Treinta y ocho.

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"Oh, Ophelia
Has estado en mi mente desde la inundación".


...

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Narrador omnisciente.

—¿Sabes donde está Sirius?—le preguntó Ophelia a Peter, los cuales se encontraban en la sala común.

—No—respondió Peter rápidamente, hasta el estaba nervioso por este día tan importante.

Ophelia camino hacia donde se encontraba James, este estaba en el otro extremo de la sala común leyendo un libro.

—¿Has visto a Sirius?—le preguntó, este levantó su vista.

—Si, creo que se dirigía al lago negro, quería dar unos últimos repasos —le respondió.

—Gracias— le dio una última mirada y camino en dirección a la puerta.

—¿A donde vas Ophelia?— oyó que Alice le preguntó.

Ella se volteo en dirección hacia ella.

—Iré allí, pero volveré pronto —le sonrió a su amiga, se volteó y salió de la sala común.

La verdad es que Ophelia estaba nerviosa, todos lo estaban ya que era un día especial. Todos querían un futuro excelente, algunos dijeron que no estaban preocupados, pero hasta el mismo James Potter y Sirius Black lo estaban.

Ophelia caminaba por los pasillos, mientras lo hacía podía ver a algunos alumnos sentados con sus libros repasando, la desesperación había comenzado a aparecer desde ayer en la mañana.

Al salir del colegio camino por todo el jardín en dirección al lago negro, supuso que nadie estaría ahí y así fue, solo estaba Sirius Black sentado con su espalda apoyada en un árbol leyendo un libro.

—Parece que a Sirius Black también le llegó la desesperación—le dijo Ophelia cuando estaba tomando asiento junto a él.

—¿Tú no deberías estar en lo mismo?—le preguntó a ella con una sonrisa.

La verdad de todo es que Sirius disfrutaba la compañía de Ophelia.

—Lo estoy, pero lo más sensato para mi era que repasará con la persona qué tal vez sería la única que no estaría desesperada y creí que ese sería tú—dice ella abriendo su libro.

—Buena elección Ophelia Gastrell —la miro con una sonrisa.

La verdad es que el fondo del corazón de Ophelia Sirius todavía seguía ahí, pero su mente le decía que era mejor que su corazón quisiera a otra persona.

—Crees estar lista?— pregunto mirándola.

—Solo quiero hacerlo pronto y salir de esto—le respondió ella con su vista fija en el libro.

Ophelia quería terminar tan pronto solo para quitarse esa presión, pero también le asustaba el futuro y el resultado de todo eso.

—¿Y tú?—le preguntó ella mirándolo.

—No lo sé, la verdad es que no se nada de mi—le respondió, en parte era real porque Sirius todavía no sabía que quería hacer con su vida—Solo espero salir bien de esto.

—Todos —dijo Ophelia.

—¿Crees en las cosas buenas del futuro?—le preguntó Sirius.

—Vaya, Sirius Black preguntándome sobre el futuro, nunca lo espere —le sonrió Ophelia.

En ese momento pasaron pensamiento por la mente de Sirius que nunca antes habían aparecido.

—Confío en ti y eres genial — él le sonrió.

Los dos se sonreían, y algo llenaba sus almas cuando eso ocurría.

—Bueno... ¿tú y Ross son oficial?—le preguntó Sirius, Ophelia no lo admitía, pero la verdad es que le incomodaba cuando Sirius le preguntaba sobre Ross.

—Creo que si, es genial —respondió ella bajando la mirada con una media sonrisa.

—¿Y tu Sirius Black?— ella levantó su vista y lo miro.

Cuando Ophelia lo miraba a los ojos era como si ella entrara a los mas profundo de su alma, donde nadie nunca había estado.

—¿Yo que?—pregunto sonriéndole.

—¿Sales con alguien?—le preguntó ella —Lydia cree que pronto se lo pedirás, si no es así te recomiendo que hables con ella.

—Creo que lo haré, es una buena chica, pero no pasará—respondió volviendo a ver su libro.

—Tal vez necesitas abrirle tu corazón a alguien, Sirius—le dijo Ophelia mirándolo, tal vez ya lo había hecho.

—¿Eso crees tú?— le preguntó dejando su libro a un lado.

—No serás por siempre el Sirius Black que sale con chicas, crecemos y la vida cambia—lo mira ella.

—Si, la vida cambia —asintió con la cabeza Sirius.

—Pero todavía te quedan unos años para seguir así—le dio una media sonrisa ella—Oh ¿que hora es?.

Sirius saco el reloj del bolsillo de su pantalón y miro la hora.

—Faltan cinco minutos —dijo él mirándola.

—Oh, no puede ser —ella se puso de pie y tomo sus libros—No podemos llegar tarde.

Sirius tomo sus cosas y se puso de pie, Ophelia comenzó a caminar rápidamente, al voltearse hacia atrás vio que Sirius solo caminaba.

—No podemos llegar tarde—ella se acerco a él y lo tomo de la mano, lo jalaba para que caminara más rápido.

Y fue en ese momento en que algo hizo un clique en Sirius Black.

Never Let Me Go || Sirius Black|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora