Capítulo 7

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- ¡JinJin! - escuchó Soojin, nada más salir de clase a la hora de la comida. Giró a su derecha y se encontró con Shuhua, la única que la llamaba de aquella manera, corriendo hacia ella para abrazarla. La mayor aceptó gustosa el gesto y se lo correspondió.

- Hola Shu, ¿qué haces aquí? ¿No tenías clase en la otra punta del centro?

- Sí, pero hemos acabado pronto y he venido a ver a mi mejor amiga. ¿Puedo? - preguntó, algo burlona, aunque con la carita adorable a la que la morena no se podía resistir.

- Por supuesto que puedes, no deberías ni preguntarlo. - Soojin negó sonriendo. Aquella chica no cambiaría. - ¿Vamos a comer?

- Sí, para eso he venido a por ti. Pero ¿te apetece que comamos tú y yo solas. Es que quiero preguntarte algo. - Shuhua cambio su tono a uno más vergonzoso, lo que llamó la atención de Soojin.

- Por supuesto. Hoy he traído comida de casa, así que, si quieres, vamos al césped. - Shuhua asintió y la abrazón por el brazo para comenzar a caminar hacia el exterior del edificio.

Buscaron un lugar tranquilo, aunque no demasiado alejado de las clases, bajo un árbol que ambas conocían. Desde que Shuhua entró al instituto, aquel sitio había sido donde ambas conversaban cuando querían privacidad. No es que no confiaran en sus amigos, pero algunas cosas preferían tratarlas entre las dos. Así que, se sentaron en silencio, cada una de ellas sacando la comida que había llevado aquel día. Soojin se dio cuenta de que lo único que llevaba Shuhua era una ensalada y veía que era poca cantidad para lo que había acostumbrada a verla comer, así que no pudo evitar que le llamara la atención.

- Shu, ¿eso no es muy poca cantidad de comida?

- No, está bien. He comido mucho esta mañana en el desayuno y sabía que no iba a tener mucha hambre ahora, por lo que no me he puesto mucha comida. – a Soojin aquello le pareció algo raro, pero prefirió dejarlo estar.

- Vale, me lo creo. Pero, si necesitas más comida, dímelo y vamos a la cafetería a pedir cualquier cosa. – Shuhua asintió y se volvieron a quedar en silencio. A los minutos, y viendo que ella no iba a empezar, fue la mayor quien dio el paso de iniciar la conversación. – Y bien ¿de qué querías hablar? Soy toda oídos.

- La verdad es que seguro que lo consideras una tontería. Será mejor que no cuente nada. - Soojin sabía que sí era importante, pues le hacía lo mismo cada vez que le daba vergüenza hablar de algo que la preocupaba, por lo que se acercó a ella y le levantó el rostro de la comida para mirarla a los ojos.

- Shuhua, nos conocemos perfectamente como para saber que te preocupa algo. No tienes que molestarte en ocultarlo. Sea lo que sea, voy a escucharte como siempre he hecho, ¿de acuerdo? - la pequeña asintió tímidamente. Soojin se quedó perdida en sus ojos, aquellos ojos castaños casi negros que la habían enamorado, pero, cuando se dio cuenta de la corta distancia que había entre ellas, tragó saliva y se separó todo lo discretamente que pudo. - Bueno, dime, ¿qué ha pasado?

- Pues la verdad es que yo misma lo quisiera saber, pero no estoy del todo segura. Te pongo en contexto. El otro día estaba con Kino en su casa, solos porque sus padres habían salido. Nos besábamos, como siempre hacemos, e incluso le dejo que me toque de más, porque me gusta que lo haga. Sin embargo, él quería ir a más y yo no le dejé. La cuestión es que, después de tanto tiempo juntos y sabiendo que le quiero, aunque no se lo haya dicho en voz alta, aún no me siento preparada para ir más allá. Lo lógico y lo más común es que me sintiera a gusto con llegar a esa situación, pero, cada vez que estamos cerca, me bloqueo y no puedo continuar. No sé qué me pasa. - Shuhua se llevó las manos a la cara, signo de la confusión y la frustración que sentía consigo misma.

𝑫𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒂𝒅𝒂 𝒂 𝒗𝒐𝒍𝒗𝒆𝒓 𝒂 𝒕𝒊 - SOOSHUOù les histoires vivent. Découvrez maintenant