Capítulo 6

5.4K 292 23
                                    


Como era de esperar, el teléfono celular me trajo problemas, pero lo que Lauren me había enseñado también funcionó, Shawn se tranquilizó, dijo que realmente me hizo bien comprar un celular nuevo. En el cuarto Lauren y yo vimos Invocation of Evil 1, y la primera película fue realmente mejor.

-¿Cómo van las cosas en la oficina? - Lauren tenía una dieta terrible, sobre todo cuando estaba en casa, comía cualquier tontería, así que comencé a cocinar los miércoles.

-Me contratarán tan pronto como me gradúe. Mi jefe me ha elogiado mucho, al igual que los otros abogados de la oficina.

-¿Has estado ahí desde su segundo período?

-No, estuve un año allí y como solo se quedan con los internos solo un año, tuve que buscar otro.

-Lo bueno es que está cerca de tu casa, podrías tener una mejor alimentación si quisieras.

-No soy buena en la cocina, logro no pasar hambre, pero eso es todo. - Ambas nos reímos.

-Puedo prepararte algo.

-En realidad no, es suficiente con lo que tienes que hacer en casa para que vengas a cocinarme. Si quieres, podemos almorzar afuera, comer comida chatarra, pero nada detrás de una cocina cuando estás aquí.

-Demasiado tarde. - Estaba bromeando.

-Solo lo acepté porque me chantajeaste.

-Realmente no me gusta comer comida caliente.
Así que normalmente salgo a comer.

-¿Un becario gana bien? - No debería, pero terminé hablando de eso. Lauren se quedó callada, pareció pensar en la respuesta.

-Shawn tiene más dinero del que crees. - El asunto murió por mi culpa, compartía a Shawn con ella, ya no me importaba, al contrario, a veces me sentía aliviado de mandarlo a su casa solo para tener paz y silencio, porque cuando llegaba solo se quejaba.

-¿Ya te estás preparando para la tesis? - Decidí volver al tema anterior, entendí un poquito de eso por  cuenta de Shawn, no me hablaba directamente, pero siempre se quejaba del trabajo, de los estudiantes, de lo estúpidos que eran y cosas así.

-Tengo la intención de hacer eso después de graduarme, pienso en tomar un curso preparatorio.

-Muy bien, de verdad te ayudará mucho.

-Si somos amigas hasta mi graduación, ¿me verás recibir mi diploma? - Dejé de revolver la olla, estaba haciendo un postre, ya que habíamos terminado de almorzar y queríamos comer algo dulce. - Está bien, fue una solicitud estúpida.

-No, puedo ir a tu graduación si somos amigas, pero tenemos que tomar algunas precauciones. - Lauren sonrió ampliamente, estaba bastante feliz, pobre niña, apenas sabe que para que yo vaya a su graduación, Shawn o  ninguno de sus amigos puede verme o vernos juntas, eso resumiria mis posibilidades de ir a cero.

¿Amigas? ¿Eso es lo que somos ahora? No me detuve a pensar demasiado en una definición de lo que somos. Danna siempre me advirtió sobre Lauren, dijo que mantuviera los ojos bien abiertos, pero la chica no me pareció amenazadora. Ese miércoles pasó rápido, de hecho el tiempo con Lauren pasó rápido, quizás porque me divertí con ella. El viernes, desde que desperté he estado recibiendo mensajes de Lauren, ella estaba emocionada por algo en la oficina, tal vez podría asistir a un juicio,  en el centro de Hollywood.
Al mediodía dijo que tendría que estar ausente, que tenía que hacer algo, no me dijo qué.
Fui a un almacén a comprar algunas frutas, quería comer ensalada de frutas, olvidé mi celular en casa, cuando regresé estaba sonando, antes de que pudiera contestar paró. Nada más desbloquear la pantalla vi quince llamadas perdidas, eran desconocidas así que supe que eran de Lauren, algo que ya había pasado. Le envié un mensaje de texto y ella rápidamente me devolvió la llamada.

-¿Puedes verme hoy? ¿Ahora?- Ni siquiera me dejó hablar.

-¿Qué paso? - pregunté preocupada.

-Por favor, ¿puedes ir a mi apartamento?

-Estaré allí en media hora.

-Gracias.

Cuarenta minutos después estaba tocando a su puerta, rápidamente Lauren se abrió y su rostro estaba rojo e hinchado, saltó a mis brazos y me abrazó, luego se puso a llorar, sollozando y abrazándome.

-Va a estar todo bien. - Eso es lo que dije pasando mis manos por su espalda, tratando de que dejara de llorar. Después de unos minutos se calmó y dejó de llorar, nos sentamos en el sofá, le di un vaso de agua y Lauren bebió un sorbo. - ¿Estás lista ahora para contarme qué pasó?

-Mi madre, ella... ella no tiene filtro, yo estaba con mi jefe. - Pasé mi mano suavemente sobre su rodilla animándola a continuar. - Tengo muchos defectos, cometo muchos errores Camila, no soy perfecta, pero estoy luchando mucho para ser eficaz en esa oficina.

-No lo dudo.

-¿Cómo hace tal cosa? Le envío dinero, no es mucho, pero creo que puedo ayudarle en algo, cuando se enfermó fui a verla y le ofrecí ayuda, ¿por qué hace estas cosas?

-¿Qué hizo exactamente? - Lauren se puso las manos en la cara y volvió a llorar.

-Me llamó prostituta, insinuó que mi jefe y yo tenemos algo, lo gritó a los cuatro vientos. Hice ciertas cosas de las que no estoy orgullosa, pero lo volvería a hacer, no quiero ser una mujer que dependa de un hombre, quiero ser una mujer independiente. - Sí, indirectamente me ofendió lo que dije - Sí, tuve sexo con una maestra para obtener una beca y ser designada para una buena pasantía, pero eso no me convierte en una prostituta.

-Entonces, ¿por qué lloras así? ¿Por qué te ofendiste tanto?

-Ella es mi madre, debería amarme, pero nunca me amó.
Soy así por ella, todo pasó por ella.

-¿Todo? - Lauren estaba en silencio, estaba pensativa, parecía distante, - ¿Qué pasó Lauren?

-Nunca pasaba sin novio, cada tres meses los cambiaba y siempre los llevaba a la casa. - Lauren respiró hondo, se puso las manos en la cabeza, creo que le dolía.

- Leandro, era un buen hombre, al menos eso yo pensaba, me daba regalos, me cuidaba, me gustaba como padre.
Fui muy tonta, solo tenía doce años, primero me tocó la pierna, el muslo, me pedía probarme la ropa, no salíamos de la habitación, luego me dijo que era hermosa, me acarició Ia cara . Se tragó su propia saliva. -Yo ... no lo sabía, hasta que un día él ...
me tocó.

- ¡Lauren! - No quería escuchar, no podía escuchar sin derrumbarme.

-Necesito decírtelo ... por favor . . Al principio no entendí y pasó varias veces, dijo que si le decía a mi mamá nos mataría, entonces eran beso ,masturbación, sexo oral y finalmente, me quitó la virginidad, recuerdo haber sentido tanto dolor que apenas podía sentarme al día siguiente, tuve que lavar las sábanas manchadas de sangre. -  No podía dejar de llorar, era tan cruel, era solo una niña, doce años. - Al día siguiente me dio un celular nuevo. Venía  más a menudo y cada día me regalaba algo, una computadora, un viaje, zapatos, ropa, me sacaba a caminar yo no podia negarme, tenía miedo de hacerlo y él cumplió su promesa de no matarnos, pero lo admito... Me  gustaba lo que me regalaba.
Un día mi madre llegó temprano del mercado, era cajera y lo vió todo. - La mirada de Lauren estaba borrosa y llorosa. - Me golpeó, me llamó perra y dijo que debería haberme abortado, me echó de la casa, sin nada, solo con la ropa puesta, tenia quince años. Una prima de mi madre me acogió, pero un día tuvo miedo de que yo le hiciera lo mismo a su marido, así que me envió a vivir con una tía que vivía en Chicago... ¿Por qué lloras? - Solo la abracé.

-No fue tu culpa, eras una niña. - Ambas lloramos juntas durante mucho tiempo. No sabía cómo, pero podía sentir su dolor.










Más que una aventura| CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora