Capítulo dos

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"El primer año en Hogwarts."

Draco no había buscado a Potter en el tren, sabiendo que estaría con Weasley y esa era una discusión que no volvería a pasar, por lo que esperó hasta que llegaron a las escaleras para acercarse a él, tocando suavemente su hombro. Cuando el elegido  lo miró, Draco se sorprendió al recibir una sonrisa tan grande.

— ¡Hola! No logré encontrarte en el tren, y tampoco podía preguntarle a nadie sobre ti porque no sabía tu nombre...—Potter lució apropiadamente avergonzado cuando Draco le arqueo una ceja, y el rubio no debía de sentir la satisfacción que llegó a su pecho.

—Mi nombre es Draco—le proporcionó, una burla subyacente en su tono. Escuchó un resoplido de risa y casi se congeló, pero luego recordó con quien estaba Potter ahora. Claro que no se iba a librar de esto.

Potter, sin embargo, miró a Weasley con el ceño fruncido.

— ¿Por qué te ríes?

Draco miró a Potter, sintiéndose algo descolocado, pero sin que su máscara fría se removiera ni un segundo. De todas las formas en las que se pudo imaginar esto, nunca llegaba a Potter enojándose con Weasley.

El pelirrojo miró al niño con conmoción, y un poco irritado, porque defendiera a un Malfoy por sobre todas las cosas. La profesora McGonagall llegando fue lo único que detuvo la disputa. Ella comenzó con su discurso, pero Draco apenas y se centró en el murmullo de su voz, alejándose un poco del dúo, instalándose nuevamente entre Vincent y Gregory. La familiaridad de la situación lo mantendría lo suficientemente centrado, sin la necesidad extrema de mirar por su hombro a cada paso, no con ellos dos allí.

Volvió a si mismo mientras caminaba por el pasillo para llegar al lugar donde los esperaba el sombrero seleccionador, que en este momento entonaba su canción, bajo los ojos maravillados de todos, inclusive los que ya sabían que eso sucedería, e incluso conocían de memoria la letra.

"[...] esa gente que utilizaría cualquier medio para lograr sus fines..."

Draco sonrió, casi con sorna. Cada día que pasó desde que se le presentó esta nueva oportunidad ha estado haciendo exactamente eso.

Los nombres comenzaron a resonar por el salón, con el respectivo anuncio de su casa y los aplausos. Estuvo casi ausente mientras los escuchaba como eco, recordando vagamente a donde irían todos de cualquier forma.

—Malfoy, Draco. —llamó McGonagall y el rubio se movió como autómata hasta el taburete, mirando hacia el frente, donde estaban las cuatro largas mesas. El sombrero a penas y fue sostenido sobre su cabeza antes de exclamar que iría a Slytherin.

Go back in time: Primer año.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora