Vacaciones

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—¿Cuánto más me falta?

—Yo no pensaría en eso —sonrió divertido médico—. Después de semejante accidente, es un milagro que salieras vivo, y encima te veas tan bien ahora. Creo que eso es gracias a tu especie, pero de todos modos, tus huesos tardarán en sanar. Te quebraron en tres partes la tibia, y a la mitad los huesos del antebrazo, tienes para rato, Gellyan.

—¿Cuánto tiempo?

—Mm, mínimo un mes y medio más para el antebrazo, y tres meses más para la pierna.

—Es mucho tiempo —suspiro mirando hacia abajo.

—¿Por qué tienes apuro de sanar? Sé que es una pregunta estúpida, pero te noto algo preocupado.

—No quiero seguir causándole inconvenientes a Helena.

—¿No tienen una buena relación?

—Nosotros no estamos juntos, es la mamá de mi hija, y por eso siente que tiene la obligación de ayudarme. Y no me parece justo que ella deba hacerlo. La semana próxima empiezan sus vacaciones, y en vez de irse de viaje y disfrutar con la bebé, decidió quedarse a cuidarme.

—Pero tienes acceso a una enfermera, ustedes dijeron que no cuando saliste de aquí, pero si ella debe irse, puedes pedirla.

El rubio asintió con la cabeza, antes de suspirar.

—Sí, es lo más justo... Por los menos sé que dentro de un mes y medio, podré recuperar mi brazo. Ya no necesitaría los cuidados de nadie para hacer las tareas básicas.

***

—Me da miedo que uses eso, Gellyan. Si te resbalas y caes, te lastimarás peor la pierna —le dijo en referencia al andador ortopédico que el rubio había pedido.

—Es para poder moverme sin molestarte, Hele.

—Pero ya te dije que no me molesta ayudarte.

—Hoy, después de mi cita con el traumatólogo, hablé con el médico clínico. Él me dijo que aún puedo solicitar el servicio de la enfermara.

—Ah, ¿Ahora sí la quieres?

—Sí.

—De acuerdo, me parece... Bien —sonrió levemente.

—Sí, a mi también —pronunció bajo.

***

"—¿A dónde te irás?"

—No lo sé todavía —mintió, mientras cambiaba a su hija, y hablaba por teléfono con su hermana.

"—¿Pero sabes cuánto tiempo te irás? Creo que sería divertido ir de vacaciones juntas, en familia, porque no llevarás al padre de tu hija ¿Verdad?"

—No, él no irá.

"—No podrías disfrutarlas si fuera así, tendrías que andar haciendo el trabajo de enfermera. No sé cómo haces, tienes que cuidar a la bebé, y encima a ese tipo. ¿Qué tiempo te queda para ti?"

—¿Para qué me llamaste, Carolina?

"—Ya te lo dije, me gustaría que fuéramos de vacaciones juntas."

—Y también te dije que no sé a dónde iría.

"—Oye ¿Y quién cuidará al lisiado?"

—Una enfermera.

"—¿O sea que vuelve al hospital?

—No, sé quedará aquí en el departamento.

"—¿Qué? ¿Dejarás a dos extraños en tu casa? Helena-"

—Te quiero, adiós —pronunció desinteresada, cortando la llamada—. Será un descanso de ellos también, harta me tiene metiéndose en mi vida —murmuró.

Luego de terminar con la niña, la dejó en su portabebés, y continuó guardando su ropa en la maleta. Tenía un destino especial que visitar primero, antes de sus verdaderas vacaciones.

***

—Te voy a extrañar mucho, pero quiero que te diviertas con tu mamá —le hablo Gellyan a la bebé, tomando una de sus manitos—. Papá te ama y te estará esperando aquí.

—Em, Delia, mira —le dijo Helena a la enfermera—. Esa puerta de allí, es mi habitación. En el armario está la ropa de Gellyan, en los primeros dos cajones, tiene sus prendas con velcro, para que sea más fácil vestirlo. Sus medicamentos él sabe dónde están, y por cualquier cosa, este es mi número —pronunció dándole un papelito—. Llámame.

—Sí, no te preocupes, él estará bien.

—En la puerta del refrigerador te dejé un cronograma con los horarios de sus comidas y medicamentos. Por favor, no le cocines otra cosa que no sea lo que está allí. El refrigerador está lleno de comida, las alacenas también, hay suficiente para los dos durante estos diez días.

—De acuerdo, no te preocupes por nada —sonrió con cierta diversión.

Más que una enfermera, parecía que sería la niñera de Gellyan.

Helena miró su celular, y luego tomó a Sofía en brazos, acercándola al rubio para que se despidiera de ella. Pronto llegaría el taxi que las llevaría al aeropuerto.

—Te amo, hija, que tengas unas bonitas primeras vacaciones —sonrió besando la frente y las mejillas de la niña.

Gellyan miró a Helena a los ojos, y ella le sonrió levemente, acomodando a la niña contra su pecho.

—Llámame si necesitas algo.

—Sí, que disfrutes de tus merecidas vacaciones. Saca muchas fotos.

—Gracias —pronunció bajo, tomando con su mano libre la maleta con ruedas, y encima de la misma, iba otro bolso, antes de salir de la casa.

Gellyan la observó irse, y suspiró... Hubiese querido tanto poder abrazarla, darle un beso, y decirle cuánto la quería.

—Ella actúa como toda una madre, hasta a ti te ve como su hijo —sonrió la enfermera, viendo ambos por la ventana como la muchacha subía al taxi, mientras el chófer guardaba la maleta y el bolso.

—Helena es una muy buena mujer —susurró afligido, viendo como ella sonreía dentro del auto, moviendo la manito de Sofía, para que se despidiera de su papá.

...

Regalo de NavidadWhere stories live. Discover now