Capítulo 5: El extraño del bosque

1.9K 511 173
                                    


Para cuando Shang Qinghua llegó a la casa de su abuela, esta estaba arrodillada frente al pequeño altar que tenía en el jardín, inciensos quemándose a su lado y estatuillas de diferentes seres descansaban frente suyo.

"No de nuevo, abuela..." Shang Qinghua depositó la cesta en el piso y se apresuró a levantar a su abuela. Era finales de otoño próximo al invierno, estas temperaturas no le harían nada bueno a su enfermedad.

Su abuela, para estar enferma y ser de tercera edad, opuso mucha resistencia para levantarse del pequeño altar.

"No...A-Hua, hay una fractura, hay que cerrarla, A-Hua si no la cierro..."

"De nuevo murmuras cosas que no entiendo, abuela, cualquier rito que estas haciendo puede esperar a la mañana"

"No no no no puede, él esta allá fuera, se aprovechará, A-Hua debo terminar" la voz de su abuela se hacia más débil conforme seguía hablando, Shang Qinghua la recostó en su cama y añadió más leña a la chimenea. Cerró con fuerza todas las ventanas y puertas de modo que ninguna brisa fría pudiera filtrarse.

Depositó las medicinas en el escritorio de su abuela y se dirigió a la cocina a hacerle una sopa.

Su abuela ante todo esto todavía seguía murmurando varios "No".

"Abuela, si me dices cómo seguir el rito tal vez lo pueda terminar por ti ¿Eso te calmaría un poco?"

"A-Hua no debe, no quiero que te veas metido en eso"

"Y yo no quiero que salgas a la intemperie y empeore tu salud ¿Qué hacemos, entonces?" Un suspiro de su abuela y Shang Qinghua supo que había ganado.

"Escucha con atención..."

Shang Qinghua estuvo más tiempo del que tenía planeado en la casa de su abuela, la mayor razón era por su propia terquedad. No se iría sin ver que su abuela estaba estable y tranquila. Un tazón de sopa y las dosis semanales de medicina parecieron hacer el truco, su abuela durmiendo pacíficamente en su cama protegida del frío.

Ahora, venía la otra parte de su tarea.

Shang Qinghua se arrodilló ante el altar y prendió de nuevo los inciensos, ya había anochecido y su única compañía en la oscuridad era la lámpara de papel que llevaba consigo para regresar a la aldea. Repitiendo exactamente las palabras que le enseñó su abuela se inclinó ante cada una de las estatuillas que había en el altar.

"Va'esse deireádh aep eigean, va'esse eigh faidh'ar"

En el plato de ofrendas empezó a quemar las vísceras de distintas animales que le había dado su abuela. Y volvió a inclinarse ante las estatuillas nuevamente. Cuando dio la última inclinación la luz en su lámpara empezó a parpadear, una brisa fuerte sopló por el bosque casi llevándose su caperuza, las aves ocultas en los árboles emprendieron el vuelo súbitamente.

... ¿Había-había hecho esto mal?

Bueno, si lo maldicen de todos modos ya tiene mala suerte.

Revisando por última vez a su abuela, cerró la puerta de su casa y emprendió el camino devuelta a la aldea.

"Qué raro, el extraño del bosque normalmente se daría cuenta que estoy aquí" No había ojos azules ocultos entre las sombras y Shang Qinghua se sintió un poco solo en el trayecto de regreso. No conocía muy bien lo que hacia el extraño del bosque cuando no lo visitaba, suponía que hace lo que cualquier bestia ancestral hace.

Ni idea de que fuera.

Sus pensamientos se detuvieron cuando escuchó un gruñido a sus espaldas.

A red dot in the darkness (Moshang)Where stories live. Discover now