Capítulo 20

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Durante casi todo el viaje lloré, mis hijos me acompañaron al principio, pero luego fui la única que lloró. Rose incluso paró el auto en medio del viaje, me compró agua, llevó a mis hijos a almorzar en un Mc Donald's, lo que terminó haciéndome reir.

- Lo siento mucho, sacarte de tus cosas para meterme en medio de mis problemas.-  Hablé con Rose.

- Eres la hermana de Dan, por lo que automáticamente perteneces a mi familia. - Ella sonrió.

- Lo siento Rose. - En otro momento, tal vez no le hablaría, porque Shawn no me dejaría. - Más aún por las cosas que dijo Shawn y ...

- No te disculpes por otras personas, a menos que hayas pensado lo mismo que él.

- Nunca pensé eso.

- Lo sé. - Ella me consoló. - ¿Realmente no quieres comer nada? El viaje es largo.

- No, está bien, no tengo hambre.

- ¿Quieres llevarte algo de comer por el camino? El frío te puede abrir el apetito.

- Mi hijo sacó muchas galletas de mi casa ...

- Bien, volvamos a la carretera, Dan sigue llamando.

- ¿Es usted realmente un delegado federal?

- Lo sé.- Ella rió. - Lo siento por sacar el arma de esa manera, pero tenía miedo de que te golpeara y vi a tu hijo con la cara así.

- Está bien, creo que si no lo hubieras hecho, no me habría dejado salir del edificio.

Horas después llegamos a la casa de Dan, lloré tan pronto como abracé a mi hermana. Pasé un tiempo hablando con ella y con Ester, quien fue muy receptiva conmigo y con mis hijos. Dan invitó a Rose a cenar con nosotros y aceptó porque yo también insistí mucho. Mis hijos se fueron a la cama alrededor de las ocho de la noche, estaban cansados y yo no me quedaba atrás. Me di una ducha y me fui a dormir, fue solo en ese momento que pude pensar en todo lo que estaba pasando. Empecé a pensar en mi vida a partir de ahora y surgió el tema de Lauren, todo el día no paré a pensar en ella o Shawn, los dos realmente me volverían loca.
La noche anterior traté de no pensar en el hecho de que ella estaba en un club con un hombre y todavía me llamaba amiga. En mi cabeza, todo lo que podía pensar era que ella le estaba haciendo algo a ese hombre y por eso no me llamó amor ni nada. Me preguntaba si estaba tratando de llamarme. Probablemente sí. Me levanté, Dan todavía estaba en la sala de estar con Ester, las dos estaban viendo la tele, bueno fue lo que pensé hasta que llegué allí y las vi a las dos besándose en el sofá.
Al principio me sentí avergonzada, luego pensé que era gracioso, Dan me la va a pagar por la noche en el club, así que solté una garganta fuerte, las dos se sobresaltaron y me eché a reír.

-Dan, ¿puedes prestarme tu celular?

- Me agarraste en curva. Ya te vengaste por lo del club. - Dan se levantó del sofá riendo.

- ¿Estás de coña? ¿Llevastéis a Camila a un club nocturno?. -Ester preguntó sorprendida.

- Era solo Akbar.- Dan, me entregó el celular.

- ¿Por qué no me dijistéis que fuiste el club?

- No fue nada más amor.

- ¿Hizo algo, Camila?

- No.

- Entonces ahora creo que no fue demasiado.

- Ah, ¿le crees a ella y no a mí? - Dan pareció ofendida.

-Conozco a Camila.

- Sin embargo  te casaste conmigo.

- ¡Exactamente! - Dijo Ester riendo, me guiñó un ojo y vi a mi hermana ponerse extremadamente roja, soltó un chillido y se fue al dormitorio.

Más que una aventura| CamrenWhere stories live. Discover now