Ayuda

940 147 23
                                    

゜・。。・-23-゜・。。・゜★

PASADO –SABADO– CATORSE DÍA DEL CAMBIO (katsuki)

Katsuki estaba asustado, impresionado y dolido, se sentía como un completo imbécil con aquellas palabras del pecoso qué bien eran ciertas. Él lo había lastimado ¿ porque esperaría tan solo que lo perdonará por haberlo tratado bien en estos pocos días? Eso sin duda no reemplazaba el daño que le había hecho por tanto tiempo se sentía egoísta y como la peor m***** qué pudo haber existido en la tierra. Lo que Izuku le había dicho se lo tenía más que merecido

Todos estos días era lo mismo katsuki no pensaba más que sólo en el pecoso provocando que tratará de conversar con él y así esplicar las cosas mientras que el contrario lo esquivaba más de una vez dejando a un cenizo frustrado y sin nada de qué poder hacer.

" Al fin y al cabo, esto era lo que él quería desde un principio, quería que Izuku que se alejara" decía su conciencia, y es que si, eso lo había querido antes pero las cosas cambiaron, aquella llama tenia ocultaba había vuelto a crecer y esta vez con más fuerza, logrando que en este preciso instante el dolor fuese aún más grande. A pesar de ser unos pocos días, se había acostumbrado a estar nuevamente al lado del pecoso.

– Mierda ¿ qué hago ahora?– se pregunto así mismo estando en su habitación mientras caminaba de un lado a otro y desordenada su cabello.

Hoy era sábado y ya se le habían agotado todas las ideas para hablar con izuku.

–¡¿ Por qué no estás cuando te necesito!?... Si se supone que estás aquí para ayudarme ¿Por qué no sales, copia barata?– decía en un tono de frustración claramente notable, todos estos días rogaba por ayuda, pero sólo estaba él y el mayor no se le vea ni la sombra.

– Necesito...– susurro mientras recordaba las palabras del peliverde repetirse en su cabeza como un cassette – necesito tu ayuda.

– Pareces un niño llorón– musitó de la nada aquella persona que se parecía a él, quien estando sentado en la orilla de la cama.

–¿Dónde has estado?– preguntó en un gruñido importándole menos que aquella persona estuviera más que destruida, algunas partes de su cuerpo simplemente no estaba y con cada segundo que pasaba se desvanecía aún más.

–Siempre estuve a tu lado.

–¿ Y por qué no me has ayudado?

– he querido, pero mi situación no es la mejor que digamos, además, es irónico, antes me decías que no harías nada de lo que yo te dijera, pero ahora me estás rogando ¿Dónde está el katsuki orgulloso?

– No estoy para esas cosas ahora ya no sé qué hacer –dijo regresando al estado de antes.

– La respuesta a lo que quieres siempre la has tenido mocoso... – respondió dejando confuso al menor– Sabías que esto era una posibilidad, eras consciente de que las cosas no se pueden borrar tan fácilmente. Cuando uno quiere arreglar algo, no es simplemente hacer como si las cosas no pasarán, Izuku claramente tiene una herida, tú lo sabes, ahora todo lo que le has hecho te está pasando factura pero... tú no necesitas mi ayuda para eso.

–¿Que?

– Es facil. Sólo tienes que hablar con él eso ya lo habías planeado no.

–Pero él no quiere hablar conmigo.

–¿ Y eso cuando ha sido un impedimento para ti?¿Te rendiras tan fácil? ¿ te rendiras antes de haberlo escuchado él y que él no te haya escuchado a ti?– regaño el mayor.

–nunca he dicho eso.

– Y por qué me estás pidiendo ayuda innecesaria, sabías desde un principio que hablar era lo primero que deberías haber hecho y terminaste asiendo cosas más allá en vez de haber arreglado las cosas. Es normal qué izuku no confía en ti ahora, es normal que esté roto cuando has terminado fantaseando todo este tiempo y te has olvidado de lo más importante.

El mayor tenía razón y todas aquellas palabras le abrieron los ojos al cenizo sintiéndose más estúpido ahora, no había enfrentado sus errores y los esquivo. Decir qué quieres hacer algo no implica que en realidad lo harás, ya que querer no es igual que hacer. Había cometido otro error, un error muy grande y era confundir al pecoso de la peor manera posible sin ninguna explicación y eso no estaba bien.

–Pero igual ¿lo que le diga funcionara?

– Eso depende de ti tú tienes que tomar la decisión –termino diciendo  el mayor mientras poco a poco se desvanecía por completo para luego ya no quedar nada de él.

Con esto katsuke sabía que había una probabilidad alta de ya no volverlo a verlo y hasta ahora estaría sólo él, aunque para ser sinceros el cenizo no tenía nada claro aún en lo que corresponde tener un plan, pero algo era cierto y tenía que hablar con Midoriya.

Al salir del cuarto se dirigió directamente a la habitación de el pecoso lo más rápido que pudo y luego al estar allí tocó la puerta un par de veces allí parado.

–¿ bro qué estás haciendo?– dijo el pelirrojo, quien estaba en el mismo pasillo viendo la acción del cenizo con una mirada confundida.

– Estoy buscando deku.

–¿no lo sabias? Midoriya se fue en la mañana hogar– respondió kirishima – Ustedes dos han estado actuando muy raro últimamente ¿Ocurre algo?

–No, si... Luego te cuento, yo ya me voy.


Cambiando el futuro (KatsuDeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora