Hija del Sol

Capítulo 12

El conde, no, el rey de Trixos estaba teniendo un buen día. Estaba en su sala del trono releyendo una y otra vez el papel que le había entregado su título. Los días en los que los gobernadores se burlaban de él por ser tan solo un conde con aspiraciones imposibles habían terminado. Ahora ya no respondía ante nadie porque ese era su reino.

— Señor – llamó el mayordomo interrumpiendo su felicidad —, hay un hombre en la puerta que desea hablar con vos.

— Y ¿quién es ese hombre? — preguntó el ahora rey mostrando todo el aburrimiento del que era capaz.

— No lo sé, su alteza. Dice que tiene información sobre los rebeldes.

— Bueno en ese caso haz que pase. No vamos a despreciar un poco de información aunque sea sobre nuestros queridos amigos revolucionarios.

El nuevo rey se irguió en su trono y al cabo de un minuto entró un hombre harapiento. Debía de tener unos 22 años de edad aproximadamente y, a pesar de las heridas que presentaba, caminaba como un soldado. Tenía un pelo muy rizado de color castaño claro y una perilla del mismo color caramelo.

Pero lo que más le llamó la atención al rey de Trixos fue la gran cicatriz reciente que ocupaba la mitad de su cabeza. Probablemente se quemó la cara en alguna batalla o algo así, pensó el conde.

— Su alteza — dijo el joven a la vez que se inclinaba haciendo una reverencia.

El rey no cabía en su gozo. Era la primera vez que alguien le hacía una reverencia.

— He venido porque he oído de vuestra coronación y sus circunstancias y me gustaría que escucharais lo que tengo que deciros sobre quienes os han concedido ese privilegio. No son quien dicen ser.

Ahora sí que estaba sorprendido. ¿Los rebeldes no eran quienes decían ser? ¿Qué narices significaba todo aquello? ¿Qué tenía que decir ese desconocido al respecto?

— Prosigue, te escucho. Pero antes me gustaría que me dijeses tu nombre para que pudiera llamarte de alguna manera.

— Me llamo Horloge, su majestad.

— Bien, Horloge. Di lo que tengas que decir.

Horloge se aclaró la garganta mientras pensaba como abordar el tema.

— Los rebeldes os han engañado. El hombre que decía ser el líder no lo es. Los rebeldes están en realidad dirigidos por una mujer.

El antiguo conde se sorprendió y se horrorizó al oír eso. ¿Una mujer había conseguido conquistar una región entera de Clotilde? ¿De verdad le había pedido permiso a una mujer para que le concediera la independencia a su ciudad? Ahora el rey se sentía idiota.

— Pero no es una mujer cualquiera. Es una elfo Kroo.

Aquello empezó a parecerle al nuevo rey el principio de un gran chiste.

— ¿Una Kroo? ¿Viva? No digas tonterías. ¿Tienes alguna prueba?

Que una mujer gobernase un ejército era una cosa creíble — y sobretodo humillante — pero decir que se trataba de un elfo Kroo rozaba la locura. Quizá el mendigo estaba loco y en realidad no sabía nada sobre los rebeldes. Todo aquello podría haber sido una broma pesada de no ser por el olor a quemado que se coló por la ventana sorprendiendo al ex conde.

El rey saltó de su asiento para mirar por la ventana ante la mirada atónita de Horloge, que no se estaba enterando de nada porque había perdido su sentido del olfato.

A través de las vidrieras pudo ver a la muchacha. Iba montada sobre un caballo negro como el carbón que sobre dos patas relinchaba mientras que su amazona prendía fuego a los campos de Trixos. De sus manos salían llamaradas que calcinaban las cosechas de todo un año.

Horloge se había acercado al rey y ahora le ponía una mano en el hombro.

— ¿Esa es prueba suficiente para ti? — preguntó el joven.

El rey seguía mirando a la ventana totalmente perdido. Horloge sabía lo que se sentía al ser traicionado, conocía el deseo de venganza que recorría tus venas y el odio que nublaba la visión.

— Tranquilo, majestad, dejadme dirigir el ejército y yo me encargaré de ella.

Hola.

Perdonad que haya tardado tanto en actualizar, estaba ocupada.

El capítulo ha quedado un poco corto pero ¿qué os ha parecido? 

Creo que Elián va ha tener serios problemas porque Horloge ha vuelto para liarla muy parda y esta vez parece que tendrá más ayuda.

No pudo prometeros una actualización por semana (ya habéis visto que lo incumplo mucho) así que iré subiendo capítulos cuando pueda.

Hasta la siguiente actualización.

Plumas ;)