Capítulo 2

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Después de aquella confesión por parte de Soojin, las cosas, inevitablemente, cambiaron. Si antes de aquello, la relación entre Shuhua y el grupo de amigos de su hermana estaba algo truncada, a partir de aquella conversación, dejó de quedar con ellos y se centró toda su atención en su novio. Soojin, cada vez que intentaba hablar con ella, las cosas se ponían incómodas. Tanto una como la otra no querían forzar la situación en la que se encontraba y aquello solo llevaba a distancia entre ambas. A Soojin no le apetecía siquiera acercarse a su casa, aunque Yuqi siguiera siendo una de sus mejores amigas, por temor a molestar a la morena. Y Shuhua pensaba que, si se acercaba demasiado a su amiga, solo complicaría las cosas y le costaría que se olvidara de ella.

Evidentemente, Yuqi se encontraba en el medio de toda aquella situación y se había dado cuenta de que algo pasaba entre su hermana y una de sus mejores amigas. No quería meterse en problemas que no eran suyos, porque conocía a ambas lo suficiente como para saber que sabían hablar las cosas y que lo acabarían solucionando, pero aquello no impedía que la pelirroja se sintiera preocupada por lo que podía pasar entre ellas dos.

Dos meses después de la conversación, sin embargo, todo seguía igual. Aquella mañana, una nueva semana y día de instituto empezaba para Shuhua y para Soojin. La pequeña se tuvo que levantar más pronto de lo habitual, como ya era costumbre las últimas semanas, para ver a Kino antes de empezar las clases y, aunque no lo dijera, para no tener que cruzarse con cierta morena.

Cuando Shuhua apareció por la cocina, Yuqi ya estaba desayunando cualquier cosa mientras esperaba a que pasaran a recogerla. Al ver a su hermana pequeña tan apurada por salir de la casa, tuvo que detenerla momentáneamente.

- Shuhua, ¿a dónde vas tan temprano?

- Yuqi, lo sabes perfectamente. Voy a estar con Kino un rato antes de entrar en clase.

- Lo sé. Pero creo que no te había visto con tanta necesidad el salir corriendo de buena mañana. – la morena empezó a pensar una rápida excusa para aquella verdad como un templo. Siempre, aunque quedara con el chico, desayunaba tranquilamente con su hermana, de ahí que la pelirroja estuviera extrañada con la situación.

- Bueno, es que me dijo de vernos más pronto de lo normal y ya llego tarde. Por eso salgo tan rápido. – Shuhua intentaba evitar el contacto visual con Yuqi, porque sabía que era muy mala mentirosa y que esta se acabaría enterando de lo que pasaba por su cabeza. Pero, si sus palabras mostraban duda, la mayor no hizo comentario al respecto.

- Está bien. Tiene sentido. Aun así, es curioso que os tengáis que ver tan pronto por la mañana y no quedar por las tardes. Además, ya no te vienes con Soojin y conmigo a clase, que es casi una tradición desde que nos hicimos amigas. – Shuhua suspiró de espaldas a su hermana. Sabía que le intentaba sacar un tema del que no estaba preparada para hablar.

- Bueno, las cosas cambian, supongo. – la morena hizo como que miraba el reloj que no llevaba en la muñeca. – Madre mía, qué tarde es. – intentó exagerar, provocando la risa de su hermana. – Me tengo que ir. Te veo por ahí. – y tomó sus cosas para salir de la casa.

Solo fue cuando estuvo alejada algunos metros de su hogar cuando pudo respirar tranquilamente. Realmente se decía que evitaba a Soojin para darle el espacio que necesitaba para que las cosa pudieran ser como antes, pero ya no se creía ni sus propias palabras. Sin embargo, se olvidó de aquello momentáneamente y se centró en llegar lo más pronto posible al encuentro con su novio. Kino la esperaba en un tranquilo parque, cercano al instituto, pero en un punto alejado de miradas discretas. Él decía que era para que nadie los pudiera molestar y Shuhua no puso ningún inconveniente, ya que no tenía experiencia en relaciones y veía bien todo lo que su novio, mayor que ella, decía.

𝑫𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒂𝒅𝒂 𝒂 𝒗𝒐𝒍𝒗𝒆𝒓 𝒂 𝒕𝒊 - SOOSHUWhere stories live. Discover now