Dicen que los ojos son el espejo del alma, que una mirada dice más que mil palabras y que la conexión siempre rebaza la realidad. Dicen que el hilo rojo del amor puede estirarse, contraerse y enredarse, pero jamás romperse. Dulce y Christopher nunca pensaron que ese reencuentro en aquel foro de televisión desataría un torrente de sentimientos y dudas disparejas. Nunca tomaron precauciones, porque el amor de ficción no traspasaba la pantalla ¿verdad? Pero cuando los sentimientos hablan la razón calla, y la historia se escribe sola en un corazón. Porque el amor real es eterno en la mirada de un corazón extranjero. ¡Historia Vondy!