¿Héroes dónde están?

32.El día esperado

Los días siguientes la pasé más paranoico de lo normal, solo tenía que confiar en los de la Liga pero no era lo mismo que hacer algo por mi cuenta. Pasamos por varias cosas durante la semana, entre ellas nuestros trajes... desde pequeño siempre tuve un idea de traje, dibujaba el diseño mientras mi madre me miraba con felicidad, supongo que ese recuerdo fue lo que me hizo usar el mismo diseño, solo haciendo ligeros cambios.

Uraraka: ¿Izuku ya pensaste tu nombre de héroe?

Izuku: Aún no... no quiero un nombre tampoco.

Uraraka: El primer día Bakugo te llamó Deku, ese sería un buen nombre.

Izuku: ¿Por qué no lo olvidas lo que pasó ese día de una vez?

Uraraka: Lo siento... es que me parecía un buen nombre.

Tener una conversación con Uraraka se hacía tedioso a veces, pero ella seguía apegada a mí.

Izuku: Si tú lo dices... quizás pueda usarlo.

Uraraka: ¡¿De verdad?!

Izuku: Si, solo no hagas tanto drama.

Uraraka: Esta bien.

Se veía contenta cuando le dije eso, aunque ese nombre no me traía buenos recuerdos ella fue la única que no le vio algo de malo.

Iida: ¡Midoriya saca tu cuaderno ya va a empezar la clase!

Izuku: ....

A él seguí sin soportarlo.

Los días restantes fueron yéndose poco a poco y ya tan solo quedaba un día.

Aizawa: Como ya saben mañana tendremos el ejercicio de rescate, procuren llevar lo necesario en especial sus trajes de héroes. Como sea, ustedes ya saben todo eso, lleguen temprano o todos serán castigados.

Diciendo esto los demás se comenzaron a culpar entré sí para que no llegaran tarde, este profesor era un problema, en todos los sentidos, a pesar de saber todo lo que iba a pasar procuraba estar lo más relajado posible o eso quería aparentar. Era raro tener que confiar absolutamente todo a otras personas, si no fuera yo el que estuviera infiltrado quisiera haber hecho todo el ataque solo, pero no había otra opción.

No me molesté en ir al bar ese día porque sabía que ni Shigaraki ni Kurogiri estaban, toda la semana estuvieron fuera sin regresar ni una sola vez, quizás por fin los iba a ver tomarse las cosas enserio, en vez de eso fui al parque y me recosté sobre el pasto. Cuando tenía cinco años mi madre me hacía ver las nubes para que dejara de llorar, no sé por qué la recordaba a ella en momentos como estos, ¿me estará viendo en este momento? Me preguntó qué haría si supiera todo lo que hecho y lo que haré, me reía pensándolo, le pediré perdón si la llego a ver en el otro mundo, pero ahora mismo no me puedo dar ese lujo.

El día había llegado, como esperaba todo llegaron temprano por la amenaza del día anterior, no reunimos afuera de la academia y nos llevaron en bus hasta la sede donde haríamos el ejercicio, antes de entrar nos cambiamos y nos pusimos nuestros trajes, era la primera vez que todo lo usábamos a la vez y se sentía estúpido, me puse mi traje que era muy simple comparado con el de los demás, como el de Kacchan, él había pedido artículos compatibles con su particularidad, otro traje simple que vi era el de Melissa, no era como si algún traje ayudara a su particularidad en este momento, a pesar de todo el asunto sabía que no podía perderla de vista hoy aunque por ese gran poder tenga que sacrificar alguna parte de su cuerpo, podía ser peligroso.

Luego de que todos estaban listos nos llamó el profesor Aizawa.

Aizawa: Quiero presentarle a la heroína profesional No. 13 ella será la encargada de ayudar con el ejercicio, es una experta en rescates.

No.13: Mucho gusto, si necesitan ayuda en algún momento solo díganme, bueno ahora sí podemos entrar.

Todos estaban emocionados por su primera vez con un ejercicio así, yo era el único que pensaba en que sería de cada luego de pasar esa puerta.

Entrando hubo minutos en los que todos apreciaron el lugar pero de un momento a otro la puerta se cerró de golpe, intentaron abrirla pero era inútil estábamos encerrados.

Aizawa: Niños esperen un momento, ¿No. 13 qué fue eso?

No.13: No tengo comunicación, alguien bloqueó las señales.

Con que enserio había preparado todo...

Se abrió un portal hecho por Kurogiri al centro de todo, y como si fuera un ejército salieron varias personas de este, entre ellas Shigaraki con un monstruo enorme a su lado. Los adultos fueron los primeros en darse cuenta lo que estaba pasando.

Aizawa: ¡NIÑOS QUÉDENSE ATRÁS DE MÍ!

Ya era inútil que dijera eso, había comenzado lo que había estado esperando, héroe y estudiantes todos aquí se darán cuenta de cómo es en verdad mundo en el que vivimos...