Capítulo siete

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"Oesed"

El primer partido de Quidditch de la temporada estaba por dar inicio, las puertas que dejaban ingresar a los jugadores se estaban abriendo. Las serpientes se mantenían sonrientes y orgullosas mientras los leones jadeaban y se quejaban al ver a Harry Potter entre los uniformados.

Marcus Flint le sonrió con altanería al capitán de Gryffindor cuando este trató de decirle algo a Madame Hooch, quien lucía totalmente complacida de ver a Harry entre el grupo de verde y plata. Las quejas de los leones se apagaron cuando la mismísima profesora Hooch le ladró a Wood que ella había postulado al chico como buscador.

Pronto el partido dio inicio, todos vitoreando a sus favoritos. Draco puede decir que casi sufrió un infarto cuando una bludger decidió perseguir a Harry, pero por suerte Abe Cormac llegó a despejarla, para liberar a su buscador. El rubio estaba más nervioso por saber lo que pasaba en este primer partido que por el resultado en sí, de ahí que no estuviera tan al pendiente de lo que cacareaba el locutor, aunque si sabía que favorecía a Gryffindor.

Vio el brillo dorado de la Snitch revolotear por la zona de las serpientes y golpeó el hombro de Blaise, quien exclamó su sorpresa, logrando llamar la atención de algunos alumnos mayores. Harry pareció verla en ese mismo instante, lanzándose a por ella.

— ¡Tienes buen ojo, Malfoy! —Exclamó Edrick Amery, uno de sus prefectos mayores—. ¡Deberías intentar entrar al equipo!

El rubio se rio incómodo, volviendo sus ojos a Harry. No era algo que estuviese en sus planes, realmente. Amaba volar, y en algún momento le había encantado el Quidditch pero ahora mismo eso era solo un vago recuerdo. La guerra y el Señor Oscuro habían apagado todo eso para Draco.

Inconscientemente apretó su antebrazo, estremeciéndose. Sus amigos lo miraron con confusión. Harry decidió que ese era un buen momento para pasar cerca de la tribuna y Draco volvió a gritar por él, olvidándose de sus problemas. La tribuna verde y plata se inclinó hacia adelante, expectante, cuando una bludger casi le vuela la cabeza al niño que vivió de nuevo. Al esquivarla y evitar una muerte segura, Harry había perdido de vista la pelotita dorada. Se detuvo en lo alto, mirando en todas las direcciones, mientras que los jugadores volvían a moverse.

De repente la escoba de Harry dio un sacudón, súbito y aterrador. El niño creyó que podría caer, sin embargo se sostuvo con todas sus fuerzas, tanto con sus manos como con sus rodillas. Se escuchó el grito de las serpientes cuando anotaron un tanto para ellos, y nadie parecía notar como uno de sus jugadores más jóvenes estaba teniendo problemas con su escoba.

Harry quiso pedirle a su capitán un tiempo fuera, pero la escoba comenzó a moverse por su cuenta, volando en zigzag y dando vueltas en el aire inesperadamente, casi sacándoselo de encima.

Draco, que se había preparado para aquello, sacó unos binoculares y buscó con sus ojos en las gradas, pero no fue hasta que dio con la de profesores que notó algo extraño. Había dos personas moviendo los labios: Snape y Quirrell.

Go back in time: Primer año.Where stories live. Discover now