Cuidando a unos Imbéciles

Día 4: Necesitamos un descanso

Un paso tan lento, el cabello alborotado, ojeras, ropa mal combinada, pero siguen siendo las más hermosas. Y ellos más que tranquilos y felices o bueno, unos dos pequeñuelos peleando pero eso no importa.

Levy, Lucy, Juvia y Erza estaban sentadas en una mesa alejada del gremio, todas estaban "durmiendo" o eso trataban, ya que Natsu y Gray peleaban, Gajeel leía un libro y Jellal comía un pastel de fresas, al parecer sus niñeras les pasaron esas adicciones. Las pobres 4 chicas han pasado por mucho y eso que solo llevan 4 miserables días, aun les faltaban 10, todas querían descansar pero no podían, tenían que cuidar a esas bestias, el maestro no los podía ver así culparía de todo a Mirajane y ellas como buenas amigas que son no permitirán que eso suceda.

―Admítelo flamita, yo tengo razón.―le dijo Gray a Natsu el cual no se rendía.

― ¡No! Hielito, yo tengo la razón ―se defendió el Dragneel.

― ¡Yo tengo razón!

― ¡Yo la tengo!

― ¡No! ¡Yo!

― ¡Yo!

― ¡Yo!

― ¡Ya basta! ―gritaron Erza y Levy ya hartas de estos estúpidos ― ¡¿Y de qué diablos hablan?! ―les grito la peli escarlata esta vez.

―¡En que Lucy/Juvia es más bonita! ―dijeron ambos al unísono ― ¡Retráctate! ―ambos pegaron sus frentes y comenzaron gruñir como animales.

Ambas niñeras levantaron la cabeza muy asustadas por lo que sus niños dijeron, jamás habían escuchado ese tipo de palabras de parte de ellos dos aunque fueran unos niños pero no importaba, ellos habían admitido que ellas son lindas.

― ¡Aaah! ―dio un gran suspiro la McGarden ―Estoy muerta.

―Yo igual ―concordó Lucy.

―Ni que lo digan ―afirmo Titania.

―Juvia igual esta así ―comento la maga elemental.

Y como no iban a estar así si tenían que cuidar a semejantes bestias, la verdad es que todas necesitaban un descanso para reponerse y poder continuar los siguientes 6 días. Ninguna de las cuatro magas había hecho una sola misión y por alimentar a esos animales se estaban quedando sin dinero y más que nadie Lucy, ya que Natsu come hasta cuando no debería comer.

Pero, todas nuestras suplicas son escuchadas por Dios, ya que tres jóvenes y hermosas magas veían como estas cuatro jóvenes necesitaban descansar.

―Deberíamos ayudarles ¿no? ―pregunto una castaña con una botella de saque en la mano.

―Creo que si ―le respondió una albina de pelo cortó.

―Seria lo correcto ―dijo otra albina pero de pelo largo.

Cana, Lisanna y Mirajane pensaban que lo mejor era ayudarlas, estaban como zombies y no podían seguir así, por lo cual era mejor ayudarles.

― ¡Decidido! ―dijeron las tres magas al unísono.

Caminaron hasta donde estaban las actuales niñeras, las cuales ni se mosquearon por la presencia de ellas.

―Chicas... ―les hablo Mirajane haciendo que las cuatro reaccionaran.

―Mira-san ―dijo la maga elemental al verla.

― ¿Sucede algo? ―pregunto Levy.
―Sucede que necesitan descansar ―les aviso la menor de las Strauss.

―Pero quien cuidaría a estas bestias ―Lucy se ganó varias miradas desaprobatorias de parte de los niños.
―Nosotras ―contesto Cana ―. Podemos sacarlos a pasear o a la playa, mientras ustedes descansan.