II. 13+7

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— Hahhhh....

Acercando una silla para poder sentarse al lado de Sero, Kirishima se dejó caer sobre la mesa del pelinegro con gesto derrotado.

Era miércoles, efectivamente, y la clase matutina de Present Mic tenía un efecto tan devastador sobre sus oídos como lo habría tenido sobre sus huesos ser arrollado por el peso de cinco Fat Gums de máximo volumen.

— Estoy exhausto... — suspiró Kirishima en un quejido que llegó amortiguado de la sudadera que había traído con él para reposar la cabeza.

— Se dice "I'm exhausted" — bromeó Sero, que a diferencia del pelirrojo sabía que el truco para sobrevivir a las ensordecedoras clases de inglés era concentrar todos sus sentidos en apreciar cómo el pelo de Kaminari, que siempre empezaba teniendo la forma de su almohada, recuperaba progresivamente la adorable ligereza que lo caracterizaba.

— No es gracioso bro — masculló Kirishima mientras el pelinegro se encogía de hombros, riendo para sí mismo —, no hace falta que me recuerdes tu maravilloso nivel en inglés.

Heh, de nuevo, el de dientes afilados se complicaba mucho la vida por no estar suficientemente atento a los atajos que se le ofrecían. Tendría muchos menos problemas en inglés si, como él, aprovechara cada ocasión que se le presentaba para convencer a Kaminari de ver juntos una película de Spiderman en versión original.

La clave era, por supuesto, repetirlas varias veces, ya que Sero tenía cierta tendencia a perderse en las exclamaciones emocionadas del rubio y olvidar que había un diálogo que tenía que escuchar. Detalles sin importancia...

El descanso de Kirishima se vio desafortunadamente interrumpido cuando una amenazadora sombra se detuvo junto a la mesa.

— Shitty Hair — lo llamó el recién llegado en voz grave.

Parpadeando algo confuso, Kirishima alzó la cabeza.

— ¿Hmm?

— Eso — gruñó el rubio explosivo señalando la improvisada almohada entre los brazos del pelirrojo — no es tu sudadera.

Sero contuvo una carcajada. Era evidente que una sudadera negra con amenazas al mundo escritas en letras naranjas no podía ser de Kirishima, pero no pensaba que esos dos serían tan poco discretos como para decirlo en voz alta.

— Ah... — murmuró el pelirrojo, entre avergonzado y adormecido. — Ya decía yo que olía bien.

— Pfft-

— ¿Algo que decir, Spider-Codos? — el ceño fruncido de Bakugou dejaba bastante que desear en su labor de ocultar su sonrojo.

— Nada, nada...

— Tch.

Cuando el rubio le quitó la sudadera de las manos, Kirishima no dudó en levantarse tras él, sin darle mucha importancia al hecho de que la almohada que perseguía se hubiera convertido en el hombro de quien se había puesto la sudadera.

Sintiéndose algo abandonado, Sero estiró los brazos sobre la mesa. Ojalá poder hacer lo mismo que ellos dos...

Pero para ello necesitaría a un novio (¡bro muy cercano!, corrigió Kirishima telepáticamente) que se apoyara en su hombro, y el único candidato que pensaba aceptar estaba desaparecido.

Y por culpa de Bakugou, también se había quedado sin la compañía de su bro... Podría ir a hablar con Ashido, pero la pelirrosa acababa de levantar una pared de ácido alrededor de su mesa para que nadie osara perturbar su siesta de diez minutos entre clases, y a Sero, francamente, le parecía algo respetable.

Si me lo pides por favor | Kamisero | SerokamiWhere stories live. Discover now