenía una pipa en su mano derecha mientras observaba a los periodistas con el ceño fruncido.

-Señor Subedar-llamó un hombre con una banda en sus ojos, este mantenía en sus manos un pequeño cuaderno.

-¿Que tenemos, Novato Clark?

-Una mujer de treinta años de cabellos castaños, no hay señales de robo ni de abuso sexual, sólo marcas de apuñaladas por un cuchillo de cocina comun y diria que el trabajo del retiro de los ojos no es de un profesional, es muy desordenado y no tan cuidadoso- dijo, el policía Clark, leyendo desde sus notas, subió la mirada al escuchar como el otro hombre se ponía a fumar delante suyo.

-Es la tercera que encontramos en el mismo lugar y con los ojos de botones, ese idiota se está burlando de nosotros- gruñó, Naib, mordiendo con fuerza su pipa.- ¿Tiene identificación?

-Si,la encontramos en uno de sus bolsillos- Indicó, el policia. De su chaqueta sacó una billetera, en donde le entregó a su jefe la identificación.Naib la reviso detenidamente sin dejar de fumar. -Su nombre es Verá Nair.

-Ninguna de sus víctimas se parecen-dijo, Naib. Retiro de sus labios la pipa, para luego alejarse del lugar, sin antes susurrar unas palabras a su acompañante.- Hay que encontrarlo antes de que mate de nuevo.

Mientras tanto, en otra parte de la ciudad, más específico, en una cancha de la "Universidad Sol" , se celebraba las finales de Tenis para jóvenes. En este combatían a muerte por un punto, Mike Morton, un joven de 19 años, delgado, cabellos rizados y de color del oro, ojos celestes y pecas decorando sus redondas mejillas; en el otro lado, estaba su archienemigo Williams Lewis, un hombre fuerzudo, de piel morena y cabellos negros. Fue un partidor duro y con la atención de todos en el lugar por saber quien sería el nuevo campeón de la Universidad.
En un momento, Mike contrataco con mucha potencia, fue tan rápido su ataque que el otro hombre no pudo reaccionar. Anotó el punto faltante para ganar el partido, los gritos resonaron por todo el estadio, el joven rubio celebró dando saltos de alegría y con mucha motivación se dirigió al otro lado de la cancha para felicitar a su rival por su gran trabajo y esfuerzo.
Pasaron las horas y ya todos se retiraron de la cancha, Mike se despidió de su entrenador, y con bolso en mano se dirigió hacia la salida. Camino por un buen rato hasta llegar a las afueras del recinto, en ese entonces, una mano se posó en su hombro sorpresivamente dándole un gran susto al menor. Al voltearse, se encontró con un hombre alto, cabello oscuro, ojos marrones y una singular cicatriz en el ojo izquierdo.

–Norton ¿Que haces aquí?– preguntó, Mike. Dejó su bolso en el suelo, y se acercó al hombre para darle un abrazo. Sintió un olor extraño en la ropa de Norton pero lo ignoro, no quería parecer maleducado.– Pensé que ya te habías ido, el público siempre se va mas temprano que los jugadores.

El menor le quedó mirando fijo  a los ojos, eso provocó que los nervios del otro hombre aumentará, sus mejillas se pusieron de un color rosado y sus ojos esquivaron los del rubio.

–Si... Pero... Quería acompañarte a tu casa, ya que como hay un asesino suelto, pues pensé.. Que sería buena idea–Tartamudeo,se rasco atrás de la cabeza para amortiguar sus nervios.

Mike asintió con una sonrisa que enamoro al de la cicatriz. Ambos se fueron de camino al hogar del menor, conversaron sobre el partido y de la preparación de un meses para ese encuentro. Norton lo observaba atentamente mientras el rubio le hablaba con mucha emoción sobre sus temas de preferencia, estaba locamente enamorado de él. Al llegar, el rubio se despidió del mayor y entró a su hogar.
Norton iba a irse del lugar, cuando escucho unos golpes dentro de la casa, se escabullo en el jardín y desde una ventana vio al menor en el suelo llorando. Lo que más le sorprendió fue que había una mujer con una correa gritándole algo que no se podía percibir,por ende, acercó su oreja al vidrio para escuchar la conversación.

"Llegaste tarde ¿en donde estabas?" - gruñó la mujer.

"Estaba entrenando, mamá" al parecer esa respuesta no era la correcta, ya que, la mujer lo golpeó con la correa en los brazos dejándole unas marcas bien notorias.

No quería ver más eso, dentro de él se despertaba una bestia que sólo salía de noche. Quería matarla, quería torturarla... Quería... Quitarle esos horribles y repugnantes ojos. No soporto más y salió corriendo, fue en dirección a su hogar, lo cual quedaba al otro lado de la ciudad a unas cuadras del lago. Al llegar a su hogar, lo cual era una simple casucha de madera sin ventana y con un sótano, creado por el para su propia diversion. Con la respiración agitada y la ropa sudada, ahora estaba más tranquilo y pudo pensar en lo que había visto. Entró a su habitación, donde era de las paredes color rosados, una gran cama con las sábanas color rosado pastel, un gran espejo al medio, un ropero y muñecas de trapo con los ojos de botones esparcidas  por todos los rincones de la habitación. Abrió el mueble con mucha fuerza, provocando un gran estruendo, lo que había adentro provocaría un gran escalofrío a cualquier persona que lo viera. Era un altar al tenista Mike Morton, dentro de él había fotos, un mechon de cabellos y una muñeca al igual que las otras pero con la apariencia del joven rubio. Sostuvo entre sus manos la pequeña muñeca con la pariencia del menor, la acarició lentamente admirando su gran belleza y con dulces palabras le dijo:

-Yo te protegeré, mi muñeca.

La casa de muñecas (NaibxEli) Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum