un suspiro.

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Todos suspiraron de alivio al ver que Zen-oh- sama lo había tomado bien.

Pero al terminar la reunión,todos miraron con odio a Beerus.

Beerus: ¡¿qué,tengo algo en la cara o qué?!

Vermouth: no te hagas el payaso.

Beerus: quien lo dice.

Vermouth: ¡grr,no estés con tus bromas! ¡ese chiquillo casi hace que nos maten!

Beerus: ¡pues ese chiquillo no hizo nada malo! ¡solo es un niño!

Vermouth: por esa razón debiste dejarlo en tu planeta.

Beerus: y que se lo comiera algún animal. No estoy loco,él será el más fuerte de los universos y no dejaré que lo maten. Ya lo verás,todos se arrodillarán ante el universo siete y ni tú ni todos estos sopencos lo detendrá.

Quitella: ya veremos,raquítico.

Geen: ¿a quién llamas sopenco?

Liquir: no te hagas muchas ilusiones,Beerus. Es solo un mortal,no le veo brillo ni nada que me diga que puede llegar a ser como dices.

Beerus: hmp,zorrita,soy yo quien lo va a entrenar.

Liquir: ¡¿cómo osas llamarme así?!

Beerus: ¿cómo? ¿Zorrita? No veo que no tenga que ver contigo.

Liquir: Hmp, eres sólo un idiota que al seguir hablando demuestra lo infantil e ignorante que eres. Vamos—Le habla a su ángel y al Kaio.

Vermouth: con tal de que no nos maten por su culpa...

Todos decidieron irse.

Ya en su planeta,Beerus sujetó a Goku de la cola,haciéndolo chillar.

Beerus: casi haces que nos aniquilen a todos- el pequeño sollozaba,viéndolo- hoy no cenas...

Lo suelta,Goku cae al suelo y queda sentado con los ojos llorosos y el labio temblando,amenazando con llorar.

Beerus: ¡y ni se te ocurra llorar,porque te aniquilaré!

El pequeño empieza a derramar lágrimas,sin hacer ruido. Solo se escuchaba cuando sorbia por su nariz,sollozando. Ya sabía lo que podía pasarle si lloraba amargamente.

Whis lo mira de reojo. Ve como el señor Beerus se va,toma al pequeño en brazos,quien se apega a su pecho,mojando un poco sus ropas y se teletransporta a la habitación del menor. Lo deja en su cuna.

Goku ya había empezado a hipar debido a que no dejaba de llorar,ya que vio que Beerus se había ido muy molesto con él.

Whis: bien sabes que no puedes desaparecer así.

El pequeño Goku lloró hasta cansarse y quedarse dormido,muy dolido y hambriento. En su rostro se mostraban unas pequeñas marcas rojas cerca de su nariz y sus ojos,los cuales estaban algo hinchados.

Pero nadie esperó que bastante tarde,alguien abriera la puerta,esos ojos amarillentos lo miraban fijamente. Lo mueve un poco,logrando hacer que despertara.

Goku lo vio con miedo y se alejó de él. Cosa que hizo que sintiera que algo dentro suyo se estrujara,pero no le tomó importancia a ese sentimiento.

Goku: no...- le dio un manotazo para que se alejara.

Beerus: Goku...¿acaso no quieres comer? Tranquilo,no te haré nada- trata de acariciar su cabello pero la cola de este se enreda en su mano,impidiendo su acción.

El saiyajin lo mira inseguro de si acercarse,pero un rugido de estómago hizo que se decidiera por arriesgarse.

Gateando se acercó al dios destructor,quien lo tomó en sus brazos y le puso el pezón del biberón en la boca. Este empezó a succionar,haciendo que el líquido saliera.

Termino ese biberón y pidió otro,luego otro. Dejando tres biberones vacíos,más el que tenía ahora,el cual estaba dejando a medias.

Lo hizo eructar,luego lo mece un poco para que vuelva a dormirse.

Pero no esperó a que dijera...a que dijera lo siguiente.

Goku: pa...papi...- puso su mano sobre su pecho. Cada que pestañeaba,tardaba más en abrir los ojos de nuevo,hasta que se quedó dormido.

Beerus no dijo nada,parecía que había perdido el habla al oírlo decir esa palabra.

Una minúscula sonrisa se dejó ver,la cual desapareció unos segundos después.

Mi papá, el Dios de la destrucción 《Goku y Beerus》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora