Cap 09 Una tarde terapéutica

364 25 3
                                    

Kurama al ver que el peli violeta no desistía decidió contarle.

- Vale... cuando tenía 7 años... - comenzó a hablar, Minamisawa escucho la historia, cada vez que el moreno decía algo este abría mas y mas los ojos hasta que por fin termino.

- JODER, GRANDICIMOS HIJOS DE LA PUTA MADRE QUE LOS PARIO, OJALA SE ESTE PUDRIENDO EN ALGUN OSCURO RINCON EN EL INFIERNO - grito y gruño furioso el mayor quien estaba terriblemente impresionado por la historia del pequeño.

- Minamisawa - lo regaño por aquellos malos deseos.

- Se lo merecen - gruño, tenía el rostro sonrojado, se le notaba que estaba realmente molesto.

- No se puede hacer nada... son cosas del pasado... estoy bien - murmuro Kurama mientras se abrazaba las piernas. En ese momento el mayor dejo su odio y se concentro en el peli celeste.

- Por eso te pusiste así anoche - recordó, el moreno asintió, realmente no tenía idea de que decir en un momento como ese - ¿Quieres estar solo? – le pregunto, quizás se sentía incomodo con su presencia, pero el moreno negó con la cabeza.

- ¿Podrías faltar a clase hoy? Por favor – le pidió con un hilo de voz.

- No tienes ni que pedírmelo – dijo el peli violeta con un tono juguetón aligerando un poco el ambiente, el menor rio un poco pero de nuevo cayó a la depresión.

Ninguno de los dos desayuno esa mañana, el menor solo por esa vez dejo que el peli violeta fuera tierno con él, mientras Kurama estaba acostado de costado sobre su cama Minamisawa estaba sentado a su lado y de vez en cuando le acariciaba la cabeza.

A lo que fueron las 12 alguien toco a la puerta, el moreno hizo además de levantarse a abrir, pero el cara pálida fue mucho más rápido y abrió sin preguntar antes quien era. En eso una taheña entra sin pedir permiso a la habitación, vestía unos tacones de cómo 10 centímetros de altos, una mini, repito MINI falda y una camisa ajustada sin mangas.

- ¿Qué se te ofrece? – pregunto sin mucho interés el cara pálida quien aún seguía al lado de la puerta abierta.

La chica miro a Kurama en la cama con un poco de desprecio y luego volteo a ver a Minamisawa.

- Unas chicas me dijeron que no habías ido a clase hoy así que quise saber que te pasaba y si necesitabas algo – dijo la pelirroja con un tono de voz que hasta un retrasado mental notaria que se le estaba insinuando.

- Weeeh taheña, desde aquí se te ve hasta el alma – canturreo el moreno desde la cama, la chica indignada voltea a verlo.

- Ya quisieras – contesto a una propuesta nunca dicha haciéndose sentir la gran cosa.

- Ja – rio – No me lo pararías ni aunque hicieras un baile erótico sobre mi – se burlo y sin embargo hablo muy serio. La chica se sonrojo e hizo además de acercarse a continuar con aquella absurda pelea. Pero Minamisawa la tomo por la cintura arrastrándola hasta afuera de la habitación.

- Hoy no tengo ganas, gracias – le dijo cerrándole la puerta en la cara. En eso voltea a ver al moreno, levanto una ceja recordando lo que había dicho - ¿En serio no se te pararía? – pregunto incrédulo, el menor se encogió de hombros y puso una mueca que decía “¿Cómo coño quieres que lo sepa?”

La alocada visita de la taheña había logrado algo, romper por completo el hielo y hacer que el moreno volviera a actuar como siempre, con los ánimos un poco más encendidos el menor se levanta de la cama y se estira.

- ¿Te sientes mejor? – Le pregunto el mayor, este solo asiente – Y… ¿Podemos hablar? – tenía muchas cosas que quiera preguntar, pero no quería hacerlo hasta que el moreno se sintiera mejor, sin embargo el pequeño le indicando que estaría dispuesto a hablar.

El cara pálida camino hasta la cama y se sentó al lado del moreno, pero no dijo nada.

- Adelante… pregunta – lo insistió. Minamisawa suspiro.

- Me dijiste que no eras virgen… ¿Cómo hiciste las otras veces para no reaccionar así? – pregunto un poco directo el mayor.

- Siempre me había metido con chicos menores que yo… así que siempre fui el seme, no se sentía tan incomodo, además, no dejaba que me toquetearan mucho – Kurama demostró ser una persona muy sinvergüenza, hablaba de cosas con esa sin pena ni nada.

Minamisawa pregunto y pregunto, sacándose de muchas dudas e incluso haciendo sentir mejor al menor, esta tarde fue mejor que cualquier terapia con el psicólogo.

- ¿Terminaste ya? – pregunto un poco agobiado el peli celeste, después de responder a todas las preguntas del cara pálida.

- No – dijo como si nada el peli violeta, el pequeño suspiro y accedió a seguir contestando - ¿Puedo besarte? – muy directo de parte de Minamisawa.

- No – respondió muy seguro Kurama negándose a dejar que el peli violeta lo besara de nuevo…

La ruidosa habitacion 513 (13/13)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora