Capítulo 8

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*Kara Pov.*

¿Cómo le dices que no a tu esposa cuando quiere tanto o más sexo que tú? No, no puedes. Si no me provocaba ella, yo la provocaba. Así nos pasamos toda la noche y así comenzábamos al despertar hasta que decidimos bajar a desayunar teniendo en cuenta la hora que era. ¿Nos habíamos vuelto adictas al sexo? Creo que sí. Bueno, yo ya lo era, pero haberme casado con una mujer que descubrió le gusta tanto el sexo como a mí hizo que mi despertar sea mucho más entretenido que los anteriores como soltera.
Estábamos desayunando con mamá y papá tranquilos cuando papá miró a Lena.

—¿Lena, crees que pueda molestarte con algo?

Ella le dio un sorbo a su café, tragó saliva y le sonrió.

—Por supuesto. ¿En qué puedo ayudarlo, Don Zorel?

—¿Tienes conocimientos de tecnología como para rastrear quién entregó el acceso a mi computadora?

Llevé mi taza con cappuccino a la boca y observé a Lena que volvía su rostro serio de un momento a otro, quedándose pensativa un instante.

—Sí, claro que puedo. Solo que me tomará tiempo.

—No importa el tiempo que te tome. ¿Qué necesitas para ser lo más discreta posible?

—Para no generar sospechas debería tener otro computador con acceso al que tienen en la oficina e incluso debería revisar las cámaras de seguridad de su oficina en los momentos donde queda a solas.

—Puedes usar la mía. —Le dije y me asintió—. Está en el escritorio de la habitación, así que ahí nadie sabrá lo que haces. No van a molestarte ahí.

—Muchas gracias, Lena. —Le dijo mamá y esta sonrió.

—Gracias a ustedes por dejarme ser útil.

Envolví mi brazo por sus hombros, descansándolo sobre el respaldo de la silla y sonreí. Se veía linda cuando sonreía, además de que podía verse claramente que disfrutaba el tener la oportunidad de ayudar tomé nota mental de eso.

—Kara... —Dijo mi padre y sacudí la cabeza para mirarlo—. ¿Crees que hoy puedas acompañarme? Algunos asuntos que tratar y quiero vayas conmigo.

—Por supuesto, te acompañaré.

—Hoy pasaré la tarde en el patio. —Dijo mamá—. ¿Quieres hacerme compañía, Lena? Antes iré a hacer unas compras, quizás puedas venir y te despejas un poco. ¿No hay problema, verdad cariño?

Papá miró a mamá y asintió.

—No hay problema siempre que las lleven los chicos. No quiero estén solas. Y lugares públicos y concurridos.

—Perfecto, iremos al centro comercial. —Le dijo mamá y miró a Lena sorprendida—. ¿Te gustaría que almorcemos ahí?

—Me encantaría, será un placer.

—No se preocupen. —Dijo papá—. Pronto podrán irse de luna de miel, el encierro no será para siempre.

—Tranquilo, papá. Entendemos la situación. —Le comenté y Lena apoyó su mano en mi pierna.

—No me molesta estar en la casa. Es muy grande y con la ayuda que les daré investigando me mantendré ocupada. Además, nada que un libro no pueda solucionar.

—Si te gusta leer hay una biblioteca enorme llena de libros en la sala. —Le dije.

Me miró y levantó una ceja, haciendo que me mordiera el labio de lo sexy que se vio.

—¿Crees que no noté la biblioteca? Lo siento, pero creo que es lo único para lo que no pediré permiso.

—¿Crees que no noté la biblioteca? Lo siento, pero creo que es lo único para lo que no pediré permiso

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Arranged Marriage - Supercorp AUWhere stories live. Discover now