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Capítulo 34

Capítulo 34:

El primer sol recupera lo que era suyo.

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Jimin miró con una sonrisa engreída al hombre frente a él. Sus rubios cabellos se encontraban peinados de una manera natural, mientras vestía unos pantalones negros y una camisa blanca sencilla, con una chaqueta de seda con bordes dorados ubicados estratégica y cuidadosamente.

Jimin llevaba la ropa de un rey.

Él anciano hombre sentado en el trono lo miró sorprendido, su sorpresa pasando rápidamente a la furia.

— Ya es tiempo de que me entregué lo que por derecho, me pertenece. —  habló, su voz suave, aterciopelada y manilapuladora sonó haciendo eco por la gran habitación.— Y no importa cuanto replique y amenace, sabe que debe hacerlo.

— ¡¿Quien te crees que eres para hablarme así a mí, al rey?! — vociferó el hombre con furia.

Jimin rió suavemente manteniéndose calmado, sus frívolos ojos observando al hombre con detenimiento. Siendo la viva imagen de una víbora frente su débil presa.

—Soy Park Jimin, hijo de Park Leviatán-Jihoon y Lee Sunhye, los anteriores reyes de BagSae. Y por ende, soy el verdadero y único heredero al trono. ¿Y usted quien es?

Él hombre miró a Jimin atónito, furioso, quedándose casi sin palabras.

— El consejo real, el pueblo, los nobles e incluso el ejercito real, todos están conmigo. Todos saben quien soy, pues mi apariencia y marca me delatan enseguida.— dijo, él mayor de los Park con despreocupación.— Todos ya han decidido quien es su verdadero rey y estoy seguro de que eso usted lo sabe muy bien.— él actual monarca estaba rojo de la rabia.— Después de todo, se lo informaron esta mañana durante una reunión. El consejo pidió su renuncia a la corona, ¿No es así?— se burló.

— ¡Tú...! — bramó él viejo hombre.

— Largate. — Jimin sonrió mirando al hombre.—  Entregame voluntariamente lo que por derecho es mío y solo así, quizás reconsidere perdonar tu vida y la de tu familia por haber usurpado el trono y por haber cometido actos imperdonables contra el pueblo durante tu nefasto reinado.

Él hombre miró a Jimin asustado, nervioso.— ¡Guardias! — llamó, mirando a Jimin, sonriendo al ver a ambos soldados aparecer.—  ¡Arrestenlo y llevenlo al calabozo!

Jimin con una sonrisa llena de soberbia, se giró hacía los hombres.

—¿De verdad van a obedecer a este hombre? ¿Van a arriesgar sus vidas de esa manera? —preguntó, alzando una ceja. El brillo en sus ojos los aterró. 

Los soldados se miraron entre ellos, nerviosos y sin saber que hacer. Ellos sabían quien era Jimin.

—Su majestad. — Hoseok entró reverenciándolo.

Jimin pasó a mirarlo, la sonrisa de Jimin no cambio, tampoco lo hicieron sus expresiones, tras ver a Hoseok acompañado de dos soldados reales y todos los ancianos, miembros del consejo real.

—Kang YoIm. —habló uno de los sieis ancianos.—  Quedas destituido de tu cargo como rey de BagSae. Y desde hoy, seras condenado a la pena de muerte, a causa de tus crímenes cometidos.

—¿Crimenes? ¡¿Qué crímenes?! — vociferó el hombre.

— Usurpación al trono, ser cómplice en el asesinato de la familia real, intentar asesinar a los herederos de la  corona aún cuando estos eran solo unos niños, violar los derechos de los ciudadanos del reino y mentirle a los miembros del consejo. — explicó Hoseok, sonando aburrido.

Él hombre miró a Hoseok con furia.— ¡Blasfemia! ¡Traidor! ¡Pagaras por tu traición y por tus blasfemias! ¡Tu familia pagara por esto!

— Aquí el único traidor eres tú.— habló Jimin, con seriedad.— Haz traicionado al reino, mereces la muerte, tú y toda tu asquerosa descendencia.

— ¡Guardias! — llamó otro de los ancianos del consejo real.— ¡Arrestenlo!

Los guardias tomaron al hombre, quien luchó por liberase, fallando notablemente. Jimin tomó la corona que había caído al suelo y mirándola con atención.

—Su coronación oficial sera en un mes, su majestad. —dijo Hoseok sonriendo. Uno de sus ojos reflejo alegría, mientras que el otro se mantuvo frío.

Él Park mayor asintió.— Entonces... ¿Ahora soy él rey? — cuestionó casi como si no pudiese creerlo.

— Sí, pero no oficialmente. — habló uno de los ancianos con seriedad.— Por ahora, hay que preparar e informar al pueblo sobre esta nueva noticia, además de que deberá aprender cosas importantes para poder gobernar con sabiduría y astucia, majestad.

— Haré lo necesario. — musitó Jimin, asintiendo.

La primera parte de su plan estaba lista y hecha. Ahora solo faltaba que Yoongi y los demás llegaran tal y como lo había planeado. Eso y hacer que Hoseok tuviese un problema consigo mismo para evitar alguna acción de su parte en contra suya.