Capitulo Tres.

6.4K 488 45
                                    

Las clases han terminado y me siento exhausta. Para ser primer día de clases nos han bombardeado con tareas para las siguientes clases. Sumamente agotador. Ya quiero que sea nuevamente vacaciones para poder pasar el día en mi casa leyendo en pijama.

Camino tranquilamente con April hacia la salida del enorme edificio. Ella resultó ser más habladora de lo que pensaba, al parecer, me ha agarrado confianza rápidamente.

—Todas nuestras clases de hoy fueron juntas—parlotea April—¿me mostrarías tu horario?—me pregunta con las mejillas sonrosadas por la vergüenza.

Le sonrío tranquilizadoramente.

—Claro—le digo mientras descuelgo mi mochila del hombro y empiezo a rebuscar dentro. Cuando lo encuentro se lo doy amablemente y sigo caminando.

—¡Genial!—susurra alegremente—tenemos casi todos los días igual— dice en un tono más alto para hacerse escuchar por encima del murmullo de los estudiantes recién saliendo de las aulas—menos los miércoles y jueves. Soportable. ¿No crees?

Asiento y le doy una de mis mejores sonrisas. Con ella sonrío siempre, sea con ademán tranquilizador, o porque simplemente es natural reírse de sus ocurrencias. Su alegría es contagiosa.

< - Ella es agradable -> piensa.

Sonrío para mis fueros internos.

< - Oh dios mío, bombón a la vista -> sigue pensando April y volteo a ver hacia dónde ella tine clavada la vista boquiabierta.

Observo a Dominick caminando con un paso seguro hacia nosotras mientras sonríe. Medio sonrío ya que obviamente, él es capaz de escuchar los halagos dirigidos hacia él de parte de mi nueva amiga.

—Ann, cariño he estado esperándote, vámonos—dice Dominick. Se detiene a nuestro lado. Me mira con una sonrisa torcida y luego dirige su mirada hacia April. Ella le sonríe tímidamente y él de devuelve la sonrisa, pero con coquetería.

—Dominick—digo alegremente—Ella es April—señalo a mi lado.

—Hola, April— sonríe encantadoramente y hace que la propia April tartamudee.

—H-hola Dominick, un gusto—se sonroja levemente.

¡Oh vamos, no es tan guapo!

< - Deberías dejar de hacer eso, Dominick -> le reprendo.

< -¿Por qué? -> responde con un tono de burla.

< - No es ético. Sabes lo que ella piensa. No hay privacidad contigo ->

< - Soy guapo, ya lo sabes ->

—Y me llamo Antonella—sigo con la conversación sonora para no levantar sospechas—y nada de cariño. Eso es ponerse marica.

—¿Marica? – Ríe escandalosamente perdiendo el aliento, tanto que tiene que inclinarse y apoyar sus manos en sus rodillas—,te pasaste—niega con la cabeza.

—Ya—le contesto rodando los ojos y jalo a la embobada April para alejarnos del alegre Dominick.

Luego de salir del instituto a pie arrastrando conmigo de manera apresurada a April, nos disponemos a cruzar la pista dirigiéndonos al parado. Por el rabillo del ojo veo un automóvil acercarse pero calculo que está demasiado lejos para alcanzarnos. Lo que no calculé fue la velocidad en la que iba. Dos segundos después lo noto demasiado cerca de nosotras sin ninguna intención de frenar. Mi única reacción es cerrar los ojos fuertemente mientras espero el impacto del coche con mi cuerpo.

Escucho el chirrido de las llantas producto del freno impulsivo que da el conductor del auto. Apenas era consciente de los alaridos de April hasta ese momento. Abro los ojos y veo un Nissan Touring negro, porque mi padre tuvo uno de esos antes de morir, cuando aún teníamos auto.

AnormalidadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora