"No quiero morir, no estoy lista para hacerlo todavía. En este momento solo estoy segura de una cosa y es que te amo sin importar como vaya a terminar todo esto, voy a hacerlo hasta la muerte, en esta vida y en la otra"
Como dijo Albus Dumbledore a...
" Se lo que tu quieras, puedo ser lo que tú quieras"
...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Ya casi llegamos —oigo decir a Sam mientras leo un libro llamado "Engaños y sueños" que compre en el callejón Diagon, habla sobre criaturas mágicas.
—Antes de subir al tren vi a Severus Snape y Lucius Malfoy, se veían mucho más insoportable que el año anterior— me dice John, dejo de leer y bajo el libro.
—¿Que esperas? Son Severus Snape y Lucius Malfoy , no hay nada más peor en Hogwarts que ellos y su grupo de amigos.
Puedo sentir el tren detenerse finalmente, desde aquí puedo oír la voz de Rubeus Hagrid, él es el guardián de las llaves y terrenos de Hogwarts que también tiene la tarea de guiar a los alumnos de primer año hacia el colegio. Tengo que confesar que la primera vez que lo vi me asuste ya que Hagrid es algo bastante muy alto.
Estiro mi mano y acaricio a Trunck, tomo mi libro y me pongo de pie. Solemos dejar aquí todas nuestras cosas, luego suelen aparecer en nuestros cuatros.
—Sam— le hablo a mi hermano antes de que salga del compartimento.
—¿Si?— se detiene y se voltea en dirección hacia mi.
—Tienes la túnica al revés— la señaló, este baja rápidamente su mirada hacia allá y se da cuenta que es cierto.
—No puede ser —susurra mientras se la quita y la gira hacia el lado correcto.
—Así está mucho mejor —asiento con la cabeza, me acerco hacia él y arreglo el cuello de la camisa que está algo desordenado, puedo oír la risa de John.
—¿Es en serio Ophelia?—me pregunta Sam mientras todavía arregló su cuello—Te estas convirtiendo en mamá.
—Solo estoy siendo buena contigo Sam — lo miro algo molesta—No quiero que se rían de ti después.
Los tres juntos salemos del compartimento del tren, podemos ver a la gran cantidad de niños que van a primero, no puedo evitar recordar cuando yo también lo hacia. Caminamos hacia los carruajes, solo los de primero suelen tomar un camino distinto para llegar a Hogwarts, creo que las balsas son para darle algo de emoción y una buena primera impresión.
—¿Que crees que enseñe la profesora McGonagall este año en transformaciones?— me pregunta John mientras todavía seguimos caminando hacia los carruajes.
—Espero que Min enseñe algo gen...— no puedo terminar la frase ya que alguien pasa golpeando mi hombro fuertemente, no es nada menos que Narcissa Black junto a su novio Lucius Malfoy y sus amigos.
—No te cruces en mi camino, Grastrell— me mira con su típica cara de repulsión con la que suele mirar a la mayoría, enseguida se voltea hacia adelante y sigue su camino junto a sus amigos.
—Agradezco que este sea su último año, al igual que el de Lucius— miro a John—No podría soportar otro año más con ellos aquí.
Las Black suelen llevar una gran reputación aquí en Hogwarts, por ser crueles y ser una de las fieles partidarias sobre que la sangre debe mantenerse pura. Son tres hermanas, la mayor es Bellatrix Black, pero al parecer ahora es Lestrange ya que acaba de contraer matrimonio con un hombre llamado Rodolphus Lestrange, nunca llegue a conocerla ya que ella terminó hace bastante años el colegio, pero por lo que suelen comentar no es para nada agradable, solía atormentar a los hijos de muggles. Luego la sigue Andromeda, la cual en el fondo nunca fue como sus hermanas, ella fue repudiada por su familia ya que se enamoró de un hijo de muggles, Ted y tuvo una hija junto a él. Y la menor es Narcissa, la cual al parecer es igual de insoportable como lo solía ser su hermana Bellatrix.
—Oi que la profesora Merrythought dejó el puesto de profesora de defensa contra las artes oscuras —me comenta John mientras subimos al carruaje que pareciera que lo dirigiese nada, siempre me e preguntado que hace que se mueva solo.
En el carruaje subimos los tres junto a otros tres chicos que pertenecen a Hufflepuff.
—La profesora Merrythought tiene como cien años, ya era hora que lo abandonara—digo para luego abrir mi libro y volver a mi lectura.
—¿Irían a verme si voy a las pruebas de Quidditch?—nos pregunta Sam, bajo mi libro.
—¿En serio quiere pertenecer al equipo de Quidditch Sam? —pregunto mirándolo.
—Si— se encoge de hombros mientras nos mira a John a mi—La mayoría de los que pertenecen al equipo son bastante populares, a mi me gustaría serlo. Potter es bastante popular.
—Si, como digas — ruedo los ojos y vuelvo a mi lectura.
Finalmente después un viaje medianamente largo a través del bosque logramos llegar al castillo, bajamos y caminamos hacia la entrada. Al llegar a esta notó que está Filch junto a su rara gata llamada la señora Norris, los dos son bastante espeluznantes.
—Allí está Robert, me debe una apuesta del años pasado — me dice John mientras lo mira—Enseguida vuelvo.
John se marcha dejándonos a Sam y a mi solos. La entrada del colegio está repleta de estudiantes, estamos esperando poder entrar al gran comedor para el banquete de inicio de año.
—¿Este año iremos a la casa de los gritos?—me pregunta mi hermano, frunzo el ceño.
—¿Que? No— niego con la cabeza—¿A caso ni tienes amigos?.
—Cállate Ophelia—se cruza de brazos—Como que si tú tuvieras muchos.
De repente alguien pasa junto a mi dándome un empujón, haciendo que casi arroje mi libro al suelo.
—Oh, lo lamento — dice el chico entre risas mientras arreglas sus lentes, es James Potter —¿Estas bien?.
—Si— respondo rápidamente, este asiente con la cabeza manteniendo la sonrisa.
Comienza a correr, puedo verlo llegar al final del pasillo y se abalanza sobre un par de chicos, su grupo de amigos en el cual está Remus Lupin, Peter Pettigrew y Sirius Black.
