Soy un tonto

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☆゜・。。・-10-゜・。。・゜★

PASADO– SAVADO –SECTO DÍA DEL CAMBIO (IZUKU)

Otro día nuevo y el pecoso se levantaba con alegría, a pesar de que las circunstancias no eran para estarlo y es que, por primera vez lo habían castigado por hacer algo que no se debe, pero si era sincero él mismo podía decirle que eso le importaba menos y que no se arrepentía de lo que había hecho, ya que se la pasó tan bien que solo pensaba en lo feliz que le hizo compartir un tiempo con algunos de sus compañeros y con aquel cenizo que quería, sin pensar en nada más que no fuera el momento.

Hoy, a pesar de ser un día en donde iría ir a su casa como todos los estudiantes al llegar el fin de semana, no podía por su castigo. Todos estaban asombrados por aquel hecho al no esperarse que Izuku rompiera hasta la mínima de las reglas, un ejemplo muy claro de ello fue cuando Ochako vio con preocupación que Aizawa les hablaba de una manera intimidante a los cinco chicos al apenas llegar al AU.

Preocupada e amainado lo peor, se dirigió en su momento al peliverde para encontrar una respuesta, pero este no le dijo gran cosa y solo se fue a su habitación al igual que los otros cuatro chicos evitando que su amiga castaña hiciese un escándalo, de igual forma al tener múltiples tareas el viernes en las que ocupaba la mayor parte de su tiempo por el castigo en el cual consistía en tres días de fuerte trabajo, no pudo hablar con ella ni por un segundo.

Para la defensa de la castaña, la situación era muy extraña a no obtener información y el hecho de que este no fuese a clases el viernes eso la descoloco, así que sin más nada que esperas se dirigió a la habitación de Deku a conseguir verdaderas espuertas, tocando su puerta y comenzando una típica conversación antes de llegar a el punto principal.

–Ya te lo he dicho, no paso nada –decía un Izuku con sonrisa boba mientras recordaba lo que había pasado el jueves.

–¿Y entonces por qué te castigaron? Eso no es propio de ti –insistió nuevamente la chica mientras estaba acostada en la cama del pecoso –¿No estaban ayudando a la madre de Bakugou?

Izuku pensaba mucho en si decirle la verdad a su amiga o no ya que no quería volver a pelar con ellas si volvía a decir el nombre de Kacchan, pero como no le gustaba mentir solo suspiró para explicarle la situación –Claro que no, es que fui secuestrado por los chi...

–¡¿QUÉ?! –interrumpió la chica aún más preocupada para que el pecoso al instante se arrepintiera de haber comenzado así, empezando a negar con su cabeza y sus manos para que no se diera ideas erróneas.

–No fue nada malo, solo fuimos a un arcada a jugar todos juntos –corrigió con una sonrisa avergonzada, pero la chica no le creía.

–¿Solo eso?

–Síp –afirmó mientras su amiga le daba una mirada de arriba abajo buscando una pisca de duda para luego fijar su mirada en los ojos de Izuku.

–¿Con Katsuki involucrado? –burlo no estando convencida aún.

–Bueno... Él no era el de la idea en un principio, pero sí estuvo allí con nosotros jugando un poco –específico pensado en aquel momento en donde tenían la consistente batalla en la mesa de hockey la cual sacaba una ligera sonrisa en él.

–¿Y piensas que te crea?...

Los labios de Izuku que antes formaba una sonrisa de lado a lado, ahora eran una simple línea de seriedad, atónito por la pregunta de la castaña y sin tener un indicio de creer negar lo que dijo.

–Sabes que puedes confiar en mí –repitió la castaña como era habitual cada vez que el pecoso ocultaba algo, pero con la diferencia que está vez no había otra cosa que decir.

–¿Qué insinúas? –preguntó un poco confuso por lo dicho. Para Izuku era imposible ver las intenciones de la chica con lo dicho, ya que estaba diciendo completamente la verdad.

–Por dios Izuku... Soy tu amiga, sí te hizo algo y te tuvieron que rescatar Kirishima y Denki está bien, solo quiero que me digas la verdad –soltó sin más, ya que para Ochako no le cabía en la cabeza la posibilidad de ver a Katsuki como algo bueno o simplemente involucrado en algo agradable. Para ella Katsuki era alguien que no se merecía más que no fuera el desprecio, además de que, como todos lo sabían, Izuku nunca fue involucrado en un castigo ¿Por qué pasarían dos cosas completamente imposibles al mismo tiempo?

–Eso no fue así...– dijo completamente serio –Lo que pasó fue lo que te dije y ya ¿Por qué no me crees?

–No es que no te crea, es que es de Bakugou de quién estábamos hablando, las personas no cambian de la noche a la mañana.

–No, no lo hacen, pero eso no implica que no se pueda hacer un intento –. A Izuku aquel tema empezaba a impacientarle, el simple hecho de que su amiga no confiara en sus palabras era como tener una piedra en el zapato que no podías quitar y que comenzaba a lastimar.

–Izuku es de Katsuki del que estamos hablando.

–¡Sí lo sé!

–Y sí lo sabes ¿Por qué incites? –Preguntó mientras recordaba una vez en la que el pecoso trataba de encubrir los maltratos que el cenizo le daba –Sí él está actuando de ese modo la cual tú dices, es porque de seguro tiene algo entre manos, mientras se gana tu confianza para luego pisotearte –Ochako ya no aguantaba más, quería que su amigo se alejara de Katsuki, quería que lo borrara de su mente y que no estuviera más involucrado en su vida.

–¿Sabes qué?...¡Sí lo único que haces es criticar y ni siquiera quieres creer en lo que digo, prefiero no contarte, lo único que hacer es fastidiar! –Dijo furioso y sin medir sus palabras, dejando a una castaña sorprendida ya que por primera vez el pecoso le había alzado la voz, recriminando su sobreprotección y harto de siempre dejar que su amiga le hiciera sentir que estaba errado todo el tiempo.

El silencio después de la demandante voz de el chico no se hizo esperar, las orejas de Izuku ya se hacían notoriamente rojas por la furia y eso lo pudo notar Ochako dándole a entender que hablar con él en ese momento era en vano, mientras que los ojos de la castaña se empezaban a cristalizar.

–Yo... Lo siento por fastidiar –musito con dificultad al sentir un nudo en su garganta y con un camino de lágrimas que se empezaba a hacer presente -, yo solo quiero que seas feliz y... Bueno yo ya me voy, se me está haciendo tarde –terminó diciendo para luego levantarse de la cama e irse lo más rápido que pudo, dejando a un pecoso frustrado. Nunca le había gritado a alguien de esa manera, hacerle daño a una persona con sus palabras era una de las cosas que nunca se permitía y haber hecho llorar a su amiga con lo que le había dicho sólo hizo entristecerlo más, para él, se había parado de la línea y  empezó a frustrarse por ello, no le gustaba pelear con las personas y menos sí esa persona era especial para él, pero cuando prosiguió a abrir la puerta para buscar a la chica, ella ya no se encontraba en el lugar, hasta podría decir que no había ni un alma en los pasillos, así que suspira para ordenar sus pensamientos.

"Soy un torpe –se dijo enojado consigo mismo, regresando a su habitación y tirándose como peso muerto a la cama para abrazando una su almohadas con fuerza –, soy un idiota –terminó quedándose dormido sin darse cuenta"

Cambiando el futuro (KatsuDeku)Where stories live. Discover now