Cuidando a unos Imbéciles

Día 2: De ellos nos enamoramos

Los primeros rayos del sol comenzaban a iluminar las calles de Magnolia. Muchas de las chicas en Fairy Hills ya estaban despiertas, menos unas dos jovencitas que la verdad dormían placenteramente.

...

La peli celeste dormía placenteramente, las sabanas estaban tiradas en el suelo y Levy estaba desparramada en su cama, en su rostro se notaba una dulce sonrisa quien sabe porque sea.

En un sofá cerca de la cama estaba Gajeel ya vestido con una camisa negra sin mangas y unos pantalones negros junto con unas hermosas botas, el joven Redfox estaba de brazos viendo como Levy dormía, de la nada se levantó y abrió la puerta de la habitación saliendo a quien sabe dónde, dejando sola a la McGarden.

Y antes de salir completamente dio un vistazo a Levy, luego río y se fue.

...

La Loxar seguía durmiendo aun abrazando a su amado Gray-sama que ya estaba despierto con los ojos abiertos deseando que Juvia ya lo soltara. Gray ya se estaba sofocando por lo cual decidió que era hora de levantar a Juvia.

―Etto... Juvia-san ―llamo el pequeño mago, mientras que Juvia comenzaba a abrir los ojos ―. Juvia-san... Juvia-sama...

En ese justo instante Juvia abrió los ojos como platos, él la había llamado Juvia-sama.

― ¡Gray-sama!―dijo Juvia sobresaltada ― ¿Cómo habéis llamado a Juvia?

―Etto... ¿Juvia-sama? ―respondió Gray un poco confundido.

Juvia parpadeo unas cuantas veces, para luego caer al planeta Tierra.

― ¡Kyaaaa~! ―grito la peli azul muy feliz abrazando de manera infantil a Gray.

―J-Juvia-s-sama... ―se quejó Gray ―Me está asfixiando.

―Lo siento Gray-sama. Es hora de ir bañarnos, hay que ir al gremio.

―Tiene razón Juvia-sama.

― ¿Quiere bañarse usted primero?

―Pensé que nos bañaríamos juntos.

Esa frase hizo que Juvia literalmente se pusiera del color del cabello de Erza.

La Loxar tomo de la mano a Gray rápidamente y lo llevo hasta el baño donde fueron a la tina a darse un baño.

...

Obviamente esta, en este ruidoso gremio todo está igual aunque muchos de los miembros del gremio no han llegado ya que es un poco temprano.

Mirajane está tras la barra limpiando unos cuantos vasos, mientras que su hermanita está hablando con Cana quien sabe qué. En la entrada se puede admirar una cabellera escarlata junto con una pequeña cabellera azul, aunque el peli azul lleva puesto algo raro en su cuello.

―Buenos días Erza ―saludó la maga de take over a Titania ―. Buenos días Jellal.

―Hola Mira ―contestó Erza.

Él pequeño Fernández estaba de brazos cruzados con el ceño fruncido y dándole la espalda a todos.

―Oe no es para tanto ―le dijo Erza a Jellal.

― ¿Qué no es para tanto? ¡Qué no es para tanto! ―grito exaltado el mago de cuerpo celestial ― ¡¿Cómo que no es para tanto?! Ósea, tengo una correa y tú dices que no es para tanto.