La casa de muñecas (NaibxEli)

Capítulo 3: Un Cálido Abrazo

Al llegar el jefe Naib Subedar al lugar, vio como los policías intentaba controlar a los periodistas quienes ansiaban de una nueva historia para sus canales, ellos al ver al jefe  salieron corriendo en dirección a este.

–Señor Naib Subedar, ¿esta desaparición tiene que ver con el "asesino de muñecas? –preguntó la más joven del grupo, puso su micrófono en la altura de la boca del mayor y lo siguió hasta donde cortaba la cinta amarilla.

–Estamos investigando–contestó fríamente, Naib. Continuó su camino pasando por debajo de la cinta, su rostro de seriedad no cambió hasta llegar dentro del lugar, donde lo esperaba el Doctor Carl, quien estaba tomando las muestra de sangre en la puerta trasera.

Naib, lo dejó hacer su trabajo y se fue a la cocina donde estaba Lady truth escribiendo las declaraciones de Eli y Mike en su libreta. El jefe les quedo mirando por un momento. Luego, y como era de costumbre de él, reviso cada centímetro del lugar, sus ojos viajaron por el piso, los muebles, el techo... Se fijo en un gran agujero en el, hecho por una bala.

–Eli, ven aquí ahora

El nombrado lo miró con extrañeza, miró a la mujer esperando una respuesta pero ella bajó la mirada hacia su libro, luego volvió a observar a Naib. Con voz bajo y temblorosa le contestó:

–Lo siento estoy con lady...

–Ven ahora– ordenó, Naib. Su voz gruesa imponente, hizo que Eli sintiera un escalofrío subir por su espalda. Trago saliva y con una mirada triste se dirigió hacia el mayor de pelo castaño y ojos celestes. Al llegar enfrente de él, su jefe apuntó hacia arriba donde estaba la grieta creado por su arma. Eli se rasco atrás de la cabeza y soltó una risa nerviosa.– No es gracioso, eres un policía deberías tener el control de tu arma te imaginas si alguien hubiera estado en el segundo piso y haya recibido ese disparo.

–Lo siento, jefe–se disculpo, avergonzado. Bajo el rostro y sus mejillas se pusieron de un tono rojizo, no le gustaba la manera en que lo miraba Naib, sus ojos le causaban un sentimiento confuso en el.–Tendre más cuidado.

–Más te vale– dijo Naib, poniendo fin a la conversación. Camino hacia la mujer quien había terminado la entrevista con Mike, el menor rubio se retiro del lugar escoltado por un policía. Cuando Naib ya no divisó más la figura de Mike se puso en marcha con los acontecimientos y la evidencia ocurrida en el lugar.

Eli le quedó mirando como le daba órdenes a todos, se sentía un inútil en este momento, si tan solo  pudiera demostrarle a Naib lo fuerte y capaz que era. Sentía que su jefe lo veía como un "tonto" y un "inútil". Respiro hondo y subió las escalera con melancolía, hacia tiempo no estaba en esta casa. Pudo reconocer las decoraciones baratas compradas en un mall chino que cerró hace años atrás y los cuadros rotos de una familia destrozada por el alcohol y las drogas, el tapiz de las paredes estaba destrozados y con suciedad. Entro a la habitación de Mike, vio póster de grandes tenistas pegados en las paredes, un mueble sin una puerta donde guardaba su ropa, un cama con sábanas de color azules y  un cojín blanco, pero lo que le llamó la atención al policía fue que encima de esta habia una caja de color rosa. Con mucho cuidado retiro la tapa de esta y lo que vio lo dijo boquiabierto. Era un vestido blanco tejido a crochet, tenía las medidas exactas para el menor, además de eso, había una nota con la frase escrita con diferentes letras de periódico , lo cual decía "Te amo". Sin mas preámbulo, bajo las escaleras rápidamente y se fue a la cocina donde estaba Naib con guantes plásticos revisando los cuchillos que habían en la cocina, por si había falta de uno.

–Jefe, tiene que venir– dijo, Eli agitado y con un rostro pálido por la nueva información que obtuvo.

–No molestes, estoy ocupado... –no termino la frase, cuando sintió como una mano lo agarraba de la muñeca y lo arrastró hacia arriba. No se resistió ni nada, sólo se quedó con los ojos abiertos observando como los cabellos del castaño se movían al correr.
Eli, lo llevó a la habitación y le mostró el contenido de la caja. El jefe reviso lo que había dentro, sacó el vestido lo cual se asemejaba a uno de boda y después analizó la tarjeta y su escrito, era la primera víctima que había recibido un regalo antes de ser secuestrada.