El sentir de deku

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PASADO– LUNES –PRIMER DÍA DEL CAMBIO (DEKU)

–¡Kacchan eres asombroso! –exclamaba en pequeño realmente asombrado, ya que este mostraba la capacidad de su quirk en un intento de impresionar muy efectivo, volviendo cenizas un papel que estaba enrollado en sus manos.

–Sí, es realmente asombroso y por eso yo debo ser el líder –musito esta ver el cenizo, con la aprobación de todos los que lo rodeaban, nunca hubo una objeción con ello.

Katsuki era deslumbrante para todos los que lo conocían, hasta para aquel pequeño de pecas en sus mofletes quien siempre lo miraba desde lejos e incluso más lejos que los demás.

Para Izuku, Kacchan siempre había sido lo más impresionante y deslumbrante que había podido ver con tan solo 4 años de edad. Kacchan era su paso a seguir, una persona por la cual respeta y admira. Todo lo que hacía este era correcto y nunca fallaba en nada, una persona a la cual no podía alcanzar...

Siempre jugaron en el bosque lleno de misterios y como no había de faltar Katsuki estaba al frente de todos por ser el más genial, mientras que Izuku estaba en lo último, pero aun asi estando feliz, cualquier cosas que sea con Kacchan era asombroso y no le importaba nada su posición en ese momento, ya que lo más importante era estar con él.

–Deku no te quedes tan atrás –ordenó el cenizo al ver que los pasos del pecoso eran lentos para todo el grupo y estaba atrasado a todos.

–l...lo siento kaccha... –paro su habla con preocupación al ver como este caía por un barranco.

Su pecho le dolía mientras lo acogía un sentimiento de amargura al saber que este podría hacerse daño y no le gustaba para nada, era como si su corazón dejara de latir y su alma se fuese de sí, así que sin pensar fue a ayudarlo.

Siempre fue así...

Desde pequeños en donde su fuerza era mínima y era un completo debilucho, hasta ahora, a pesar de que todo había cambiado entre ellos.

Izuku no dejo de sentir lo mismo por el cenizo explosivo, sin importar que tan mal le tratara y sin importar que este lo esquivara o ignoraba, solo que ahora se le sumaba otro sentir...

Él quería que este lo notara, que confiara en él y que no importara cuanto lo lastimara él siempre estaría a su lado.

Todos pensarían que era un acto masoquista como su amiga Ochaco lo había llamado, y pueden que tengan razón, pero él pensaba que una vida sin Kacchan era una a la que él no quería existir.

A pesar de todo, ellos siempre estaban  destinados a estar juntos desde la niñez hasta ahora, el mundo siempre hallaba la manera de ellos estuvieran en un mismo lugar, sin importar cuantas veces Katsuki lo evitara y al parecer esta no fue la excepción.

Una prueba, como las que tantas hacían estando en el AU, una que comprobó lo que todo este tiempo había sentido Izuku cuando este estaba a punto de sentir lastimado y como aquella ver que eran pequeños, no se quedó sin hacer nada, fusto preparándose para el impacto.

Dolía y tenía que admitirlo, pero no era algo a lo que no podía soportar y solo tenía que concentrarse para no hacer más grande el dolor de su brazo y, a pesar de tener el brazo doliente lo único que le importo fue la expresión furiosa que hizo el cenizo al ver su acción.

En su estancia en la enfermería no dejo de pensar en lo furioso que podría estar el cenizo, llenándose aún más de ansias, al no saber lo que le podía llegar a pasar cuando nuevamente se reencontraran, pero se tuvo que aguantar hasta que lo curaran, llevando prácticamente todo el día en ese plan.

–No deberías de disculparte por eso –musito la chica castaña a un lado del mueble donde él estaba en estos momentos.

–pero tengo que hacerlo, yo no debí...

–En eso concuerdo contigo, porque si tú fueras estado en su lugar no fuera hecho nada –le interrumpió enojada. Ochaco sabía perfectamente todo de Izuku y por eso eran mejores amigos, y nunca le había agradado como este siempre se esforzaba por ser notado por una persona que no se lo merece. La chica desde que lo conoció, siempre había notado su alma pura y eso conllevo que lo sobreprotegen tanto, ya que lo quería como un hermano.

–Aún así tengo que disculparme –contestó acercándose a ella con decisión en sus ojos.

–Claro que no lo tienes que hacer. Él es el que tiene que darte las gracias por lo que hiciste –insistió –mira como te quedo el brazo – esta vez ella apunto a el brazo vendado.

–esto no es nada.

–¡¿cómo que no es nada?! –sin duda estaba furiosa, y así continuaron por un largo rato en los que ella le decía que no y él quería disculparse porque solo podía pensar en la expresión que había hecho.

–Pero es que necesito disculparme –chillaba Deku al ser arrastrado por la chica para que este no fuera a la habitación del cenizo y así enviarlo a su respectiva habitación.

–lo que necesitas tu, es un buen descanso –fue lo único que dijo la chica para adentrarse a la habitación –si me entero que fuiste a su habitación ¡ya veras! –regañó la castaña levantando el dedo en forma de aviso, provocando que Izuku se rindiera.

Ella suspiro –solo no quiero que te lastime más –habló para luego rodearlo con sus brazos en un cálido abrazo.

–está bien –dijo esta vez Izuku con pesar –no iré por que ya es muy tarde.

La chica solo podía ver la sonrisa que este tenía en el rostro y con esa misma intensidad le ella también sonrió –mañana nos vemos –termino diciendo, retirándose del lugar y dejando a Izuku completamente solo.

Si, como se lo dijo a Ochaco, él no iría a verle porque ya era muy tarde para ello, pero por culpa de ello, al irse a dormir, no podía conciliar el sueño.

Se movía de un lado a otro en un intento de relajarse, pero esto era en vano y cuando menos lo esperó, ya se hacía vagando en los pasillos con el corazón latiente, en un sonoro acelerado.

Sus pasos eran suaves y relativamente normales para lo ansioso que estaba, pero al llegar solo pudo tragarse todo eso, respirando profundamente para sí tocar a la puerta, siendo cuestión de minutos que el cenizo abriera de golpe, provocándole un mini infarto que hizo volver su sentir.

–Kacchan, vine porque... –Sí, efectivamente estaba nervioso y las horas que había estado analizando sus palabras se estaban convirtiendo en vano – yo... lo siento, solo quería ayudarte –al fin sus palabras lograron salir casi como un suspiro que llevaba atorado en su garganta todo este tiempo.

–yo no pedí tu ayuda –a pesar de que mostrara un rostro frío, Izuku sabía que estaba realmente furioso.

Izuku lo sabía, lo sabía más que nadie en el mundo, pero aquel sentimiento de que este le pasara algo era una de las cosas que todavía no podía superar –lo sé pero no podía quedarme sin hacer nada –musito con el sentimiento agrió en la punta de su boca.

Sabía que al decir esas palabras, solo podía esperar lo peor. Le había levantado la voz a Katsuki y solo pudo cerrar los ojos esperando una respuesta agresiva, pero lo que esperaba nunca llegó y al abrirlos solo se preocupó.

–¿estás bien? –preguntó acercando su paso, pero solo recibió un portazo en la cara.

–¿Kacchan pasa algo? –volvió a preguntar un poco más preocupado.

–¡solo lárgate! –grito Katsuki del otro lado de la puerta. 

Para Izuku era inevitable que sintiera que algo raro estaba pasando, pero supuso que en estos momentos no era adecuado hablar y si bien quería asegurarse, respetó lo que le había ordenado alejándose de la perilla.

"creo que mañana trataré de..." pensó, yéndose a su habitación más confundido que nunca.      

Cambiando el futuro (KatsuDeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora