Cap 08 Llorando por un trauma no superado

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Kurama trago en seco, ¿A qué se refería el mayor con “merecer un castigo”?

El peli violeta se alejo del rostro del menor y se concentro en su pequeño y moreno cuello, primero lo beso, dándole la bienvenida, fue algo agradable y hasta relajante para el menor, después de aquello el mayor comenzó a besar el cuello con las fuerza, de vez en cuando pasaba su lengua de un lugar a otro y mordía pequeños pedazos de piel dejando enrojecidas marcas en un intento de decir “Este cuerpo me pertenece” A lo que el mayor paso de besos tiernos a movías mas apasionadas, algo comenzó a reaccionar dentro de los pantalones del moreno.

Kurama se mordía la lengua, ya se había aguantados tres suspiros y dos gemidos y seguiría así hasta que el mayor cediera o hasta que pudiera golpearlo de una forma que pudiera apartarlo.

El mayor paso sus manos por el pecho del menor, sin separar sus labios de aquel cuello que él habría declarado como suyo. El moreno no se había puesto camisa, así que simplemente facilito el trabajo para Minamisawa, con un lento paso el mayor paso sus manos por aquel pequeño pecho y descubrió que era mil veces mejor acariciar ese pequeño cuerpo que cualquiera de los otros 10.000 que ya había tocado.

Por mucho que ambos estuvieras disfrutando de aquello, había algo que invadía la mente del menor, que no lo dejaba disfrutar.

Cada agarre que le hacia Minamisawa le recordaba a aquella noche cuando fue violado. Por muy suave que fuese el mayor, Kurama sentía que estaba siendo brusco con él. No podía decir nada, la voz se le había ido por el miedo de sentirse de nuevo aquella sensación. Y la fuerza se le había escapado del cuerpo por la misma razón. Lo mismo había ocurrido cuando había tenido relaciones sexuales años atrás, con la diferencia de que el siempre se metía con ukes, por lo cual el siempre era el que incentivaba las caricias. Además de que el mismo se obligaba a tener relaciones, dado a que no quería quedarse en aquel oscuro rincón que su infancia lo había encadenado.

Las mejillas y la punta de la nariz se le sonrojaron, y las lágrimas comenzaron a salir, apretaba con fuerza los ojos por dos razones, uno por que quería que las lágrimas dejaran de salir, y dos por el enojo y la rabia de volver a sentir aquello.

Minamisawa, a pesar de estar tan concentrado en hacer sentir “placer” al menor noto aquello y de inmediato se detuvo, se apoyo de nuevo en sus rodillas alejando su cuerpo del menor y volvió a la posición que tenia al comienzo.

- ¿Kurama? Oye… no es para tanto, no te pongas así – el mayor no sabía que decir, jamás creyó que el hacer eso haría que el pequeño rompiera en llanto.

El cabello de Kurama estaba un poco levantando y ambos ojos de este eran visibles, estaban fuertemente cerrados y tenía las mejillas emparamadas de lágrimas, el menor levanto una de sus manos, las cuales ya estaban libres y con su brazo se tapo los ojos, más que enojo sentía vergüenza por qué sabía que Minamisawa lo estaba viendo llorar.

- Lo siento mucho… No sabía que… - Kurama de golpe le tomo uno de los brazos, abrió los ojos, no podía ver muy bien, tenía la vista totalmente empañada, como pudo intento decir algo, pero fue inútil, su boca ni siquiera se abrió así que se limito a negar en un intento de darle a entender al mayor que nada de eso era su culpa, a pesar de que Minamisawa entendió el gesto no evito sentirse culpable.

El mayor se retiro del encima del cuerpo del moreno y se sentó a su lado.

Kurama nunca había llorado por su violación, se había negado a hacerlo, pero en ese momento fue diferente, por primera vez en su vida se dejo llevar y saco todo aquello que tenia, las lagrimas salieron a gran velocidad una tras otras, el moreno no genero ningún tipo de sonido que no fuera el de intentar tomar aire. Estuvo llorando por media hora y ahí estaba el peli violeta, sentado a su lado, sin saber qué coño estaba pasado, le acariciaba la cabeza al menor, en un intento de decir “aquí estoy… no estás solo” finalmente el menor se quedo dormido, aun con la cara empañada y llena de lagrimas.

Minamisawa al ver que el pequeño ya se había quedado dormido suspiro, ¿porque habría llorado de ese modo? arropo al moreno y le seco las mejillas que aun estaban empapadas, al terminar con su trabajo fue hasta su cama y se acostó, no logro conciliar el sueño y tardo más de dos horas en poder dormirse, había quedado perplejo después de ver como el moreno reaccionaba.

En la mañana siguiente el primero en despertar como siempre fue Kurama, quien de inmediato recordó lo que había sucedido la noche anterior, de depende una depresión se adueño de su cuerpo y los ojos de nuevo se le aguaraparon. Se hizo bolita por así decirlo y se quedo en esa posición, sin importarle si llegaría tarde a clases.

A la media hora se despertó el peli violeta, se estiro un poco y se rasco el estomago, miro a ambos lados y logro ver a Kurama quien aún seguía en aquella extraña posición. Al recordar lo sucedido la noche anterior prácticamente se lanzo de una cama a otra.

- ¡KURAMA! - le llamo haciendo que el menor levantara el rostro, las lagrimas ya se habían secado pero seguía con las mejillas y la punta de la nariz enrojecidas.

- Unmm... bu-buenos días - dijo como pudo avergonzado por lo que había sucedido.

- ¿Estás bien? ¿Que paso anoche? - pregunto algo sobresaltado.

- No quiero hablar de aquello - murmuro con un aura deprimida a su alrededor.

- Por favor - pidió el mayor, este se encontraba arrodilladlo al lado de la cama y sostenía la mano del moreno.

- De acuerdo... pero por favor no vayas a interrumpirme y prométeme que no se lo dirás a nadie - le amenazo frunciendo el seño, era un tema realmente delicado, Minamisawa asintió respondiéndole…

La ruidosa habitacion 513 (13/13)Where stories live. Discover now