Estaba paseando por el centro, comiendo un helado mientras miraba algunas tiendas de ropa para bebés. Ya había comenzando a comprarle algunas cosas a su hijo, y cada vez se emocionaba más con su llegada.
—Espero el próximo mes te dejes ver, ya quiero saber que serás, bebé —habló bajo, mirando un body verde agua.
—Helena.
Giró la cabeza al escuchar que alguien la llamaba, y se encontró con un muchacho rubio de cabello corto y ojos azules. Sólo unos segundos más le bastaron para darse cuenta que se trataba de él.
—¿Qué estás haciendo aquí?
—Te estuve buscando todo este tiempo. Volví a tu casa, pero me dijeron que ya no vivías allí.
—Sí, es la casa de mi prima ahora —le dijo comenzando a caminar.
—Tu panza ha crecido bastante ¿Cómo está el bebé? ¿Ya sabes que será?
—Aún no lo sé, no se deja ver.
—Conseguí un trabajo, quiero ayudarte con los gastos del bebé.
—No, no necesito de tu dinero.
—Pero es mi hijo también, y quiero hacerlo —pronunció bajo.
—Mira, Gellyan, si tú sigues insistiendo en acercarte a mi hijo o a mi, me iré de aquí. Y te aseguro que no podrás encontrarme jamás. No te quiero en nuestras vidas.
—Sabes que es la única familia que tengo —pronunció en un tono bajo, afligido.
—Te hubieras quedado en Kanat'ma, con tu familia entonces —le dijo antes de subirse a su auto y marcharse de allí.
Ni su helado había podido terminar.
***
Su amigo Eifs se había ido a Kanat'ma, abandonando a su mujer e hijo. A veces no sabía quién de los dos era peor, si él o ese tipo, que había dejado a una mujer sola, con el corazón destrozado, y un bebé.
Igual que él.
Su sueldo era muy bajo, pero le alcanzaba para alquilar una habitación, lo cual era mejor que vivir en la calle. El resto que le sobraba, lo estaba guardando para comprarle algo a su hijo.
Sabía que Helena no lo quería cerca, pero no podía negarle conocer al bebé. No le iba a pedir que lo dejara vivir con él, pero al menos poder conocerlo, visitarlo alguna vez.
No le parecía justo que el bebé creciera pensando que él no lo quería, cuando claramente no era así.
Observó la foto de ella, que tenía en un portarretratos sobre su cama, y se acostó de lado, mirándola, como cada noche, acariciando su rostro con las puntas de sus dedos.
—Espero puedas encontrar alguien que sane tu corazón, y te ame como tú lo mereces, Hele... Sé que mi amor para tí ya no es cierto, que perdió valor, pero no he dejado de amarte.
***
—Hola, perdón que te llame a esta hora, pero es que necesitaba hablar con alguien.
"—No te preocupes, Hele ¿Qué pasa?"
—Hoy volví a encontrarme con el padre de mi hijo, después de dos meses.
"—¿Pero no me habías dicho que se había quedado en su isla? ¿Qué está haciendo aquí?"
—No tengo idea, parece que regresó. Él... Él quería comprarle unas cosas al bebé, pero yo le dije que si volvía a acercarse a nosotros, me iría y no volvería a encontrarnos —Suspiró—. Y sé que dije una estupidez, que actué de forma inmadura, pero me dolió verlo.
"—Es entendible, Hele, todo pasó hace muy poco tiempo. Pero, creo que deberías dejar que forma parte de la vida de tu hijo. El bebé es ajeno a sus problemas."
—Lo sé, no he dejado de pensar en eso. Si él quiere estar para el bebé, debería dejar que lo hiciera. Después de todo, me guste o no, es su padre.
"—Así es, y no puedes negarle ese derecho a tu hijo. Yo te aconsejo que te lo tomes con calma. Si vuelves a encontrártelo, pídele su número, y cuando te sientas preparada, habla con él. Aún te quedan cuatro meses para el nacimiento, y quizás necesites ayuda."
—Sí, gracias Estefy por escucharme, realmente necesitaba hablar con alguien.
"—Sabes que siempre puedes llamarme cuando lo necesites."
—Te dejaré dormir, descansa, te quiero —sonrió antes de cortar.
Respiró profundo, y se acostó en la cama, mirando el techo, con ambas manos sobre su abultado vientre.
—Cuando seas más grande, podrás decidir si lo quieres cerca o no. Ahora por mi parte, te dejaré que lo conozcas... Aunque no te perderías de mucho si no conoces tampoco.
...
¿Niño o niña? En el próximo capítulo lo sabrán ♥️♥️✨
