Uno.

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" Flotando, pero siento que estoy muriendo".
   

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1 de Septiembre de 1975.


Me encuentro en la plataforma 9 3/4 para abordar el tren con destino a Hogwarts, este sería mi quinto año, tengo que admitir que los primeros años en el colegio pasaron bastante rápido.

Recuerdo la primera vez que tome asiento para que la profesora McGonagall o Min como la suelo llamar yo (a pesar de que se moleste), dejo el sombrero en mi cabeza para que asignara mi correspondiente casa, aunque toda mi familia perteneció por generaciones a la casa de Hufflepuff a ellos no les molestaba que yo o mi hermano termináramos en cualquier otra a excepción de Slytherin, creo que la mayoría de los magos no querían quedar seleccionado en esa a casa a no ser que fueras algún descendiente de un Black o algún otro que creyera en la pureza de la sangre, tengo que admitir que nunca fui partidaria de ese tonto pensamiento sobre que los hijos que son nacidos de muggles o mestizos deben dejar de existir y solo dejar a los que de sangre pura que son hijos de matrimonios de magos. Luego de que el sombrero hablará por algunos segundos decidiendo asignarme la casa de de Gryffindor, dijo que tenía un alma y espíritu disintió al resto de mi familia y que eso estaba bastante bien.

La mesa de Gryffindor se puso de pie  y me recibió con algunos cálidos saludos y abrazos. Después de esa vez mi estadía en Hogwarts fue algo bastante neutro.

—Bueno niños—escucho que habla mamá, pero no estoy prestándole mucha atención ya que estoy tratando de  encontrar a John—¿Tienen todo?.

—Si— respondo rápidamente mientras sigo buscándolo con la mirada.

—¿Y tu Sam?— le pregunta ella ahora a mi hermano el cual es un año menor que yo y que también está en la casa de Gryffindor.

—Si mamá — responde entre dientes algo avergonzado, mamá aprieta una de sus mejillas—Ya basta, por favor.

No puedo evitar soltar una risa por eso, a Sam le molesta que mamá lo siga tratando como a un niño pequeño, dice que ya al ir en el cuarto año de Hogwarts es todo un hombre, pero la verdad es que seguirá siendo el pequeño niño de mamá por siempre.

—No puedo creer lo grande que están mis hijos.

Nos sonríe, pero parece que al mismo tiempo va a largarse a llorar. En estos momentos desearía que papá estuviera aquí junto a nosotros para ayudar a tranquilizarla, pero se encuentra trabajando en el ministerio.

—Es como si fuera ayer cuando deje aquí por primera vez a mi pequeña Ophelia y un año más tarde a mi Sam.

Junto con Sam intercámbianos miradas , no puede ser, este es el momento exacto en donde mamá comenzará a decir lo mismo de todos los años mientas limpia sus lagrimas. Amamos a mamá, pero creemos que algunas veces exagera.

—Mamá solo vamos a asistir a otro años, no desapareceremos — le sonrió mientras  le doy un toque en su hombro, ella asiente con la cabeza mientras saca de su bolsillo un pañuelo—Ahora tenemos que irnos o si no perderemos el tren.

Mamá se acerca y deposita un beso en la mejilla de cada uno, tomo el portador donde está mi gata llamada Truncks, en cambio, mi hermano Sam toma la jaula de su lechuza y juntos caminos hacia el tren.

—Mamá está cada año peor — dice Sam, rio.

Al subir al tren vamos hacia los vagones del medio los cuales suelen usar los Gryffindor, el tren se divide en las casas, los prefectos y los de primer año. No creo que a los Slytherin les agradable compartir vagón con alguien que no pertenezca a su casa. Caminamos por  todo el pasillo en busca de un vagón vacío.

—Aquí estas— le sonrió mientras estoy apoyada en la puerta— Te estaba buscando.

—Lo siento — se encoge de hombros John, junto a Sam entramos y tomamos asiento. Dejo el portador en lado vacío del asiento.

—¿Y como estuvieron las vacaciones de los hermanos Gastrell?— pregunta John mirándonos.

—Sabes como estuvo — frunzo mis ceño junto a una sonrisa—Te envié cartas.

Conocí a John en la cuarta clase de transformaciones del primer año, cuando sin querer transforme uno de sus libros en una rata, desde ese entonces nos convertimos en buenos amigos. La verdad es que no tengo muchos amigos y creo que es porque yo no misma no me lo e permitido, suelo ser algo solitaria a veces.

—¿Este año audicionaras para el equipo de Quidditch, John?— le pregunta mi hermano, ellos suelen llevarse bastante bien.

—No lo sé, tal vez lo haga — dice este mientras introduce su mano en su bolsillo, saca un par  golosinas.

—Tal vez yo también lo haga— se encoge de hombros mi hermano, con John lo observamos—¿Que? No tiene nada de malo.

—¿Crees que este año Lily Evans también te ayudé a estudiar en posiciones?— me pregunta John antes de llevarse un dulce a la boca.

—No lo sé, fue bastante amable a pesar de que yo no entendía nada. Puede que la allá ahuyentado, algunas chicas de la casa suelen verme raro.

Lily Evans es una chica de cabello pelirrojo, también es Gryffindor y es bastante  agradable. El año pasado trato de ayudarme en posiciones ya que a ella se le daba bastante fácil y en cambio a mi no, creo que la ahuyente ya que trato de explicarme  mil  veces las cosas, pero nunca logré entenderlo bien.

—Oh no....—dice Sam con su vista fija en el pasillo—Hablando de ella.

Aparece caminando junto a sus amigas, pero en vez que de seguir su camino se detiene en la puerta del compartimento  de nuestro vagón junto a ellas.

—Hola Ophelia— nos da una gran sonrisa, sus amigas también — Hola chicos.

—Hola Lily— también le sonrió.

—Espero que este año estés lista para las clases de posiciones, en estos  días podríamos definir los horarios de estudios de este año — sigue sonreído, no lo puedo creer.

—Claro, gracias Lily— asiento con mi cabeza, puedo ver como mi hermano se la queda viendo, diría que está babeando por ella. John le da un pequeño golpe para que deje de hacerlo.

—Bueno, los veo más tarde — dice para enseguida marcharse con  su grupo de amigas.

—Lily Evans es increíble — dice Sam mirándonos.

—¡Por Dios Sam!— exclamó mientras niego con la cabeza.

Never Let Me Go || Sirius Black|| Where stories live. Discover now