Epilogo

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― ¡Ya casi está listo Lu-chan! ―grito la peli celeste desde la cocina.

― ¡Esta bien Levy-san! ―le contesto Lucy desde la sala de estar terminando de decorar.

"¡Feliz cumpleaños Layla!"

Decía un gran letrero en medio de la sala, había globos, serpentinas, mesas con bocadillos, un pastel enorme y demás cosas para un cumpleaños.

La Dragneel, se bajó de la escalera en que estaba y camino hasta la cocina donde dos peli celestes cocinaban augustamente.

― ¿Cómo va la comida Levy-chan? ―pregunto la rubia.

―Va muy bien, está quedando deliciosa y todo gracias a Metalicana.

― ¡Lucy-san! Está quedando delicioso todo ―dijo la niña de peli celeste vestida con una camisa naranja y una falda blanca, dejando ver la marca de su gremio en su pierna derecha.

―Me imagino que sí, Ana-san.

Lucy se les unió al momento de la cocina, preparando deliciosos cup cakes para los niños que próximamente llegarían.

―Lucy-san... ―le llamo Ana ― ¿Dónde están Layla y Draco?

―Andan con Natsu en un paseo, de padre e hijos ―contesto la maga estelar ―. Nos dará tiempo para terminar todo.

La niña asintió.

Los invitados no tardaron en llegar a la casa de los Dragneel, todos obviamente, unos niños tan adorables, que venían con sus regalitos y entusiasmados por celebrar el cumpleaños de la hija de Lucy y Natsu.

― ¡Mamá!―gritaron un niño y una niña.

El niño era de cabellos celestes, ojos carmesí y vestía todo de negro, ese niño es Gale Redfox, y la niña era de cabellos negros y ojos carmesí que bestia prendas negras, esta niña de acá es Lily Redfox.

― ¿Gale? ¿Lily? ―Metalicana al ver a sus hermanos se sorprendió ya que ambos venían llorando.

― ¿Qué sucede? ―pregunto Levy asustada al ver a sus hijos.

― ¡No nos vuelvas a dejar con esa bestia! ―gritaron los gemelos y señalaron a cierto dragon slayer.

― ¡Que! ¡Yo no les he hecho nada mocosos!―grito Gajeel enfadado.

Los tres dragones juntaron sus frentes y comenzaron a gruñirse como animales.

― ¡Ya basta!―grito una voz imponente y aterradora que todos conocían ― ¡Compórtense! ―les ordeno Erza.

―Déjalos son niños ―le tranquilizo su esposo.

―Pero esa bestia no tiene excusa ―señalo a Gajeel que hubiera replicado pero mejor se quedó callado.

Junto a la pareja Fernández venían dos niños hermosos. Una niña de cabellos azules, vistiendo un vestido rojo y otro niño de cabellos escarlatas portando una tierna armadura. Esos niños son Reza y Simón Fernández.

―Gajeel-san al parecer no madura ―dijo Simón a su hermana.

―Al igual que Natsu-san ―le contesto su hermana.

―Ellos nunca maduraran ―dijo alguien entrando a la casa ―. Y hablando de flamita... ¿dónde está?

―Oh Gray, hola ―le saludo Lucy ―. ¡Juvia!

―Hola Lucy-san ―le saludo Juvia cordialmente.

― ¡Lucyy-san! ―gritaron dos niños de niños, un niño de cabello azul oscuro y una niña de cabello negro azulado.

Cuidando a unos ImbécilesWhere stories live. Discover now