Revivir|The walking dead| Carl Grimes

Capítulo 2

Camine unas cuantas horas más por el bosque hasta que llegue a la carretera, era de mañana pero no una mañana muy linda, estaba nublado, el cielo estaba gris pero un gris extraño parecía como si hasta el cielo se hubiera dañado, hasta que unas pequeñas gotas empezaron a caer, recorrían mi cara y me erizaba la piel, tenía frio y me dolían mucho los pies, no había ni comido ni tomado nada desde el río, me sentía débil pero no podía parar si paraba entonces estoy segura que después no querría seguir, deje de pensar en que prácticamente iba a morir, gracias a la regla de 3, y que es la regla de tres, pues la regla de la supervivencia 3 minutos sin aire, 3 horas sin refugio, 3 días sin agua y 3 semanas sin comida, me apegó a esa regla, papá siempre decía que una regla te puede salvar la vida y bueno en esta vez no se equivocó.

Según lo que recuerdo por aquí debe haber un vecindario, solo tengo que llegar en unos 40 minutos si no tengo ningún inconveniente.

(.....)

Camine un poco más y vi una casa luego otra y otra, estaba sudando, pero no de cansancio tenía fiebre y ya no siento mis piernas entonces empecé a correr antes de que me desmaye o algo, llegue a una casa Blanca parecía intacta, como sí el apocalipsis no hubiera ocurrido.

Deje mis cosas en el sofá y trabe la puerta, y le puse un estante para que en la noche ningún caminante entrara. Eran las 17:03 pm o en otras palabras 5:03, tengo un reloj militar me lo dio mi mamá era lo único que me quedaba de ella, marca la hora y el día, hoy es 31 de Octubre de 2018, seria Halloween si el mundo no se hubiera ido a la mierda, amaba Halloween siempre me atragantaba de dulces con Nick mientras Charlie decía que nos íbamos a enfermar y nos quitaba nuestras bolsas, Tyler por otro lado odiaba ese día ya que era la festividad favorita de mamá y siempre hacían algo especial hasta que se fue, como era el mayor fue el que más tiempo paso con mamá.

En la cocina había latas de carne enlatada, prendí la chimenea me quité la ropa quedando en ropa interior y puse a secar mi ropa y zapatos.

Estaba comiendo esas latas de carne enlatada, que por cierto creo que están pasadas pero bueno con hambre como casi cualquier cosa, escuche un gran trueno y me asome a la ventana y había una tormenta rayos y truenos, no me había dado cuenta de lo fuerte que llovía ni tampoco lo oscuro que estaba, mire mi reloj y eran las 20:03 pm ósea las 8:03pm, no me di ni cuenta de lo tarde que era.

Me acerqué a la ropa y ya estaba seca así que me la puse, encontré unas cobijas con las que me envolví y me senté enfrente de la chimenea.

Pasó un rato me entretuve escuchando las mismas tres canciones que tenía un MP3 viejo que encontré en el cuarto de quién parecía un adolescente, pero como ya no está ahora es mío, y como hago con todo lo que es mío, lo marco, le escribí en la parte de atrás ZG.

Escuche a alguien intentando abrir la puerta, primero pensé que era un caminante así que cogí uno de mis cuchillos y me asome por la ventana, aún intentaban abrir la puerta, al verlo me sorprendí, era un chico de mi edad o quizás un año mayor, era más alto que yo, tenía un sombrero vaquero y estaba muy mojado gracias a la tormenta. Empezó a maldecir el no poder entrar estaba frustrado por no poder abrir esa puerta, pensé que se iba a ir cuando justo miro a la ventana donde yo estaba, hicimos contacto visual y ambos nos quedamos inmóviles, sus ojos eran azules o bueno eso creo porque las ventanas estaban empañadas, rompí el contacto visual y me iba a alejar de la puerta cuando el grito.

—¡Déjame entrar! —dijo él en tono firme y se pegó en la ventana.

—No—dije con voz firme también cerca de la ventana.

—¡Vamos! ¿por qué no? —yo solo negué con la cabeza. —Por favor...—dijo con un tono "amable" esta vez.

—¿Como sé que no me vas a hacer daño? —pregunte y justamente por eso no lo quería dejar entrar.